Tuesday, March 26, 2013

¡Hasta cuándo! Capriles se crece

¡Hasta cuándo! // Capriles se crece
Pablo Aure
Martes, 26 de marzo de 2013

Muchas veces escribo con tristeza por los acontecimientos que día a día
se nos presentan en Venezuela, destruida y dividida por el odio
insuflado por el alto gobierno. Debo decirlo con franqueza: no en pocas
ocasiones he sentido impotencia ante el abuso infame y grosero de este
régimen, que concentra todos los poderes del Estado en el Ejecutivo.

Quiero transmitirles algo que percibo: que esa impotencia, ese
desaliento y esa asfixia, han empezado a desaparecer. Porque cada
momento que pasa me convenzo más de que los tramposos que gobiernan son
en verdad inmensamente cobardes y dispersos a la hora en que son
confrontados con argumentos sólidos y coherentes. Y cuando se sienten en
minoría son más cobardes todavía.

Ellos están conscientes de que Nicolás Maduro no tiene nada en la bola;
que es pésimo candidato; que no tiene discurso, y que a flor de piel le
brotan las mentiras con las que busca tapar su incapacidad. No convence,
y trata de hacerle ver a la gente que él es una especie de reencarnación
del caudillo desaparecido. Pero nadie se lo cree. Empiezo a pensar que
esa estratagema le está fallando. Venezuela no es la Argentina, cuya
población parece más dada a la mitificación y deificación de prominentes
figuras de la política.

"Médicos" en cadena

El viernes vimos en cadena nacional una graduación de "médicos". El
presidente de la república (encargado) presidió el acto, y nos habló de
medicina, y de las especialidades que según su criterio hacían falta en
el país. Sentí pena ajena. Les aseguro que me dio lástima por quienes
recibían el diploma de "médicos integrales comunitarios" y por la pobre
gente que serán sus pacientes.

Dicen que se graduaron 6000 nuevos "médicos". Nadie sabe dónde hicieron
las prácticas, ni quiénes fueron los profesores; ni cuántas horas y
materias vieron; si realizaron maniobras con pacientes durante la
carrera. Lo más seguro es que esos graduados tengan que dedicarse a otro
oficio. Jamás podrán alcanzar la calidad de los médicos cirujanos que
egresan de las universidades autónomas venezolanas, como la Universidad
de Carabobo, la Universidad Central de Venezuela, la Universidad del
Zulia, la Universidad de los Andes, la Universidad de Oriente, o de la
Universidad (experimental) Centro Occidental Lisandro Alvarado, por ejemplo.

De ellas, me consta, salen verdaderos profesionales en la medicina,
preparados para atender a cualquier paciente y trabajar en cualquier
hospital, porque son formados durante seis o siete años por los mejores
profesores y especialistas del país, con prácticas intensas en los
hospitales.

La mentira como prédica

Así como gradúan sin preparación adecuada a esos miles de médicos, con
la "colaboración" de técnicos cubanos, así nos meten cualquier tipo de
cuento. El pueblo sabe que es mentira casi todo lo que promete Maduro. A
Chávez no era que le creían tampoco, pero de alguna manera les causaba
gracia su excepcional histrionismo. Con Nicolás la cuestión es
diferente: no es ni simpático, y nada le sale bien, sobre todo cuando
imita al finado. En el chavismo cunde la decepción.

Muchos que antes estaban del lado rojo rojito me han comentado que no
votarían jamás por una mala copia del "comandante -presidente", y que
mucho menos lo harán por quien ha usufructuado -junto a su pareja,
durante catorce años- todos los beneficios del poder con lujos que ya
los "oligarcas" se hubieran querido dar. Me dicen que prefieren no
votar, porque si van a votar lo hacen por Henrique Capriles, que al
menos tiene -dicen- una trayectoria y preparación para gobernar.

Por Maduro: ni que les paguen

Les decía al comienzo del escrito que muchas veces he sentido
desesperación ante el grosero manejo de los recursos del pueblo en favor
de la campaña de un mediocre. Hoy, la situación es distinta. Hoy estoy
optimista. No porque crea que los bandidos que están en los comandos
militares nos apoyen, o que el Tribunal Supremo de Justicia, o el
Consejo Nacional Electoral, o la Fiscal General, se estén dando cuenta
de que Nicolás Maduro sería una tragedia mayúscula para el país. Nada de
eso. Estoy optimista porque he hablado con mucha gente de los barrios y
sectores populares, de los que le tenían una fe ciega al difunto, y me
han dicho: "yo estaba era con Chávez, no con esta cuerda de incapaces y
corruptos, que por la desesperación de seguir robando fueron los
culpables de que Chávez muriera. Él no debió ser candidato, pero Maduro,
su esposa Cilia, y los malandros que hoy están comandando el ejército lo
convencieron. Por eso, por Maduro no voto, ni que me paguen"

Pues bien, amigo, eso lo dicen en esos sectores que pensábamos estaban
con el oficialismo. Es una verdad del tamaño de una catedral: en materia
electoral los votos no son heredables.

Nuestra tarea es que votemos todos los que fuimos el 7 de octubre, y
tratar de convencer al menos a uno de los que se abstuvieron, o que a
estas alturas los sentimos como Ni-Ni. Si logramos eso, no tengan dudas
que ganamos.

Sin chuparnos el dedo

No vayan a creer que lo que aquí escribo lo hago pensando que nos
enfrentamos a un régimen democrático, en el que los cambios se
producirán dentro de un clima de amor y de paz. Bien lejos de suponer
eso. Mucho menos piensen que los que hoy están regentando el poder se
quedarán tranquilos cuando pierdan, o al imaginarse que pueden perder.
Si olfatean una derrota tengan la plena seguridad que recurrirán a
cualquier marramucia para suspender las elecciones. Y si a pesar de eso
continúan con el proceso, estén seguros de que la desconocerán, porque
no es contra Nicolás a quien nos enfrentamos, sino contra el comunismo
cubano y a uno de sus tentáculos más poderosos y malignos: la
narcoguerrilla colombiana.

El 14 de abril solo es el comienzo del desmoronamiento del bandidaje
enquistado en Miraflores y en todos los poderes del Estado. El 14-A es
la antesala a los verdaderos cañones del pueblo. Ese día sufragaremos
desde muy temprano pero la caída del régimen que representa la mentira y
la traición, ocurrirá poco tiempo después. Escríbanlo.

Señores debemos votar para debilitarlo aún más de lo que está, pero
sobre todas las cosas, imploremos la unidad para vencer. A votar y a
luchar, con la firme convicción que cada día estamos más cerca de un
nuevo amanecer. http://www.el-carabobeno.com/

pabloaure@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/6930758.asp

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