El Estado no puede seguir cubriendo su negligencia mediante el ataque a
la propiedad privada
LUIS IZQUIEL | EL UNIVERSAL
sábado 24 de diciembre de 2011 12:00 AM
La gigantesca ineficiencia del Gobierno en materia de construcción de
viviendas, ha motivado que miles de familias damnificadas tengan que
pasar una nueva Navidad hacinadas en inhumanos refugios. Durante más de
un año solo han recibido como respuesta el discurso demagógico del poder.
La lamentable situación que sufren los refugiados, muchos de los cuales
frecuentemente protestan en las calles por sus derechos, representa la
mayor prueba de que el régimen no cumplió con las 153.000 casas
prometidas para este año (cifra que luego fue reducida a 130.000). Esto
pone nuevamente en evidencia la palmaria falsedad de las cifras
oficiales. Voceros de la alternativa democrática han señalado que este
año el sector público solo construyó cerca de 35.000 viviendas.
Como se ha hecho costumbre en los últimos tiempos, el oficialismo le
hizo ver al país que la aprobación de una ley solucionaría el problema
de las personas que perdieron sus hogares durante las lluvias de
noviembre y diciembre de 2010. La "Ley Especial de Refugios Dignos para
Proteger a la Población, en Casos de Emergencias o Desastres", solo
resultó un artilugio demagógico con un nombre rimbombante. La Ley
Habilitante solicitada por el jefe de Estado, no ha sido utilizada para
ayudar a las familias refugiadas, sino para fines distintos.
El precio del barril de petróleo venezolano cerrará este año rondando
los $100. Ingentes recursos se han obtenido por la emisión irresponsable
de deuda pública interna y externa.
Es inaceptable que un gobierno con estos ingresos no haya sido capaz de
atender a los ciudadanos más necesitados. No hay excusas, ya que las
principales empresas productoras de cemento y cabillas están bajo
control estatal.
La ineptitud gubernamental también ha dejado otras víctimas. Alrededor
de 170 hoteles en Caracas siguen ocupados por más de 7.900 familias
damnificadas. Se trata de empresarios que están al borde de la quiebra y
tampoco reciben respuesta. El Estado no puede seguir cubriendo su
negligencia mediante el ataque a la propiedad privada.
Muchos venezolanos tendrán que pasar la Noche Buena en refugios carentes
de las mínimas condiciones de habitabilidad. El poder de los votos hará
que esta sea la última Navidad para este gobierno incompetente.
@luisizquiel
http://www.eluniversal.com/opinion/111224/navidad-sin-viviendas
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