Monday, May 28, 2012

Guerra de encuestas y otras guerras

Guerra de encuestas y otras guerras
Marta Colomina
Lunes, 28 de mayo de 2012

No todos lo rojitos creen en las encuestas que paga el gobierno. Ante
trabajadores de la AN (cuyo sindicato ganó la oposición) William Izarra
reconoció que Capriles es una piedra en el zapato de la "revolución";
que los 8 millones de supuestos no alineados están más cercanos a
Capriles que a Chávez y que opositores podrían duplicar el número de
gobernadores y alcaldes.

A medida que el cáncer de Chávez avanza, se intensifica una perversa
agenda política para conducir la campaña electoral sin la presencia del
enfermo. Como narra en sus Runrunes Nelson Bocaranda, 11 días de
descanso estricto requirió la reaparición presidencial durante 2 horas
el martes 22, en un teatral Consejo de Ministros en el que los más
allegados no podían ocultar en TV sus rostros compungidos. Al finalizar
la cadena "el paciente se despidió sin pararse". A falta de parte
oficial distinto al anuncio de cambiar su condición de "caballo
desbocao" a una de "búfalo" que suponemos enfermo, los oncólogos optaron
por hacer lectura médica de lo visto ese día: "atrofia definitiva de
músculos interóseos en manos y pies". La prensa viene dando cuenta del
montón de decisiones que han sido demoradas por "reposo presidencial".

La inminente inscripción de los 2 candidatos, el de la oposición y el
gobierno, y la incertidumbre de si este último estará en condiciones
físicas de iniciar la campaña en julio o tendrá que ser sustituido de
urgencia por un candidato madurado con carburo, obligó al oficialismo a
una reingeniería electoral que se ha desbocado ferozmente en dos grandes
"ítems": 1) diluvio de "encuestas" de maletín cada vez más descaradas y
con cifras estrambóticas a favor del enfermo, y 2) guerra contra la
candidatura de Henrique Capriles, reforzada por uno o dos analistas
"opositores" que han llegado a decir que "todo está perdido"; que
Capriles es un candidato "sin emoción" y, contraviniendo su anterior
posición crítica sobre las encuestas, afirman que "el candidato no
levanta". Los rojos hace tiempo que repiten la especie. Chávez dijo esta
semana que la oposición escogió el "peor candidato; me desprestigia y me
da pena ajena" (cosa que, si la creyera, debería alegrarle). Así que un
Presidente amigo de todos los sátrapas del mundo, que ha endeudado y
destruido al país durante la mayor bonanza petrolera de su historia, que
no se ha ocupado de los más de 19 mil asesinatos anuales, que ha sido
llamado ladrón, asesino y gallina por su reconciliado socio político
Arias Cárdenas y que, según denuncias nacionales e internacionales, ha
convertido a Venezuela en un narcoestado, ahora dice sentirse
"desprestigiado" por un joven respetuoso, fajador, decente, que ha
reconstruido el estado Miranda después del saqueo chavista y cuyo delito
es aspirar a la Presidencia. Rizarrita y sus loros tarifados también
corean que Capriles no termina de "cuajar".

En estos días se filtró una comunicación del Minci en la cual se
solicitaban divisas para un viaje por Latinoamérica de varios
"encuestadores" que son frecuentes entrevistados en VTV y quienes en sus
"encuestas" colocan a Chávez hasta 30 puntos por encima de Capriles y a
éste con una intención de voto menor a la obtenida en las Primarias
opositoras. Todos ellos tienen un solo cliente: el Gobierno, así que
huelga decir que "quien paga manda". Aunque muchos estamos conscientes
de su falsedad, esta lluvia de encuestas sesgadasinfluyen en el ánimo de
la gente al ser transmitidas por el goebbelsiano sistema público de
medios y por los privados sometidos a constante censura y amenazas de
cierre. Se persigue crear una matriz de opinión no solo sobre
la"invencibilidad" electoral de Chávez (vencido de antemano por su
enfermedad) sino de la "supremacía" de cualquiera de sus sucesores a
quienes esas mismas encuestas otorgan una intención de voto superior a
la de Capriles. Esta maniobra se hace en previsión de lo que temen: que
Chávez no pueda ser candidato y dejar así el terreno abonado para su
sustituto. Otro objetivo es provocar la abstención opositora ¿para qué
voy a ir a votar el 7-O (pensarán los más pesimistas) si según los
sondeos el chavismo va a ganar con o sin Chávez y Capriles va a perder?
(Aquí nos ocultan lo que sí dicen las encuestas de verdad: que los votos
no son transferibles y que si el enfermo no resiste hasta el final de la
campaña, la alta abstención estaría en el chavismo).

No todos lo rojitos creen en las encuestas que paga el gobierno. Ante
trabajadores de la AN (cuyo sindicato ganó la oposición) William Izarra
reconoció que Capriles es una piedra en el zapato de la "revolución";
que los 8 millones de supuestos no alineados están más cercanos a
Capriles que a Chávez y que opositores podrían duplicar el número de
gobernadores y alcaldes. Quienes dicen que Capriles no es buen candidato
se equivocan. En su casa por casa ha venido ganando regiones y el apoyo
de los arruinados sectores agrícolas, pecuarios, industriales y mineros
que eran chavistas. No nos dejemos amilanar por una campaña plagada de
mentiras, sobornos, amenazas y chantajes. Con Capriles y nuestro voto
masivo ganaremos el 7-O.

mcolomina@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1594268.asp

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