Alfredo Michelena
Sábado, 24 de diciembre de 2011
Lamentablemente muchos de ellos sólo salieron por la fuerza, con
violencia. Nosotros tenemos la fortuna que podemos salir del nuestro con
los votos y para eso tenemos que prepararnos en 2012. Él también tendrá
que preparase pues tarde o temprano tendrá la suerte de los tiranos
modernos. Por ahora, feliz navidad a todos….
Este año ha sido de buena cosecha en cuanto a la desaparición de
dictadores. La primavera árabe se llevó a muchos de ellos en el norte de
África. Ser dictador ya no es algo sin consecuencias. Las historias como
la de Pérez Jiménez que murió placidamente disfrutando del fruto de su
corrupción, no parece ser un patrón que los pocos tiranuelos que todavía
existen van a conseguir.
El caso más reciente es el del general panameño Manuel Noriega, quien
acaba de volver a su país luego de 22 años de encarcelamiento por sus
vinculaciones con el narcotráfico y ahora debe enfrentar en su país
juicios por asesinato, desaparición de personas y violación de derechos
humanos a sus ciudadanos.
Seguramente el dictador nunca pensó que dejaría el poder y menos que
sería juzgado y encarcelado. Menos se imaginó que el viejo Bush al
frente del gobierno de los EE.UU. invadiría Panamá y se lo llevaría
preso, en especial después de que Noriega estuvo en la lista del
personal de la CIA que dirigió el propio Bush. La famosa frase "he may
be a son of a bitch, but he's our son of a bitch" dicen que proviene de
éste último cuando le preguntaron sobre el General- aunque en realidad
fue de Franklin D. Roosevelt con Somoza. Pero al igual que Gadaffi, que
logró hacerse amigos entre los codiciosos gobiernos y políticos de
occidente, finalmente dejó de ser "their son of a bitch".
El destino de muchos es la cárcel o algo peor. Noriega pasó de hombre
todo poderoso a reo común con, prácticamente, una condena de cadena
perpetua, y así terminaron otros dictadores al ser juzgados y
sentenciados. Solo para recordar, algunos de ellos llegaron a las Cortes
internacionales, como Slobodan Milosevic, o nacionales como Saddam
Hussein; otros pelearon para evitar un juicio como Pinochet. Otros
fueron solicitados por estas Cortes, pero murieron antes como fue el
caso de Gadaffi, otros están siendo juzgados por la Corte Penal
Internacional como el expresidente de Costa de Marfil Laurent Gbagbo o
ya han sido condenados por ella como el presidente de Sudán, Omar Al
Bachir quien tiene orden de arresto internacional y, finalmente, otros
están empezando a ser considerados en esa Corte con el caudillo rojillo.
Lamentablemente muchos de ellos sólo salieron por la fuerza, con
violencia. Nosotros tenemos la fortuna que podemos salir del nuestro con
los votos y para eso tenemos que prepararnos en 2012. Él también tendrá
que preparase pues tarde o temprano tendrá la suerte de los tiranos
modernos. Por ahora, feliz navidad a todos….
http://www.analitica.com/va/internacionales/opinion/6127932.asp
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