Posesión

Posesión
[11-07-2012]
Angélica Mora
Imagen cortesía de Angélica Mora.

(www.miscelaneasdecuba.net).- Venezuela jamás pensó que el hombre que
prometía limpiar de corrupción al país se sumergería en ella y
destrozaría la nación hasta hacerla irreconocible.

Las noticias de la ejecución de una mujer afgana horrorizaron a la mitad
del mundo. La otra mitad contempló el hecho sin inmutarse porque son los
que abusan de los seres que ellos poseen.

El caso de los maltratos contra la mujer en los estados musulmanes es
lamentable y de alta preocupación para los países occidentales, pero lo
son también ignorar los múltiples sometimientos al libre albedrío del
ser humano, más allá de las leyes contempladas en el orden público.

Los regímenes de fuerza abusan del poder que tienen en sus manos,
adquirido mediante engaños al comienzo del apoderamiento de los pueblos.
Los casos de Cuba y Venezuela son los más significativos:

El pueblo cubano subyugado por promesas y encadenado más tarde cuando
Fidel Castro llegó al poder, ha estado poseído por el castrismo por 53
años. En esos años ambos hermanos han desintegrado la nación,
dividiéndola socialmente y pauperizándola económicamente a extremos
jamás soñados en los tiempos de prosperidad de esa nación antillana.

Venezuela jamás pensó que el hombre que prometía limpiar de corrupción
al país se sumergería en ella y destrozaría la nación hasta hacerla
irreconocible. La corrupción en la tierra de Bolívar es rampante. La
entrega del patrimonio nacional se produce a gran escala desde hace 13
años y muchos piensan que una vez liberado el país, costará decenios
para volverlo a una parte de lo que fue. Mientras tanto, la delincuencia
está acabando con la vida de sus habitantes y la mafia y las guerrillas
actúan impunemente desde hace años dentro del territorio nacional.

La soberbia y prepotencia de algunos gobernantes de América Latina,
que se aferran con mano dictatorial al poder, sólo se pueden comparar a
los que mandaban en los años previos a la caída del Imperio Romano y en
los tiempos de la Alemania de Adolf Hitler.
Como bien sabemos por la historia, se vinieron al suelo estrepitosamente.

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