La trágica vida de Hugo Chávez
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ | EL UNIVERSAL
viernes 22 de marzo de 2013 12:00 AM
En un expaís donde la tragedia es tan acentuada y extendida, es muy
difícil captarla en su real dimensión. No quiere decir esto que antes no
existiera, solo que ahora se produce una síntesis de ese inmenso dolor.
El viernes 15/03, en las exequias de Hugo Chávez, llama la atención que,
por razones no explicadas, se hace un acto de corta duración y se
contuvo la participación del "soberano". Los seguidores del "Comandante"
querían acompañar el cortejo fúnebre. Pero se acordó que apenas lo
verían pasar en el rápido tránsito hacia el "Museo Militar" o "Cuartel
de la Montaña".
Voceros habían manifestado que ese acto sería mucho más apoteósico que
el traslado del hospital a la academia militar. Pero no fue así. Se
realizó un acto con asistencia de representantes de varios sectores,
sin presencia del "soberano". La teleaudiencia se interrogaba sobre
aquel improvisado monumento-cementerio cuando se cortó la transmisión. Y
se informó que al día siguiente desde las 9 am estaría abierto el sitio
al público.
¿Era esto lo que quería HCh? El escenario muestra la tragedia final de
un hombre: después de haber utilizado y desechado para sus fines a tanta
gente, le tocó a él ser utilizado en todo sentido y dirección. A esta
situación lo condujo el propio curso y sentido de su vida y, finalmente,
el proceso de su enfermedad.
En el testimonio levantado con Herma Marksman (ABM, Hugo Chávez me
utilizó (Ccs, CPT-CEHA-UCV, 2004) se registran algunos elementos claves
para comprender esta dura realidad. Herma, de manera documentada, afirma
que HCh se sentía y era un solitario que, en nuestra opinión inicial e
hipotética, busca romper tal condición con una acción política que tiene
dos fases: antes y después de entrar en contacto con Fidel Castro.
El HCh solitario se muestra, por ejemplo, en un poema que escribe en
1988 frente al Cristo de Esquipulas en Guatemala: Cristo negro de
Esquipulas. Te miro / quise venir hasta ti, / desde muy lejos. / La vida
me ha traído, solitario / con mi cruz / invisible / y pesada, por los
sueños / que se fueron / y han llegado. Y aquí están". Y le pide al
Cristo luz para sus hijos. Y entre sus acompañantes están Cristina y
Herma. A la primera la trata como su hermana: "Negro y Cristo / ¡Es
Cristina! / que te veo / hermana / es la luz de la vida / que tendrás al
otro siglo / tu palabra / llegará. Sabia eres / Cristo Negro/ es
Cristina / dale luz / dale vida / ¡y reinarás!
Cristina Marskman, hermana de Herma, juega ya en este momento un papel
importante en los días de tormentos por los cuales pasa este hombre
devenido en conspirador. A ella le confía la lectura de sus manos y de
las cartas. Y de allí sale una relación que en un momento crucial
veremos estrellada.
Y frente al mismo Cristo le dice a Herma: "Y en la brisa / que se mete /
en las candelas / de este templo/ tus caricias / Herma mía / han
llegado/ y en la blanca/ inmensidad del santuario/ tu alma pura y noble
/ miro yo / y en verdiazul del paisaje / allí a su izquierda / Herma mía
/ veo tus ojos de centella/ de Angostura que me invitan a luchar /
bendita eres / Herma blanco/ Herma negro / Herma mía / como el Cristo de
Esquipulas".
Ella es entonces la acompañante de un solitario transitando los
difíciles caminos del golpismo. Una acción que adelanta sin mayores
recursos humanos. La actividad en lo esencial la realiza esta pareja. Y
muchas de las cosas programadas por él las ejecuta ella en su condición
de comandante Pedro.
El acercamiento de Herma a HCh ella misma lo explica: desde que lo
conocí percibí un hombre solitario, con muchas angustias y tormentos.
Alguien que se sentía carente de afecto y lo buscaba. Marcado por las
circunstancias de su niñez y por su condición de campesino. (pág. 291)
Una condición ligada también a su propia crianza. A él y a Adán los cría
la abuela. Al hogar materno van a los 11 años cuando ingresan al liceo.
Por ello el amor de él es hacia mamá Rosa, la abuela Rosa Inés. En carta
de su juventud le dice: "yo he vivido 20 años y tantos junto a ti y tú
me formaste, tú me enseñaste valores de este mundo podrido, yo lucharé
para que tú siempre te sientas orgullosa de mí". Y cuando ella muere le
escribe un poema que termina así: "Yo quisiera descansar junto a ti, al
final de la vida". (p.293).
Recién llegado a la Escuela Militar escribe en su diario que, a
diferencia de sus compañeros de Sabaneta, que andarán de fiesta con sus
novias, él está dedicado a formarse para cumplir responsabilidades en el
futuro. En 1974 también escribe en su diario, al ver llegar a CAP a
inaugurar los juegos intermilitares, que alguna vez quisiera ser como él
y conducir los destinos de la patria.
En un inicio pensamos que esa inclinación podría estar unida a un
lineamiento exterior. Pero cuando avanza en el proceso conspirativo la
situación se hace cada vez más enrevesada. El ciclo golpista lo inicia a
comienzos de los 80 y fue objeto de denuncias y delaciones y, sin
embargo, nada detuvo su andar.
Para el 04F-92 estaba montado el plan para un intento de golpe con
muchos comprometidos. El comandante de la operación se ubica en el Museo
Militar, sitio que toma sin mayores tropiezos pasada la media noche. A
media mañana ya estaba rendido y sobre el mediodía se concreta su
entrega y su llamado a seguir la lucha luego del fracaso registrado "por
ahora".
De Yare sale en marzo de 1994, por la medida de gracia otorgada por el
presidente Caldera, quien se sintió muy cercano al intento golpista
contra su rival CAP. Pero no se suma al gobierno como había aspirado su
benefactor, sino que lo enfrenta. En diciembre de 1997 deja atrás el
MBR-200 de la conspiración para dar paso al MVR e ingresar como
candidato a la presidencia. El 06-12-98, electo presidente, le llega la
hora de cumplir con altas responsabilidades. Trae un camino planificado
con el propósito de refundar la república. Y todo comienza con la
convocatoria a una Asamblea Constituyente.
En este momento se nota con fuerza el peso del solitario. A su lado solo
están quienes le son leales y juegan cerrado con él. Gente de toda su
confianza y que además no le discuta sus órdenes. A su vez, personas que
puedan ayudarlo a corregir esa especie de maleficio que gobierna buena
parte de su vida: la convicción, expresada a Herma en diferentes
circunstancias, de que "todo lo que toco lo destruyo". (pág. 298).
Esto empalma con el señalamiento que le hace un amigo, Genaro García,
cuando ya es presidente, en su espacio Tierra de Gracia, en un artículo
titulado "Hugo Rafael, te llegó el año de la pera". Sus palabras son
terminantes: "Ciertamente tenías razón cuando escribías que le tenías
miedo a tu poder de destrucción y que todo lo que tú querías y todo lo
que tú tocabas lo destruías". Este sentimiento de destructor acrecienta
las angustias, el tormento de HCh.
Y esto seguramente lo lleva al mundo esotérico. La mano o las cartas, en
el caso de su relación con Cristina, lo alerta de situaciones peligrosas
en medio de su obsesión de perseguido a quien querían matar. Y tal vez
el mensaje más duro que le transmitió la hermana en uno de sus últimos
encuentros fue el siguiente: veo en las cartas que tu vida no pasará de
los 58 años. Su reacción fue la del preocupado pero optimista. A la
larga el padecimiento continuaba.
En octubre del 1999 Cristina se enferma, limitada a una silla de ruedas
y en estado de gravedad le manifiesta a Herma su deseo de despedirse de
Hugo. Raúl Baduel, su secretario privado, prepara el encuentro pero
cuando es llevada al despacho presidencial, HCh se negó a recibirla. Es
posible pensar que el solitario y atormentado no haya querido un nuevo
contacto con quien tanto le conocía.
Sin embargo, la inclinación hacia lo esotérico continúa cuando se
produce su conexión con la realidad cubana y el período "babalao", aún
no documentado, pero que parece tener muchas evidencias. La atracción de
HCh por el escenario cubano comienza con su visita a La Habana en
diciembre de 1994 y crece en la medida en que se ahonda la participación
de Castro y su entorno G2 en la política venezolana.
A partir de fines del 2004 ya establecida Venecuba como instancia que
reúne las dos revoluciones, HCh pasa a dirigir la nueva república junto
con Fidel Castro. Por ello, a la hora de su enfermedad a partir del
junio del 2011 vemos cómo todo se dirige y ejecuta desde La Habana.
La tragedia está andando en él mismo, en su entorno y es llevada al
propio seno de este expaís. Y la crónica de su final tiene que ser
objeto de otro escrito. ¡Qué historia amigos!
T:@ablancomunoz
http://www.eluniversal.com/opinion/130322/la-tragica-vida-de-hugo-chavez
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