Sunday, July 15, 2012

Capriles y los Militares

Capriles y los Militares
Luis Betancourt Oteyza
Sábado, 14 de julio de 2012

Les habló el jueves 12 de julio Henrique Capriles en el lenguaje de
todos nosotros, con respeto y pidiendo para ellos respeto; con
sinceridad, tocando sus verdaderos problemas profesionales y familiares;
citando sus intereses altruistas y no ofreciendo dádivas vergonzosas
como quien los trata cual meretrices dispuestas al mejor postor, en
especie, oropeles o numerario.

Acabo de ver y oír el mensaje del candidato Henrique Capriles al sector
militar. Mi atención no se acrecentó por la estúpida prohibición
contenida en el radiograma emanado del ministerio de la defensa rojo
rojito que minutos antes se denunció en el programa del valiente
"Ciudadano", Leopoldo Castillo; ya había surgido el interés por conocer
la merecida respuesta a los abusos exagerados y reiterados de Chávez a
los militares, que este 24 de junio y 5 de julio llegaron al paroxismo.

El Tirano no se ahorró en disparates ante las FAN que una vez más han
sufrido sus embates megalómanos y sus manipulaciones irrespetuosas. Eso
de afirmar que "el que no es chavista, no es venezolano" no fue más que
el producto de una mente agobiada por los medicamentos y calmantes, y el
miedo que cada día le atenaza el gañote. Buena respuesta también recibió
de Capriles: "No es el presidente quien decide quién es venezolano, sino
los venezolanos quienes deciden quién es el presidente", y Chávez se
quedó sin reacción, se privó, y esto hay que resaltarlo.

En efecto, algunos hemos venido notando que Chávez está agotado y sin
recursos en esta campaña electoral que se le vino encima por el torpe
cálculo de adelantarla para que la incapacidad y muerte no le coleara la
parada del continuismo tramado en beneficio de Fidel Castro, el
verdadero mandamás de Venezuela. Todos en su círculo de cómplices, que
incluye a su familia, acordaron adelantar sin justificación aparente la
fecha de la elección del próximo presidente, en una maniobra que no
termino de desmadejar pero que evidentemente la garra sanguinolenta de
Fidel Castro manipuló en beneficio de conservar su colonia petrolera;
pero su Títere no estaba en condiciones físicas y mucho menos anímicas.

El candidato del gobierno no es capaz de hilvanar un discurso coherente,
de la contundencia que se requiere para vender su catástrofe como una
gesta revolucionaria, ni esquivar su entrega a los hermanos Castro con
una siembra de ánimos épicos que logren esconder su traición a
Venezuela. Se le acabaron los argumentos para manipular, misiones más,
misiones menos, a los venezolanos.

Eso era de esperar y se veía venir. Lo que no supo prever, ni él ni sus
conmilitones adulantes, es que en un grupo de venezolanos selectos, como
son nuestros militares, ya al rey se le veía desnudo. Que los crímenes
contra personas y bienes los tiene hastiados, tanto o más que al resto
de los nacionales. Que en ese mundo, que vive de la disciplina y el
mérito, sus ordinarieces hace tiempo que ya habían rebasado lo
permisible y que la situación en las fronteras, donde la entrega a las
FARC y el narcotráfico se hace insoportable, el abandono de los
cuarteles y sus moradores llegó a lo impensable. Hoy recorrer las más
importantes instalaciones de nuestras FAN da vergüenza; su descuido
denuncia desprecio por la institución y la más bochornosa de las
corrupciones. La intromisión de cubanos e iraníes, que fue patente en la
presentación de los "drones", descubiertos por la prensa extranjera, y
pretendidamente construidos aquí, resulto una burla a quienes adentro
conocen su verdad y una lacra para los oficiales que se prestaron a la
comedia.

Pero, como era de esperar, el sector miliar venezolano, nutrido de
ejemplos que lo llenan de orgullo, que supo defender la patria de la
invasión cubana en los 60, entregando las vidas de sus soldados y
oficiales, muy jóvenes todos; que ha sabido estar de pié cuando se ha
requerido su señal en defensa de nuestras inestables fronteras; que ha
sostenido los derechos de todos cuando ha parecido flaquear el poder
civil, no se arrodilla ni a las amenazas de Chávez ni a sus ofensivos
halagos. Ahí está, como siempre, y a esos venezolanos les habló hoy
jueves 12 de julio Henrique Capriles en el lenguaje de todos nosotros,
con respeto y pidiendo para ellos respeto; con sinceridad, tocando sus
verdaderos problemas profesionales y familiares; citando sus intereses
altruistas y no ofreciendo dádivas vergonzosas como quien los trata cual
meretrices dispuestas al mejor postor, en especie, oropeles o numerario.

La alocución de Capriles reflejó un respeto y consideración que nuestros
militares merecían desde hace tiempo. Llegó la hora para ellos también y
estarán, una vez más, al lado de nosotros, pues todos somos el pueblo de
la Venezuela libre y soberana.

betaluis@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/7216856.asp

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