Será imposible detener lo que viene
Felipe Elías Mujica
Miércoles, 11 de julio de 2012
El que no es chavista no es venezolano, esa frase dicha por Chávez
exacerba al máximo la división y el odio en la Venezuela de hoy.
Día a día de manera reiterada vemos por nuestras calles episodios como
el que se vivió en La Vega, durante el acto de campaña de Capriles.
La polarización fascista que a fondo acelera Chávez en tiempos de
campaña, evidencia su temor ante la ola de paz, bienestar y progreso que
representa la unidad nacional al lado de Capriles.
Los rojitos se creen dueños de parcelas, pervierten a las instituciones
y desconocen de modo grotesco la ley. Como hará el chavismo cuando no
puedan parar a la masa enardecida. Tanto jugar con candela al final
termina siempre con una quemada.
La campaña del progreso pasa por los lugares más paupérrimos del país,
eso preocupa al sector oficialista, mas cuando saben que no pueden
responder igual, no solo porque el presidente está enfermo, sabemos
también que hay muchos chavistas desencantados.
Los pobres luego de catorce años están al tanto que los rojitos no los
sacaran del atraso, por el contrario los hunden más al agregarle a la
pobreza el desastre de los servicios públicos y el flagelo terrible de
la inseguridad que convierte a nuestras ciudades en pueblos fantasmas
cuando llega la noche.
Capriles se está centrando en lugares olvidados por Chávez, ahí hay
muchos chavistas con sueños truncados, muchos indecisos, también se
incorporan algunos nuevos votantes. Esa gente pide reconciliación y
progreso. Ese es el camino.
Chávez sigue mintiendo a los venezolanos, ahora expresa que no tiene
tiempo para hacer campaña. El siempre ha estado en campaña, lo que pasa
es que ahora no puede, ni la salud, ni el pueblo lo acompañan igual que
antes. Como cantaba Hector La Voe "Todo tiene su final, nada dura para
siempre".
Mientras la alegría acompaña a los rostros del pueblo junto a Capriles,
por el otro lado caras largas dejan claro la tragedia que viven hoy los
rojitos junto a su mandón, prueba de eso el patético acto de graduación
de los alférez.
Es la reconciliación una de las mejores ofertas para el pueblo
venezolano. Chávez nunca podrá ofrecerle al país la unión, el se nutre
del odio y la división. Es la mediación entre un sector y otro el gran
pacto de paz nacional.
Un país reconciliado, que busque sus puntos de encuentro, sin venganzas
ni persecuciones, generara el clima perfecto para una transición en paz
hacia el progreso.
Pesadillas generan las aclamaciones diarias que recibe Capriles, será
por eso las instrucciones que dan para torpedear los actos de la unidad
nacional. No tendrán éxito, la campaña de la alegría, la paz y el
progreso, seguirá visitando casa por casa a todos los venezolanos, a
unos y otros, por fin tendremos un presidente para los 28 millones de
compatriotas. Hay un camino, no nos detendran.
fmujica@gmail.com
http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2462660.asp
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