El nuevo hombre socialista
JOSÉ MAYORA | EL UNIVERSAL
viernes 24 de mayo de 2013 12:00 AM
Diera la impresión que el socialismo del siglo XXI se encuentra en una
nueva fase signada por el relevo del liderazgo en la persona del
primer presidente chavista. Esta circunstancia hace pensar en que la
dirigencia de este movimiento debe estar revisando el modelo para hacer
los ajustes correspondientes, motivado, entre otras cosas, por los
resultados cuantitativos del proceso que no parecen ser los más halagüeños.
Poniéndome en el lugar de la "nueva" dirigencia "peseuvista" la
preocupación inicial es con quién se va a realizar esta nueva fase del
proceso revolucionario. La inquietud es, aparentemente, fácil de
resolver pues uno de los objetivos del proceso era contar con un nuevo
hombre socialista: después de 14 años, ¿existe ese nuevo hombre?
Para tratar de confeccionar un perfil de este nuevo "homo rojitum" hemos
debido escarbar en diversos documentos y, más importante aún, observar
las conductas de los que desde la cúpula oficial, modelan la propuesta.
Las virtudes incluidas en este novedoso perfil la encabeza la
solidaridad con los semejantes siempre y cuando ese semejante sea
verdaderamente semejante, es decir profese el mismo credo, de manera que
la solidaridad debe ser excluyente pues, y he aquí el segundo atributo,
el amor sugiere selectividad, no se puede amar a todo el mundo y menos
a quien nos adversa. El tercer atributo debe ser el culto a la única
verdad aceptable, la verdad socialista aquella que navega en el mar de
la felicidad. Este nuevo hombre debe ser capaz de proveer felicidad en
medio de las carencias propias de un régimen que pretende que todos los
hombres sean iguales.
¿Quiénes son los prototipos de este nuevo ser? Obviamente uno se
pregunta quiénes pueden ser los modelos a seguir y los nombres que me
salen al camino son: Diosdado Cabello, Nicolás Maduro, Pedro Carreño,
Iris Varela, Cilia Flores, Luisa Estela Morales, Mario Silva, Tania
Díaz, Jorge Rodríguez. Esta lista, que no es exhaustiva, es, a mi manera
de ver las cosas, representativa de lo más graneado del socialismo
reinante, portadores de todos los atributos del perfil ya definido.
¿Ha percolado este perfil a todo el contexto social? Más que hacer una
pregunta hagamos una prueba empírica: recorramos las calles de día pues
de noche es riesgoso; visitemos la morgue de Bello Monte con frecuencia;
realicemos un tour alimentario para buscar harina, papel o aceite;
busquemos un repuesto automotor para descansar del tedio que significa
manejar. En estas situaciones, ¿se puede corroborar la felicidad
socialista que embarga a los ciudadanos venezolanos?
La gran pregunta que debemos hacernos es en qué momento los venezolanos
tendrán una vida normal dedicados a producir, a crecer en armonía, a
recobrar el diálogo entre actores diferentes, a recorrer las calles sin
temor a ganarse la lotería del delito, a prender un radio o una
televisión para enterarse de lo que ocurre o a divertirse y no a
sobresaltarse con algún anuncio nefasto o alguna cadena impertinente.
Desde el día que Nicolás Maduro se encargó de los destinos del proceso
socialista increíblemente se olvidó del país, en otras palabras, aún no
se ha encargado de gobernar al país y lo peor es que no sabemos cuándo
se sentará en su escritorio de Miraflores a asumir las tareas del jefe
del Estado. Por cierto, que esta misma preocupación la sentimos por los
jefes de cada uno de los poderes que integran el sistema democrático
venezolano.
Mayora.j@gmail.com
http://www.eluniversal.com/opinion/130524/el-nuevo-hombre-socialista
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