"El modelo político de Chávez está sustentado en el miedo"
"Desde el Gobierno Nacional se ha diseñado una estrategia para crear
miedo" "Los precandidatos tienen que tener la capacidad de generar
ilusiones e impactar afectivamente"
SARA CAROLINA DÍAZ , LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI , PSIQUIATRA | EL UNIVERSAL
sábado 24 de diciembre de 2011 12:00 AM
Miedo de ir a comprar el pan, miedo de salir de noche, miedo de que no
haya leche, miedo de que no te den los dólares, miedo de alquilar un
apartamento, miedo de hablar de política, son parte de los temores de
los venezolanos, que a decir del psiquiatra y escritor Luis José
Uzcátegui se han agudizado en la última década y han convertido al país
"en una sociedad del caos".
Al miedo, añade, no hay que tenerle miedo, sino confiar más en su poder
organizativo y minimizar el efecto paralizante que se ejerce en gran
medida desde el poder, "porque desde el Gobierno se ha diseñado una
estrategia para crear y mantener el miedo".
Del tema habla Uzcátegui en su libro La Miedocracia publicado en
noviembre pasado y ya agotado en las librerías nacionales. "El miedo en
la historia ha cambiado (...) en la actualidad recibir alimentos,
viviendas, atención médica y ofrecimientos de paz es un sainete que se
convierte en fuente de miedo", dice el prefacio.
-¿Existe hoy en día un miedo distinto al que había en lo que el
oficialismo ha llamado Cuarta República?
-Desde el Gobierno Nacional se ha diseñado una estrategia de crear
miedo. Todo poderoso es quien tiene posibilidades de resolver, de dar y
también de quitar. Pero nunca como hoy el miedo ha sido tan intenso
porque el actual modelo político está sustentado en el miedo. Si se
analiza con cuidado cualquier dimensión del ejercicio del poder en los
últimos 12 años vemos que todo es miedogénico. ¿Qué no genera miedo acá?
Todo, absolutamente todo. Todo poder ejerce una dependencia con el
ciudadano, los regímenes anteriores generaban un miedo manejable, de si
se pierde algo no dejas de trabajar, de salir, etc. La intensidad del
miedo ha cambiado 100%. Este gobierno se basa en el miedo para
mantenerse y sustentarse. En el libro hablo de 'la ilusión morbosa', es
decir, te voy a dar algo pero a cambio de eso tu vas a tener que pagar
una cuota, tu vas a tener que entregar algo, ya sea el voto, tu
voluntad, participar en una marcha y algo más que es aun más
catastrófico: cuidado y me tienes que entregar tus ilusiones. Nunca como
ahora se ha generado una epidemia de miedo en el país.
-¿Qué estrategia se utiliza para generar ese miedo?
-Con pobreza, tragedia y retroceso social se aparece luego como el
'salvador'. Una de las estrategias para crear miedo es de manera sutil
cuando se pone al mensaje un velo de bondad con la pretensión de hacer
mayor daño sin que se note como 'no soy indispensable pero si me voy o
pierdo las elecciones llegará inevitablemente la tragedia' esa es una
forma de chantajear y activar el miedo al abandono. También está la
desrealización: el venezolano un ataque comunicacional mantenido que lo
lleva a estados psíquicos transitorios y reversibles de no saber dónde
se vive ni qué le está pasando. Se pregunta '¿este es mi país', '¿cómo
se llegó a esto?'.
-¿De qué forma enfrentar el miedo?
-El miedo es una función básica ancestral y nos permitió y nos permite
sobrevivir, es fundamental por esa razón. Primero tenemos que conocer
qué es el miedo, conocernos a nosotros mismos e identificar nuestras
emociones, una vez que se identifica el estado emocional podemos ser
libres y allí es cuando comienzan a darse respuestas maravillosas, como
por ejemplo, crear respuestas colectivas grupales con consecuencias
colectivas. Si no se hace así el peligro está en que se generen otros
tipos de respuestas sustentadas en emociones como la rabia, la
desesperación y eso es lo que estamos viendo hoy en día.
-¿Es posible revertir esa cultura miedogénica? ¿Cómo se hace?
-La forma en que los pueblos logran resolver eso es cuando se adquiere
conciencia de lo que está sucediendo y para eso necesitamos dirigentes.
Ganar o perder elecciones también depende de cómo se conozca y se maneje
el miedo. La dirigencia política, cultural, religiosa, etc, es
determinante y debe lograr transmitir mensajes contundentes que hagan
contrapeso a Hugo Chávez que sin duda tiene muchísima pegada
comunicacional... pero ¿cuáles son los mensajes que él transmite? Si
eres transgresor eres bueno, mientras estemos en esa trampa necesitamos
que exista una contraparte, un contrapeso y por eso es determinante los
liderazgos.
-¿Y cómo deberían ser esos mensajes que hagan contrapeso?
-El pensamiento mágico. Eso no tiene que ver esoterismo. Es una función
determinante en el humano. A ver quién no tiene la ilusión de que nos
vaya mejor en 2012. Ese es el pensamiento mágico, que se tenga capacidad
de generar ilusiones en el venezolano y que sea capaz de impactar
afectivamente. Hoy en día se pueden generar estrategias interesantes
para generar carisma tanto individual, grupal y colectivamente. Una
expresión carismática maravillosa se dio cuando los estudiantes
invitaron a los precandidatos de oposición a un debate y al final
espontáneamente se tomaron de las manos y levantaron las manos, eso fue
uno de los íconos más impactantes que ha tenido en los últimos años la
sociedad venezolana. Allí se vio una referencia diferente a Chávez. Allí
se vio un conjunto que transmitió comunidad, emoción bonita, seguridad y
algo muy determinante que es la confianza.
-Sin embargo, esa conexión emocional se vio al final del debate, según
algunos analistas que calificaron el encuentro más bien frío, con más
argumentos que emociones...
-Hay que empezar por algo que cuesta mucho que es la humildad, eso la
que nos permite ser sabios. Si se reconoce que no se tiene ese impacto
carismático entonces es útil empezar a reflexionar qué se puede hacer.
Si se tienen apetencias de aspirar a la presidencia de un país, bueno,
eso es determinante. Si estamos esperando que sea el Chávez vs. Chávez,
que es el ego vs. el alter ego, bueno... todos los humanos tenemos un
lado que nos hace ser torpes y limitados y eso es inevitable. Las
culturas desarrolladas están claras que de allí se aprende mucho pero en
nuestra cultura eso cuesta aceptarlo. Observa lo que pasa con Chávez,
comete muchos errores, que es el alter ego, y si esperamos que sea el
ego vs el alter ego el que determine qué va a pasar en elecciones
tenemos problemas. Hay que agregar otro elemento que es construir el
liderazgo arrollador, carismático, sensible, encantador y mágico.
-Pero el carisma se puede fabricar?
-Sí, yo he observado a varios precandidatos generando una confluencia de
espontaneidad y de asesoría, más encanto. Tienen que tocar el alma.
-¿Hay un miedo al revés? ¿Desde el poder hacia los ciudadanos?
-Ningún agresor, ningún bárbaro adolece de un terror tremendo a perder
elementos de poder. Perder los tanques, los aviones, el mando, por
ejemplo. Todo ser que tiene templanza no es miedoso porque ha convertido
el miedo en una referencia creativa. Todo ser que apabulla e incita a
una sociedad a que se divida, polarice, a que haya escuálidos, majunches
y premajunche s tiene grandes terrores a la realidad y a la vida.
-¿La falta de resultados en la inseguridad es parte de esa estrategia de
la que habla para mantener el miedo?
-La transgresión va vinculada con la inseguridad, con lo incierto,
porque una forma de mantenerse en el poder es generar ambientes
caóticos. El totalitarismo es un caos, siempre hay enemigos,
transgresión y como estamos ya arrancando la segunda década del tercer
milenio los formatos han cambiado así como la modalidad de los
totalitarios. Podemos decir que allí Chávez es una estrella.
-¿Cómo ese temor se refleja en los venezolanos o como lo expresan?
-Hay tres dimensiones donde el miedo se ve reflejado, la dimensión
orgánico-fisica: se alteran los sistemas inmunológicos, surgen
enfermedades cardiovasculares e intestinales; otra dimensión es la
emocional, hay angustia, depresión y tristeza. El día en que se hagan
registros serios nos daremos cuenta de que Venezuela es uno de los
países donde la salud mental está en el suelo, pero como no hay
registros. Otra dimensión es la interacción social, la familia, la
economía, no se encuentran los productos, café, leche, aceite. Hasta el
sexo, no se puede tener disfrute del encuentro íntimo si estamos llenos
de miedo. Y esto no tiene diferencia de clases sociales.
-¿Cómo califica a la sociedad venezolana?
-Venezuela es el país del miedo, del caos.
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