Wednesday, March 26, 2014

No hay que tener mucha imaginación

No hay que tener mucha imaginación
[26-03-2014 14:05:30]
Angélica Mora

(www.miscelaneasdecuba.net).- No hay que tener mucha imaginación, no hay
que ser mago, para adivinar cuál va a ser la actitud del gobierno de
Nicolás Maduro y especialmente la del Presidente de la Asamblea
Nacional, Diosdado Cabello, con la diputada María Corina Machado, una
vez que regrese hoy a Venezuela desde Lima.
Ya la diputada fue detenida brevemente en el aeropuerto de Maiquetía,
cuando volvió de su viaje a Washington, donde habló sobre la crisis
venezolana, pese al veto impuesto por 22 países aliados -de una forma u
otra- al régimen de Maduro.

Hoy con mayor razón se espera que la parlamentaria sea detenida, luego
que Cabello la despojó de su inmunidad al quitarle -arbitrariamente- el
cargo de diputada.

En Venezuela la población está segura que esto va a ocurrir y la
valiente venezolana va a ser encarcelada, como lo han sido el líder
Leopodo López y otros opositores que luchan por la libertad y democracia
en Venezuela.

"Debería asilarse, vale más fuera denunciando, que dentro de una
cárcel", me dice D. García desde Maracaibo.

"Si la detienen puede ser la gota que colme el vaso en la crisis que
vivimos" me indica Marta desde Caracas.

Mi amigo Marcos cree que al detener a la diputada, el régimen creerá
haber eliminado la voz y presencia más poderosa de las protestas. "Pero
no piensa -agrega- que María Corina se multiplicará en millones".

Esto es lo que escribió María Corina Machado:

El pueblo de Venezuela me eligió diputada en el año 2010 por mandato de
la Constitución y en ejercicio de su poder soberano. ¿Cómo puede
terminar ese mandato popular? La Constitución establece que el mandato
de un diputado a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela solo puede terminar cuando se produzca una de cuatro
situaciones: la primera, la muerte. La segunda, la renuncia. La tercera,
a través de un Referéndum Revocatorio. La cuarta, a través de un
tribunal de justicia, mediante una sentencia condenatoria posterior a
antejuicio de mérito en el Tribunal Supremo de Justicia y allanamiento
de la inmunidad parlamentaria, tal como establece el artículo 200.
Ninguna de estas condiciones tiene lugar en mi caso.

El Presidente de la Asamblea Nacional y la Directiva de la misma, no
tienen potestad alguna para destituir a un diputado de su cargo.
Solamente podría la Plenaria de la Asamblea, separarme de mi cargo
temporalmente, por una decisión mayoritaria de las dos terceras partes
de sus integrantes, como establece el artículo 187 de la Constitución.
Como el oficialismo sabe que son minoría, dentro y fuera de la Asamblea
Nacional, no buscan cumplir este requisito. En todo caso, la separación
que se contempla nunca seria definitiva. La separación absoluta no está
contemplada en la Constitución y nunca podrá emanar del Presidente de la
Asamblea Nacional, y mucho menos, del Presidente de la Republica.

Argumenta el Régimen que haber tomado la palabra en la silla de la
Delegación de Panamá ante la Organización de Estados Americanos trae
consigo la pérdida de mi investidura parlamentaria. Quieren ignorar que
sólo se trata del ejercicio de un derecho de palabra inherente a mi
ejercicio como parlamentaria venezolana. La facilitación para un
derecho de palabra a un ciudadano de otra nación es un mecanismo para
defender la democracia y el sistema de libertades que ha sido utilizado
varias veces en la historia de esta Organización. Es una función
absolutamente accidental, cuya aceptación está expresamente permitida
por el artículo 191 de la Constitución. Como Diputada no soy funcionaria
de la Administración Pública.

La actuación del régimen en mi contra es un burdo pretexto. Significa
un abuso del poder que busca silenciar mi voz, obviar mi inmunidad, las
prerrogativas parlamentarias y poder detenerme sin la garantía del
debido proceso y del derecho a la defensa, violando todo lo contemplado
en la Convención Americana de Derechos Humanos.
¿A qué le teme Nicolás Maduro? ¿Por qué el empeño en silenciarme? Le
teme a la verdad, le teme a la denuncia, le teme a la protesta
pacífica. No soporta Maduro el que mi voz sea la voz de aquellos que él
pretende silenciar.

La inmensa mayoría de los venezolanos queremos la reconciliación y el
diálogo. Pero el diálogo sólo es posible cuando media el respeto y el
reconocimiento. El gobierno venezolano pretende mediante la represión,
el asesinato, la tortura y la cárcel, callar a esa mayoría del país que
rechaza sus prácticas y con quien afirma querer dialogar. Su
comportamiento dictatorial solo logra darnos más razones y fuerza para
nuestra lucha cívica, pacífica y firme hasta conquistar la democracia y
la libertad.

María Corina Machado
Lima, 25 de marzo de 2014

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5332d09a3a682e157c9403e7#.UzLfi_ldUx4

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