Monday, May 27, 2013

Corrupción versus Crisis

Corrupción versus Crisis
ECCIO LEÓN R. |  EL UNIVERSAL
lunes 27 de mayo de 2013  12:00 AM

Una persona manipuladora es aquella que intenta recrear todo a su alrededor a su gusto y semejanza, estos se basan en cosas absurdas (por no decir todas) y hacen cosas que no se sostienen por ningún lado, como esconder la gravedad de una situación de mala política que ha llegado al extremo de una crisis política que ha puesto al descubierto una enorme corrupción.

La crisis deriva en buena medida de la corrupción, es decir, de la manipulación o trasgresión de las normas que rigen el sistema económico con vistas a lograr un beneficio particular. La existencia de corrupción es un problema de higiene organizacional que se debe abordar y prevenir y de buscar culpables reales. Es preciso dedicar esfuerzos no solo a analizar la corrupción propiamente dicha, sino también la imagen que la opinión pública, o ciertos sectores de la opinión pública, tienen de la corrupción. Las creencias y reacciones emocionales sobre la corrupción pueden tener consecuencias sociales tan importantes en términos de inestabilidad política o económica como el fenómeno en que se sustentan. La crisis económica no es ajena a que la falsedad, la impostura y el engaño en muchas situaciones que son vistas como un rasgo de inteligencia o de viveza. Pero la crisis ha llevado aparejada actuaciones injustas que han beneficiado a unos pocos y han perjudicado a la inmensa mayoría, lo que ha extendido masivamente la injusticia social. La crisis política y económica ha destruido el valor de los aparatos productivos privados y estatales. Con la crisis se han incrementado la corrupción, se ha bloqueado el acceso a la inversión  y se ha reducido el poder adquisitivo  a su mínima expresión. Las ayudas públicas a los más desprotegidos esta desapareciendo rápidamente, las dificultades han disparado el déficit público, una carga difícil de soportar para las futuras generaciones. Además la crisis también ha tenido consecuencias para la salud, ya que ha generado incertidumbre, desesperanza y estrés en muchas familias y ha exacerbado cualquier patología donde la había.

Las crisis implican cambios que provocan nuevas formas de organización e interrelación. Ante la crisis se puede tener una actitud negativa, es decir, considerarla como un evento que obstaculiza el desarrollo de nuestra vida.

Quienes más han contribuido a la crisis quieren cerrarla pronto sin reformas que mantienen sus privilegios. Pero el cierre en falso de la crisis, sin las reformas necesarias, impediría acceder a un nuevo equilibrio. Y sería el germen en un futuro no muy lejano de una nueva crisis, más profunda y devastadora.

En definitiva, la labor en la detección de los distintos niveles de corrupción y la acción sobre ellos debería abrir una línea de trabajo continuo. Se debe sensibilizar y educar a quienes operan en el gobierno central como en los regionales sobre las consecuencias negativas que, a corto y largo plazo tiene la tolerancia de la corrupción. Es preciso transmitir a los políticos la idea de que frente a la corrupción solo cabe la prevención, eliminando aquellas situaciones que conllevan riesgos de irregularidades que a la larga se vuelven contra el que las tolera o contra del sistema en su conjunto.

En fin el heredero hace grandes esfuerzos por mantener la continuidad del régimen personalista que implantó su antecesor desde hace más de una década sin ningún éxito, teniendo que enfrentar la terribles políticas de su padre, cuya imagen ha sido uno de los soportes frente al Gobierno, teniendo que asumir los costos de los efectos de las políticas de controles y expropiaciones cuyos estragos perversos también vinieron con el paquete que le entregaron cuando fue ungido como heredero.

Al intentar en sus inicios mantener, e incluso profundizar, las políticas implantadas por su mentor, al heredero se le complicó el cuadro de la inflación con estancamiento económico y escasez, con una industria alimenticia privada prácticamente cercada por el mismo régimen, en la que poco aporta la otra industria estatizada con una pobre producción, (por no decir inexistente).

Reflexión final: "los derechos humanos, que fueron creados y cementados por los buenos... sirvieron hasta para defender a los malos. Los derechos humanos, hoy en día, no sirven para defender a los buenos ya que los malos, no los reconocen, y mucho menos los respetan".

ecciol@gmail.com

http://www.eluniversal.com/opinion/130527/corrupcion-versus-crisis


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