Revolución y represión
Lo que le da sentido al éxito de los políticos es captar el camino para
potenciar las energías cívicas
JUAN MARTIN ECHEVERRÍA | EL UNIVERSAL
domingo 24 de marzo de 2013 12:00 AM
Todo movimiento revolucionario tiene una ominosa sombra que lo acompaña
y es la represión, ya que toda estructura hegemónica, tarde o temprano,
tiene que expresar su dominio en el control de las instituciones,
generando una atmósfera envolvente que se capta de inmediato en Cuba y
fue parte del miedo de los habitantes de Rusia y China hace muy poco
tiempo. Este razonamiento puede demostrarse con la simple observación de
hechos que hoy en día hacen parte de la historia, por eso la crítica del
poder y por ende el pleno funcionamiento de la prensa, radio y
televisión son indispensables. Pluralismo es democracia, pensamiento
único es totalitarismo.
La democracia aún tiene oportunidades en Venezuela, primero con las
elecciones del 14 de abril donde surgen tres escenarios: a) El triunfo
probable del candidato del régimen, b) el triunfo difícil pero posible
del candidato de oposición si logra aglutinar a quienes adversan al
régimen y c) la victoria del oficialismo por un margen menor. En los dos
últimos supuestos queda para el análisis un gobierno de unidad nacional,
que sería una demostración de sabiduría por parte de ambos contendores y
la consagración política del sentido común, ante una transición que
requiere algo diferente al radicalismo y respeto absoluto a los
postulados de la Constitución.
Después de las elecciones hay que implementar un ambicioso y pragmático
plan social, que atienda a los ciudadanos de menores ingresos, así como
una mejora sustancial del sistema de pensiones y de manera urgente la
inserción laboral de los jóvenes, a través de un acuerdo con los
empresarios e incentivos para su primer empleo. Lo anterior tiene que ir
acompañado de cambios profundos en los servicios de salud, aprovechando
las bondades iniciales de Barrio Adentro y el posterior
redireccionamiento de los pacientes que deben ser ingresados a
hospitales que funcionen y estén dotados de los insumos necesarios.
Jamás hemos estado de acuerdo con la tesis de que toda decisión política
es una elección entre varios males, eso no es cierto y el Nudo Gordiano
de la anarquía, improvisación y desconocimiento de los líderes naturales
del país, es reconocer que el poder termina por distanciar a la clase
política de la realidad y muy en especial a los que están en función de
gobierno, que cruzan la calle y ponen los pies en la acera contraria y
no ven lo que aprecia cada venezolano en materia de costo de vida,
empleo, inseguridad, fallas en los servicios, y las desviaciones de la
educación y sanidad.
Lo que le da sentido al éxito de los políticos que son verdaderos
estadistas, es su talento y olfato político para captar, en estos
escenarios de incertidumbre, el camino para potenciar las energías
cívicas al máximo y aprovechar el momento más acertado, luchando contra
factores adversos e imponiendo sus criterios: por eso son estadistas.
Las cosas pasan cuando la clase política no asume la magnitud de los
riesgos que reclama la actual democracia, y nadie puede alegar que no
sabe lo que ocurre en la Patria de Bolívar.
juanmartin@cantv.net
http://www.eluniversal.com/opinion/130324/revolucion-y-represion
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