Los riesgos de Sidor
Grave desastre la semana pasada pudo terminar en tragedia. Se
desplomaron 200 metros cuadrados de techo sobre horno de acería de
planchones. Filtros dañados, falta de mantenimiento y de presupuesto
provocaron el desplome. Las empresas básicas de Guayana se deterioran
tras el abandono del "estatismo salvaje"
DAMIÁN PRAT C./Guayana
En la madrugada del pasado viernes, la intensa lluvia que caía sobre
Ciudad Guayana ya llevaba varias horas y en el techo del enorme galpón
que es la acería de planchones de Sidor, el agua, mezclada con toneladas
del polvillo de hierro acumulado allí por meses ante la ausencia total
de mantenimiento de limpieza, se convertía en un pesado barro que
terminó por hacer ceder la ya deteriorada estructura que, además, tenía
un año esperando reparaciones urgentes.
Justo a las 3.05 de esa madrugada los trabajadores escucharon el
estruendo de lo que desde hace muchos meses se sabía que podía ocurrir.
Cerca de 200 mts2 de techo, con su carga adicional del barro ferroso se
desplomaron sobre el horno número tres de la acería.
Los daños materiales fueron enormes, incluyendo la paralización casi
total de esa acería y sus seis hornos por al menos una semana y del
horno tres por muchas semanas, así como los costos de refacción del
techo y sus estructuras. No hubo víctimas que lamentar. Ningún
trabajador resultó lesionado porque el horno tres no estaba "colando"
acero. Estaba apagado e inactivo pero otros tres de los seis que hay en
total sí estaban funcionando.
Todos los que conocen a Sidor, entienden fácilmente que solo la suerte o
la ayuda de Dios evitaron que el accidente desastroso se convirtiese en
tragedia incalculable. Si esa masa de agua y barro hubiese caído sobre
un horno activo, en medio de una colada de acero, el contacto del barro
mojado con el acero a tres mil grados de temperatura habría ocasionado
una explosión que habría podido barrer con toda la acería causando
muchas víctimas.
LOS "POR QUÉ" DEL ACCIDENTE
Veinticuatro meses atrás ocurrió un accidente muy parecido en la acería
de Palanquillas y de nuevo los daños materiales fueron cuantiosos aunque
afortunadamente sin víctimas "gracias" a la improductividad de la Sidor
estatizada pues los tres hornos de esa acería estaban paralizados el día
del accidente.
Todos los informes de entonces demostraron que lo ocurrido tenía que ver
con la desinversión y la falta de mantenimiento aunado a la dejadez
gubernamental.
Dos años después, los filtros que los sidoristas llaman "casas de humo"
para recoger el polvillo y desviarlo a depósitos adecuados, siguen
dañados e inservibles.
Para colmo, ya que el polvillo cae sobre los techos (y también en muchas
áreas creando contaminación y daños a la salud) se debería efectuar un
mantenimiento preventivo limpiando el polvillo de esos techos cada 15
días para evitar el enorme peso acumulado.Aquella vez y ahora, habían
pasado meses desde la última limpieza, "porque no hay dinero" para
contratar a las pequeñas empresas de mantenimiento que hacen esa labor.
Por si fuera poco, una explosión ocurrida en el horno 1º en Diciembre de
2010 había dañado severamente una "cercha" o viga que le da sostén a esa
zona del techo doblándola. Los informes técnicos y los reclamos de los
trabajadores con sus delegados de prevención señalaban la urgencia de la
reparación, pero la orden "de muy arriba" es que MinTrabajo e Inpsasel
no le apliquen a las empresas del estado la ley Locymat cosa que si
hacen con empresas privadas.
En junio de 2009, los dirigentes sindicales democráticos de Unidad
Matancera denunciaron esos problemas, incluso a través de los medios de
comunicación independientes no censurados. La respuesta oficialista fue
que "son desestabilizadores, golpistas". Típica respuesta de los
jerarcas rojos de la corrupción para tapar su ineficiencia."No hay
dinero... no hay presupuesto", fue la respuesta durante meses.
"Pero la cosa es peor, porque ahora Sidor no tiene un presupuesto propio
para resolver ese tipo de situaciones y para nada", relata José Jiménez,
director laboral, "todo debe esperar a que vayan `puntos de cuenta' al
ministro del Mibam y a veces directamente a Miraflores".
Semejante monstruo hiperburocrático parte de las órdenes del
"comandante" cuyo centralismo exacerbado, al estilo cubano-soviético
"porque todo debe ser planificado centralmente", agrava la
improductividad de la Sidor estatizada roja rojita, como ya se observó
hace tres meses en otro caso grave ocurrido en Laminación en Caliente.
"La reparación de esa viga y toda la estructura, luego de casi diez
meses de reclamo fue aprobada en Caracas hace un mes, pero la
`planificación' (¿?) era que se haría en marzo de 2012", relatan varios
trabajadores de la acería de planchones que no ocultan su disgusto.
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