Monday, March 25, 2013

Arias Navarro, Raúl Castro, Nicolás Maduro y el combo de la sucesión

Arias Navarro, Raúl Castro, Nicolás Maduro y el combo de la sucesión
Jueves, 21 de Marzo de 2013 15:35
Julio Antonio Aleaga Pesant

Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) "¡Eres igualito a tu padre,
pero no te pareces a él en nada!" Esta maravillosa antítesis es una de
las mayores afrentas hecha al común de los varones, según las tesis de
Sigmund Freud.

Sin entrar al psicoanálisis, siguiendo con el proverbio indio, "nadie se
baña jamás en el mismo río", veamos el reto que los sucesores políticos
tienen ante sí.

Carlos Arias Navarro, Raúl Castro Ruz y Nicolás Maduro Moro, son los
herederos y sucesores políticos de tres caudillos de Hispanoamérica,
Francisco Franco y Bahamonde, Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, tres
dictadores mesiánicos que creyeron encarnar la esencia de los ciudadanos
de sus estados, y en el caso de Castro y Chávez, de toda Latinoamérica.

Ver a Nicolás y su Combo -como lo llamó el candidato presidencial
Henrique Capriles- llorar copiosamente durante las exequias de Hugo
Chávez, recuerda los pucheros de Arias Navarro al anunciar la muerte del
caudillo Francisco Franco, y también a Carlos Valenciaga, leyendo en el
NTV la renuncia del Comandante en Jefe .

Pero Carlitos Valenciaga, que no fue sucesor, es harina de otro costal.

Con lágrimas en los ojos, Arias y Maduro juraron ante los medios de
comunicación, con casi cuarenta años de diferencia, serles fiel a la
memoria del difunto. Trabajo difícil.

En menos de dos años, la sociedad española, cansada del franquismo, tiró
la toalla y con la complicidad del Rey Juan Carlos, el heredero
designado, llevaron al gobierno al reformista Adolfo Suarez, quien en un
truculento pero efectivo trato legalizó a los comunistas españoles y
estos, a su vez, reconocieron al sucesor.

La diferencia entre Arias y Maduro es abismal. De guagüero,
sindicalistas y guardaespaldas, Maduro, pasó a ser –según diría Fidel
Castro- el mejor intérprete del pensamiento de Hugo Chávez.

Pero Arias Navarro era Doctor en Derecho por la Universidad Central de
Madrid, funcionario del Ministerio de Justicia en 1929 y fiscal en
Málaga y Madrid. Se aproximó al bando nacional durante la Guerra Civil
Española. Como recuerdan Fraga Iribarne (El Cañón Giratorio) o José
María de Areílza (Diario de un Ministro de la Monarquía), antes de la
guerra, Arias era vagamente afecto a la izquierda en aspectos como el
anticlericalismo.

Como fiscal en los consejos de guerra del bando franquista, castigó y
mandó a ejecutar a los partidarios más significativos de la República
durante la Guerra Civil, y la posguerra, en la ciudad de Málaga, donde
recibió el apodo de El carnicero de Málaga. A Arias se le atribuyen más
de 4.300 muertos. Fue nombrado gobernador civil de León, en Tenerife y
Navarra, Director General de Seguridad y Alcalde de Madrid. Tras la
muerte de Carrero Blanco a manos ¿de la CIA o la ETA?, y tras el
entreacto de Torcuato Fernández Miranda, fue elegido jefe de gobierno
por su cercanía a la familia del dictador y le tocó correr con la suerte
de ordenar el mandato del caudillo.

A diferencia de Maduro, que trata de imitar al caudillo de cara a la
campaña presidencial, Raúl Castro Ruz, hermano del caudillo insular, no
trata de calzar el zapato del hermano tras siete años en el poder. Todo
lo contrario. El mismo desmonta el sistema de su hermano, ladrillo a
ladrillo, diciéndoles a todos, que esto es más de lo mismo. Pero los
cambios son visibles y si no, pregúntenle al hermano y al bunker, que
están ahí para certificarlo.

La tarea de interpretar el pensamiento del caudillo llanero, para
Nicolás y su combo parece más difícil. En lo personal, Maduro está
custodiado por lobos. La hija segunda de Chávez, la Gabriela, calza pie
grande y los analistas la ven como la sucesora de su padre. El
Vicepresidente Arreaza, ex Ministro de Comunicaciones casado con la
primogénita del caudillo, es de armas tomar. Y qué decir del flamante
canciller Elías Jaua, o el Presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado
Cabello.

Es probable que en la carrera de cien metros, la jauría se ponga de
acuerdo para ocupar sus posiciones, pero en la maratón política es
probable que se desplacen los afectos, se rompan las alianzas y todo lo
demás que se sabe pasa en política.

Para Cuba actualidad: aleagapesant@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/internacional/52-mundo/6872-arias-navarro-raul-castro-nicolas-maduro-y-el-combo-de-la-sucesion.html

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