De caballo desbocado a búfalo
ADOLFO R. TAYLHARDAT | EL UNIVERSAL
miércoles 23 de mayo de 2012 03:02 PM
Después de una semana totalmente ausente de la escena pública, el Führer
reapareció el viernes pasado. Entre las cosas que dijo en su breve
aparición por el canal oficial de televisión resulta intrigante su
anuncio de que dejará de ser un caballo desbocado. "Yo tengo que
asumirlo, lo confieso al país, no seguiré siendo el caballo desbocado
por ahí". Agregó: "ahora sigo una dieta, trabajo ocho horas diarias, le
pido a Dios que me dé la fuerza del búfalo antes que la del caballo".
Esta confesión y esa súplica que le acompaña no pueden ser más
enigmáticas y al mismo tiempo insidiosas.
Esto significa que reconoce que hasta ahora actuaba prácticamente como
un caballo salvaje, sin control de ninguna clase. No cabe duda de que su
comportamiento desde que asumió el poder se asemeja a la de un caballo
indómito, incontrolable que fue arremetiendo contra todo en el país para
asegurarse el terreno libre y hacer y deshacer allí lo que le viniera en
gana.
Es así como se hizo fabricar a su medida una Constitución que luego ha
desdeñado y violado como le ha convenido. Es así como ha convertido a
todos los poderes públicos en entes totalmente dóciles sometidos a su
exclusivo control. Es así como ha obtenido que una Asamblea Nacional
integrada por títeres le otorgara poderes omnímodos para legislar
mediante decretos "con rango, valor y fuerza de ley" y con esa facultad
dictatorial promulgar leyes ominosas que persiguen asegurarle todavía
más el terreno libre para implantar su proyecto político del comunismo
del siglo XXI. Es así como valiéndose del control que ejerce sobre el
aparato judicial y los cuerpos de seguridad arremete contra la propiedad
privada dictando expropiaciones y contra las libertades fundamentales de
los ciudadanos persiguiéndolos y disponiendo de sus vidas con sentencias
judiciales dictadas en abierta violación de principios y normas
fundamental del Estado de Derecho. Es así como da rienda suelta para que
sus acólitos organizados en mafias o actuando individualmente se
enriquezcan a costa del dinero de los venezolanos y hagan negocios
multimillonarios con el tráfico de drogas.
Pero ¿qué significa su invocación a Dios para que le cambie la fuerza
del caballo desbocado por la del búfalo? ¿A cuál búfalo se refiere? ¿Al
bisonte americano tan salvaje o más que un caballo indómito y además
agresivo? ¿O al búfalo tropical, domesticado, pacífico, que pasa su vida
en el agua y en los barriales comiendo hierba?
Debería aclarar esto para saber a qué atenernos. Personalmente creo que
él piensa en el bisonte, lo que significa que la situación del país no
va a cambiar a pesar de que sus condiciones físicas se encuentran
sumamente deterioradas.
La muestra es que coincidiendo casi con esa declaración promulgó la
nueva Ley del Trabajo que trastoca todo el entramado de las relaciones
entre patronos y empleados y que es una puñalada trapera a las pequeñas
y medianas empresas y a los profesionales que necesitan contratar
personas como auxiliares para su actividad. Otra muestra es que
simultáneamente con esa declaración emitió un decreto reformando la Ley
Orgánica del Consejo Federal introduciendo disposiciones que le
permitirán designar "autoridades distritales" sometidas a su control
directo y dependientes del poder central en materia presupuestaria. Esta
reforma es otra puñalada trapera, esta vez contra la autonomía municipal
y un paso más hacia la concentración del poder.
Conclusión: Es difícil escoger entre el caballo desbocado y el búfalo
porque ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario. Seguiremos en lo
mismo, con un gobernante que, hasta que Dios disponga algo diferente,
empleará las pocas fuerzas que le quedan, ya sean las del caballo
desbocado o la del búfalo para aferrarse a la vida y continuar empleando
el odio y la maldad como instrumentos para perpetuarse en el poder. Pero
le queda poco tiempo, el 7 de octubre, si todavía está en este mundo, se
acabará su cacicazgo.
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http://www.eluniversal.com/opinion/120523/de-caballo-desbocado-a-bufalo
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