Tuesday, March 18, 2014

Venezuela, esquema y método

Publicado el martes, 03.18.14

Venezuela, esquema y método
GUILLERMO DESCALZI

Es sencillo. Lo que hace Maduro para salvarse es una adaptación del
Método Castrista de Opresión con Recurso a Víctima. Los hermanos oprimen
a la vez que le dan a su población una imagen para el altar de la
revolución. Es una imagen de víctimas casi religiosas de la maldad
estadounidense, recurso con que balancean todo, incluyendo su opresión,
su pobreza y su miseria. La mezcla es delicada. Deja de funcionar o
revienta al menor descuido. Maduro le da toques venezolanos para que no
reviente en Venezuela, volviéndolo Método Castro-Maduro de leche cubana
para queso venezolano.

La explotación venezolana con recurso a víctima aparece como esquema del
Estado Comunal en el Plan de la Patria, introduciendo una tarjeta de
racionamiento electrónico, versión moderna de la cubana, "para
garantizar la satisfacción de las necesidades de las familias que
trabajan, que permitirá acabar con los especuladores y bachaqueros".
Serán "tarjetas que garanticen necesidades básicas y electrodomésticos".
Esto último es lo más original. ¿Alguien había oído de garantizar
electrodomésticos?

El Método Castro-Maduro está articulado en la Ley Orgánica de Precios
Justos, "un sistema superior para aplastar a los que se aprovechen".
Registrará toda compra y evitará que el consumidor adquiera más de lo
mismo en otro lugar. El plan fija ganancias máximas de 30% y penas de
hasta 14 años de cárcel para especuladores, acaparadores y
contrabandistas. " El comandante Hugo Chávez sabía que sin poder popular
el pueblo continuaría esclavizado y explotado por las élites". Pues el
poder popular que ofrece Maduro es 'comu-capi-popu-lista', un poder algo
como el ornitorrinco, un animal extraño con espuelas venenosas en sus
patitas traseras, con membranas de pelícano con garras, piel de nutria y
pico de pato, el único mamífero que pone huevos. Maduro promete que con
su tarjeta ornitorrínica, tal como en "las cadenas capitalistas,
regalará casas, vehículos y motocicletas a los que se inscriban. Tendrá
componentes que fortalezcan el apoyo a la familia que va a abastecerse".

El desabastecimiento es tal que el Gobierno admite que 28% de los
productos básicos están agotados en Venezuela por " la guerra
económica". A la escasez se añade una inflación por encima de 56%. Luego
está el descontento, instrumento del Método para orquestar su adoración
a la imagen que alza, de un pueblo victimizado por la oposición, los
capitalistas y Estados Unidos, a quienes Maduro acusa de financiar la
"violencia, y una conspiración mediática internacional que pretende
generar una falsa imagen de guerra y represión generalizada en todo el
territorio venezolano, cuando en realidad se trata de focos puntuales
creados por los artífices de la violencia contra el pueblo". Ahora, sí
hay guerra económica y violencia contra el pueblo, hay que reconocerlo,
pero son guerra y violencia de su propio gobierno contra la población,
exprimiendo al empresariado, racionando el consumo, regalando recursos a
Cuba, y ni hablar de matones y manifestantes muertos. Algo, mientras
tanto, está cambiando.

El régimen, que enviaba gente a formarse en Cuba, ha empezado a enviar
militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela al Instituto de
Formación de Cuadros Políticos del Partido Comunista Chino en Pudong,
Shanghai, según comunicado de su embajada en Beijing. Esto apunta al
deterioro del aislamiento y bloqueo como instrumentos de la política
exterior de Estados Unidos, que ya no es el capitalista principal ni el
motor del mundo industrial. Maduro va directamente al nuevo cuerno de la
abundancia, Beijing.

El bloqueo de Cuba se ha vuelto irrelevante. Los Castro aún se quejan de
desabastecimiento, pero es un desabastecimiento prácticamente voluntario
en la actualidad porque, si quisieran y Beijing consintiera, China
llenaría Cuba con todo el capital y bienes de consumo que Fidel y Raúl
pudiesen desear y odiar en sus delirios más extremos, y allí está el
detalle: Es un deseo con odio, algo esquizofrénico que tienen hacia los
bienes de consumo y el capital. Maduro también. El triunvirato
Castro-Maduro-Castro, y hay que reconocer que es un triunvirato para dos
países, sabe que para mantener su pureza tendrán que regimentar
Venezuela y Cuba como la misma China, solo que entonces todo se vuelve
muy extraño. No será capitalismo ni comunismo. Será el
comu-capi-popu-lismo, ese del ornitorrinco político-económico-social,
más afín al nacional-socialismo que a cualquier otro sistema.

La sola presencia de Fidel en el triunvirato, por anciano que está,
sirve de 'espíritu' garante en su proceso binacional. Todo cambia el día
que muera, y se preparan para el nuevo mundo de híbridos ad portas. Su
método contempla el modelo chino, pero no lo podrán implementar porque
no tenemos la idiosincrasia china, de abejas en las celdas de sus
panales produciendo miel para los jefes. Sus esquemas no pasarán del
cubano al chino. En Venezuela ya está pasando de Maduro a Podrido, y los
mandos militares tendrán que decidir si se van con Podrido... o qué.

http://www.elnuevoherald.com/2014/03/18/1703999/guillermo-descalzi-venezuela-esquema.html

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