Damián Prat
Jueves, 29 de septiembre de 2011
¿Cuánta gente le creyó a Chávez cuando en enero de 2007 anunció la
creación del proyecto Ciudad del Aluminio? Ocho meses antes -mientras
buscaba votos para la reelección presidencial- había anunciado (y
colocado la "piedra fundacional") de la Ciudad del Acero. Lo del
aluminio fue comenzando la campaña electoral para buscar votos en favor
de la Reforma de la Constitución. 57 meses más tarde no existe nada de
la tal Ciudad del Aluminio, pues ni siquiera la única planta cuyo
proyecto se definió, Serlaca, laminadora de aluminio, ha avanzado más
allá de movimiento de tierra y algunas obras físicas.
En el anuncio grandilocuente de Chávez y el grupo de Giordani-Mibam, la
"Ciudad del Aluminio" se levantaría sobre 18 mil hectáreas en un sector
adyacente a Caicara del Orinoco. Incluiría una reductora de aluminio
primario, tipo Venalum, la planta Laminadora Serlaca y "unas 30 empresas
de productos terminados y 10 de productos semielaborados y aleaciones",
según la propaganda oficial. Hablaban de "266 mil puestos de trabajo y
unas ventas anuales de 22 millardos de dólares (página web del Mibam y
el Cintal).
Mao ZeDong hablaba del "imperialismo como un tigre de papel". El
"socialismo revolucionario" del chavismo es, para usar el símil maoísta,
"de puro papel y palabrerío". Disfraz para enmascarar a un grupito que
sólo busca enquistarse en el poder, disfrutar de prebendas y manejar
negocios. En aquel Aló Presidente y luego en los textos propagandísticos
del gobierno, se hablaba de "impulsar la soberanía productiva y la
verdadera independencia económica". Acusaban a los gobiernos que
proyectaron y construyeron el entramado industrial que es Guayana de
"convertir a Venezuela en un país proveedor de materias primas a las
potencias mundiales", a pesar de que la realidad es que al construir
Sidor, Venalum y Alcasa se convertía a Venezuela en transformador de
materias primas y creador de productos primarios, semielaborados y
terminados.
Mas allá del "discurso pre fabricado" que torcía la verdad para
construir un mito de que "la historia comienza con nosotros", lo
importante son los resultados y los hechos. 13 años después no existe
¡ni una sola empresa transformadora de aluminio, hierro o acero hecha
por este gobierno! La "Ciudad del Aluminio" es otra muestra de ello. En
realidad todo fue siempre un simple discurso caza bobos. Anuncios
espectaculares que no tenían ni sustento ni proyecto. No es sólo que no
los han construido. Es que en verdad jamás tuvieron intención de hacerlas.
¿Con cuál electricidad iban a trabajar una reductora de aluminio
primario, un laminador como Serlaca y 30 empresas medianas
transformadoras? Jamás se hizo proyecto eléctrico para eso. Ni siquiera
le pidieron a Edelca estudiarlo. Ni proyecto de planta termoeléctrica ni
proyectos de líneas de transmisión desde Guri para llevar ese enorme
volumen de energía a la zona de Caicara. ¿Cuál autopista para conectar
Guayana con Caicara que no sea la vetusta e inservible troncal actual?
¿Y los servicios públicos junto con la ciudad para albergar a esos 200
mil trabajadores?
Serlaca es lo único que "existe" de aquella Ciudad del Aluminio. Entre
comillas lo de "existe". En un mínimo porcentaje. Y sin embargo,
paralizado del todo porque el gobierno nunca le asigna los recursos para
avanzar.Por si fuera poco, en medio de otro de esos feos pleitos
internos del chavismo por el control de los negocios, hace una semana el
presidente de Serlaca acusaba al ministro del Mibam, al gobernador y
otros altos funcionarios de "sabotearlo" al impedir que llegaran los
recursos. Un funcionario de bajo rango en ese grupo, fue enviado a
responderle. El alcalde de Cedeño acusó al denunciante de "negarse a ser
supervisado por el Mibam" y ser "agente político contra la revolución
del presidente Chávez". Una cucharada de su propia medicina.Ese es el
balance de la "Ciudad del Aluminio" casi cinco años más tarde. Otro
episodio más de "La Gran Estafa" que es esta "revolución de papel".
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