Publicado el jueves, 03.28.13
El potaje preelectoral venezolano lleva niños, banderas e insultos
Laura Barros
EFE
Caracas- -- Niños para abrazar, que canten o reciten ante multitudes,
banderas e insultos de lado y lado condimentan el atípico potaje de la
precampaña en Venezuela, que elegirá el 14 de abril al sucesor del
fallecido presidente Hugo Chávez.
Sin Chávez como el rival a vencer por primera vez en 14 años y una
campaña que apenas durará 9 nueve días, como en la guerra o en el amor,
todo se vale para que el presidente encargado, Nicolás Maduro, y líder
opositor Henrique Capriles conquisten votos.
Con los tiempos reducidos desde que el pasado 9 de marzo el Consejo
Nacional Electoral (CNE) convocó a unas elecciones anticipadas en el
país, la norma que regula estos procesos parece la principal damnificada
cuando de buscar el favor del pueblo se trata.
Los prohibidos símbolos patrios en gorras y atuendos o las tampoco
permitidas imágenes, sonido o presencia de niños y adolescentes han
aparecido en los últimos días en actos de precampaña, a pesar de que la
normativa impide la propaganda fuera del lapso de campaña establecido
por el ente electoral.
Con el tricolor nacional en el cuello o una chaqueta con los colores
patrios, Maduro encabeza actos en los que se presenta como el "hijo de
Chávez" y promete una "paliza" a su principal contendiente, el
gobernador opositor Henrique Capriles, quien, a su vez, luce en sus
encuentros con seguidores una gorra con los colores de la bandera.
Maduro, que fue chófer de un autobús y líder sindical antes de ingresar
en la política de la mano de Chávez, no ahorra epítetos para referirse a
Capriles, un abogado de 40 años, como "fariseo", "perverso" y "burguesito".
De vuelta tampoco recibe halagos y Capriles, que nunca tuteó o usó
adjetivo o insulto alguno en sus discursos hacia el fallecido Chávez,
tilda al presidente encargado de "toripollo" (tonto alto) y "mentiroso",
e incluso subraya que este no ha sido elegido mediante el voto en ningún
cargo.
Y mientras los actos se intensifican a medida que se acercan las
elecciones ya son varios los niños que han subido a la tarima de Maduro,
que los abraza o besa y les hace algunas preguntas, mientras los
pequeños protagonistas terminan por robarse el espectáculo interpretando
música llanera o recitando en honor a Chávez o al libertador Simón Bolívar.
Las millas recorridas también han sido objeto de disputa. Capriles acusa
a Maduro, que antes de ser vicepresidente se desempeñó durante seis años
como canciller de Chávez, de conocer otros países o responder a sus
"jefes" de Cuba en alusión al presidente de la isla, Raúl Castro, y su
hermano y líder Fidel.
"Habría que preguntarle a otros si saben dónde queda Cabimas", afirmó
este martes Capriles desde esa localidad del estado Zulia (noroeste).
"Sabe dónde queda La Habana, Beijing (Pekín), saben dónde queda Rusia,
Bielorrusia, Irán, pero nunca han puesto un pie aquí en la Costa
Oriental", añadió.
Maduro, en una intervención el mismo día, le respondió que conoce "muy
bien Caracas" e indicó que "no tanto como conoce alguien por ahí Nueva
York", en alusión a Capriles, de quien, dijo, "tiene una mansión" en esa
ciudad estadounidense.
"Nunca ha aclarado de dónde sacó los millones de dólares para comprar la
mansión que tiene", agregó.
Y mientras símbolos o frases van y vienen, los comandos "Hugo Chávez",
que reúne en torno a Maduro a las fuerzas del oficialismo, y "Simón
Bolívar", que representa a Capriles, siguen esperando el pistoletazo de
salida para conquistar oficialmente a un electorado que no tendrá como
favorito al hombre que lo gobernó desde 1999.
http://www.elnuevoherald.com/2013/03/28/1441211/el-potaje-preelectoral-venezolano.html
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