El Liberalismo del siglo XXI
Carlos R. Alvarado Grimán
Viernes, 25 de mayo de 2012
En el socialismo han sido unos verdaderos maestros en fomentar la
autocompasión y el resentimiento social, como una vía para controlar y
esclavizar a los pueblos, vulnerar derechos individuales en pro de un
supuesto "bien común" que en la práctica nunca se materializa, sino que
por el contrario sus políticas igualitaristas, son generadoras de
mayor pobreza y destruye el derecho a la propiedad privada.
"Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho
ajeno es la paz" Benito Juárez
En el libro "Sobre la Libertad" John Stuart Mill, lanza la tesis sobre
las libertades individuales que hoy por hoy son banderas fundamentales
que sustentan el liberalismo mundial como lo son: La libertad de
conciencia, de expresión, de opinión y de acción. Stuart Mill sentenció
que "todo aquello que sofoca la individualidad, sea cual sea el nombre
que se le dé, es despotismo"
En Latinoamérica desde niños nos inculcan una serie de ideas y valores
acerca de nuestra sociedad, que a la postre terminan moldeando nuestro
comportamiento o tendencia política. El por qué de los desposeídos, los
marginados y la falsa premisa que reza que todas las desgracias humanas
emanan de seres perversos, ricos, burgueses u oligarcas que privan de
oportunidades a las grandes mayorías. Es el concepto de la total
irresponsabilidad individual y la negación del papel que juegan los
sujetos en la construcción de sus propias realidades.
En las novelas latinoamericanas los ricos son representados por seres
malignos y crueles, por el contrario los pobres encarnan a individuos
dechados de virtudes, sin manchas, víctimas pasivas de los ricos. Según
estos argumentos, los ricos no tienen virtudes, mientras los pobres no
tienen defectos.
Eduardo Galeano en su libro Las Venas Abiertas de América Latina, nos
habla del despojo que hizo Europa de nuestras riquezas, atribuyendo a
esto la razón por la cual, no logramos salir del subdesarrollo, obviando
que la historia de la humanidad está plena de choques de civilizaciones
que han contribuido al progreso cultural y económico de los pueblos.
Galeano concluye como siempre en la misma retahíla de historietas
socialistas, donde la humanidad toda es culpable de nuestros males,
desgracias y carencias, pero nunca nosotros mismos.
En el socialismo han sido unos verdaderos maestros en fomentar la
autocompasión y el resentimiento social, como una vía para controlar y
esclavizar a los pueblos, vulnerar derechos individuales en pro de un
supuesto "bien común" que en la práctica nunca se materializa, sino que
por el contrario sus políticas igualitaristas, son generadoras de
mayor pobreza y destruye el derecho a la propiedad privada, como una vía
para arrebatarles a los ciudadanos sus libertades fundamentales.
El socialismo fracasa porque lejos de promover el desarrollo del
individuo lo castra, dando paso a formas de gobiernos populistas y
proteccionista, perpetuando los males de nuestras sociedades. El afán
controlador del Estado todo poderoso que todo lo coordina, centraliza y
"organiza" a través de la coacción y el aplastamiento de toda iniciativa
humana, anula la creación individual y conduce rápidamente a los países
al desabastecimiento y a la ruina económica.
Latinoamérica debe despertar, las condiciones parecen dadas para que
iniciemos un camino cierto hacia una sociedad mucho más abierta, un
sistema económico político y social donde impere la libertad y el
individuo sea el protagonista en la construcción de su propio futuro: El
liberalismo del siglo XXI.
aserne2009@gmail.com
http://www.analitica.com/va/economia/opinion/2927596.asp
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