Al rescate de la democracia y la economía

Al rescate de la democracia y la economía
Alexander Guerrero
Martes, 10 de julio de 2012

Comienza la campaña electoral, el camino para sacar a Venezuela de la
ruta al comunismo esta allí, el rescate de la democracia es fundamental
para la recapitalización de la economía y la vuelta del capital privado
nacional, sin la inversión productiva privada no habrá crecimiento
sostenido ni empleos de calidad. La vuelta a la historia es de vida o
muerte, pasa por eliminar el régimen económico de servidumbre
administrado por una nomenclatura fundada en el poder económico del
Estado/Gobierno poseedor de los activos más rentables de la economía.

Ese poder político ilegítimamente constituido configura un entorno
institucional para eternizar un poder totalitario que aplasta libertades
y destruye el espíritu creador y emprendedor del individuo. ¿Qué ha
pasado en estos años? ¿Cuánto capital físico en propiedad de venezolanos
y cuánto capital humano en manos e inteligencia del ciudadano hemos
perdido? ¿Cuál es el costo intergeneracional de ese experimento social?
¿Cuál es el valor económico de las libertades perdidas y restringidas?
Veámoslo en petróleo para hacernos una idea.

En 1998 Pdvsa planificaba en conjunto con sus socios nacionales y
extranjeros para unos 10 años una producción de 6 millones de
barriles/día. La revolución mató el capital humano y descapitalizó la
industria, pateó los socios de Pdvsa y redujo la producción de petróleo
a 2.4 millones de barriles/día. Una diferencia de 3 millones de
barriles, y hoy somos importadores de combustibles. Si multiplicamos por
$80 el barril, las pérdidas montarían a los $150.000 millones. Además de
contabilizar empresas de capital privado cerradas, confiscadas y
estatificadas que nos convirtió en un país que solo exporta petróleo e
importamos el 75% de la arepa. El capital humano ocupado en una
buhonería estimulada por el gobierno, por agenda política, sobreviviendo
un régimen de servidumbre que le compra su voluntad de vivir; en la
esclavitud del socialismo.

Ese capital perdido en manos de buen gobierno pudo haber solucionado
problemas básicos en servicios públicos, educación, salud y ahorro
previsional de 18 millones de venezolanos. No todo está perdido, depende
del voto del venezolano habilitado para cambiar el curso que permita
construir un régimen socio-económico basado en el trabajo, el ahorro y
en el emprendimiento natural del ciudadano, en la economía, en la
propiedad privada, se produzca la riqueza que mejoraría la calidad de
vida del venezolano, sin que intermediarios políticos en el gobierno la
derrochen y la sometan al orden de sus privilegios por administrarla.
Eliminado el régimen de servidumbre basado en un miserable reparto del
gasto publico y afianzado en el principio de subsidiariedad, los
venezolanos den cuenta de su espíritu emprendedor ejercido en un entorno
jurídico donde sus derechos no estén patrimonializados por el miedo y el
poder político.

Las bases de una organización socio-económica para el progreso no están
en el Estado patrimonial propietario, sino en la sociedad con individuos
dueños de sus propias economías. El Estado, tendría que dedicarse con
eficiencia a las labores redistributivas de parte de la renta del
petróleo y los impuestos de la gente y sus empresas en salud, educación,
infraestructura, y en la creación de una sociedad segura que elimine la
violencia y recupere la seguridad ciudadana. Ello exige un
reordenamiento de las finanzas públicas y del proceso creador del dinero
(BCV) para desterrar la inflación y la pobreza que ésta produce.

Si el Estado cumple con esas labores, los fondos generados con un
petróleo a 60 dólares, como base, serían más que suficientes para
cumplir con esos objetivos. Condicional a ello, hay que iniciar el
arqueo de los fondos petroleros y por endeudamiento puesto en manos del
actual gobierno y administrado discrecionalmente, sin controlabilidad ni
auditoría y sin balances; contabilizarlo no es difícil, la banca
internacional a través de las instituciones financieras multilaterales
dispone de la información requerida. El gobierno de H. Capriles tendrá
la tarea de acoplar esos fondos y disponerlos en las estructuras
financieras formales que permitan al ciudadano su control, la democracia
es para eso.

Esa tarea hay que emprenderla con urgencia, dada la precariedad legal
emanada de la AN como de la Presidencia en Leyes Habilitantes para
operar fondos para-presupuestarios que han acondicionado al BCV, a
Pdvsa, al Tesoro de la República, a una administración cuyo objetivo ha
sido diluir el seguimiento de las transacciones financieras además para
evadir la vigilancia debida de las instituciones creadas para auditar y
controlar su administración, que han actuado enmarcadas en una especie
de "celestinismo" financiero. Se crearon condiciones de precaria
legalidad que hacen imposible al ciudadano lacontrolabilidad de la
acción administrativa en relación a la hacienda pública por parte del
Presidente y de los Directorios de Pdvsa y BCV, Fonden y otros fondos
fundados con petróleo y endeudamiento tanto de Pdvsa como de la
República. ¡Es hora de sacar las cuentas, aplicar justicia y acabar con
la antihistoria!

Economist, PhD.

Alex102@movistar.net.ve


http://www.analitica.com/va/economia/opinion/7083083.asp