Wednesday, March 6, 2013

Delitos de Lesa economía

Delitos de Lesa economía
Alexei Guerra Sotillo
Miércoles, 6 de marzo de 2013

Para la actual gestión gubernamental, la economía ha sido básicamente un
simple ejercicio de asignación de renta petrolera inagotable, un asunto
de derroche chulérico-diplomático, algo vinculado a establecer
eventuales prioridades de gasto e inversión, de políticas fiscales,
macroeconómicas, cambiarias, monetarias, comerciales, de balanza de
pagos, es decir, a gerenciar, a tomar decisiones, a solucionar
problemas, cosas absoluta y totalmente fastidiosas, aburridas, como todo
lo que huela a "eso", a economía, porque lo prioritario, faltaba más, ha
sido, y será, construir, defender, hacer, y sostener a como dé lugar, la
"revolución". Lo político. Lo ideológico. Si, esa abundante materia
herbácea que alimenta retóricamente ese resentimiento, ese
relacionamiento belicista e intolerante del gobierno con buena parte de
la sociedad venezolana.

La jurásica mentalidad económica, mezcla de retazos de un marxismo mal
digerido y de románticas prédicas estatistas y anti-mercado a ultranza,
ha tenido que apelar a decisiones ortodoxas forzadas por el lamentable
cuadro fiscal y económico de la nación edificado con sudor y lágrimas de
irresponsabilidad e ignorancia ilustrada, como la reciente devaluación,
que al no estar incorporada a un conjunto integral, coherente y sensato
de políticas económicas, junto al cierre del Sitme, la coloca como un
paliativo que alivia, pero no resuelve problemas estructurales.

El otrora ogro del FMI, felicita en congratulación poco izquierdista y
muy liberal al gobierno por el ajuste cambiario. Incluso en reciente
sesión informativa de carácter informal sobre Venezuela, que desde 2005
no entrega ni colabora con el FMI en la entrega de datos e información
ni recibe a delegaciones de sus técnicos, solicitaba "que las
autoridades tomen más medidas para reducir la vulnerabilidad económica y
mejorar el clima de negocios, y para alcanzar un crecimiento económico y
del empleo sostenidos". (El Nacional, 04-03-2013).

Aferrados a las ramas de este árbol maltrecho que es nuestra economía,
no vemos el bosque que lejos, exhibe su empuje, y revela nuestro triste
rezago. Venezuela es hoy, gracias a esta eficiente labor de destrucción
económica revolucionaria, un país que está hipotecando su futuro. Victor
Salmerón, lo señalaba recientemente en una nota de El Universal: "El
país es el único petroestado con deuda sobre el 50% del PIB. En la
mayoría de los petroestados la política ha consistido en disminuir la
deuda. Por ejemplo, Arabia Saudí la rebajó desde 65% del PIB en 2004
hasta 5,5% en 2012; Kuwait desde 18,5% hasta 7%; Irán desde 25% hasta
11%; Angola desde 54% hasta 28% y Nigeria desde 53% hasta 15%."
(28-02-2013). Pero claro, hemos sido exitosos en un lograr un
acelerado…retroceso. ¡Que viva el socialismo emboinado!

Algo tan aparentemente banal, tan sencillo como el índice inflacionario,
que en realidad es más bien como un índice de empobrecimiento, signo de
nuestra capacidad de compra, exhibe una comparación deshonrosa. La
inflación en Colombia cerró en 2012 en un "escandaloso" 2,44%. En Perú,
el año pasado los precios "subieron" un horripilante 2,65%. En el Brasil
de Lula y Dilma, el 2012 cerró con un "insultante" 5,82%. ¿Y en
Venezuela? 20,1%.

Pero no todo es tan malo. En el índice de Libertad Económica 2013, del
Wall Street Journal y la HeritageFoundation, Venezuela ocupa el lugar
174…de 177. Pero ya va, ¡no se pongan tristes! No estamos tan mal.
Logramos ganarle y estar por encima de Zimbaue, Cuba y Corea del Norte.
¡Cuánto no es eso!

Es usual la referencia y atención, como signo de la nueva arquitectura
global institucional, que los medios y países le asignan a los
llamados delitos o crímenes de lesa humanidad, que según el Estatuto de
Roma, y como correlatos inaceptables de guerras, conflictos o procesos
de cruentas crisis políticas, religiosas o étnicas, agravian a la
humanidad como género, y por tanto, relativizan la noción de "frontera"
y "soberanía" justamente para el desarrollo de procesos judiciales y
castigo a sus responsables.

Quizá sea en extremo utópico o inviable. Pero se me ocurre, que sería
interesante crear un nuevo tipo de crimen, una novedosa categoría que
frene tanta impunidad aniquilatoria, que tipifique la destrucción de la
economía de un país, la demolición de sus bases productivas, y encuentre
eco o dolientes en esa comunidad global. Sí. Aquí sobrarían las pruebas
y evidencias para muchos Delitos de Lesa Economía.

alexeiguerra@yahoo.com

http://www.analitica.com/enfoqueeconomico/5400681.asp

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