Wednesday, September 28, 2011

El régimen de Chávez se prepara para lo peor

El régimen de Chávez se prepara para lo peor
Roger Noriega
Miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cualquiera que sean las razones detrás de estos movimientos económicos
irracionales, el impacto sobre la viabilidad económica de Venezuela va a
causar un daño profundo y duradero al pueblo venezolano

Aunque el dictador venezolano Hugo Chávez insiste en que se está
recuperando milagrosamente del cáncer, una serie de acontecimientos en
los últimos meses pintan una imagen muy distinta y sugieren que el
régimen se está preparando para lo peor.

A mediados de agosto, congresistas de la oposición denunciaron un plan
por parte del régimen de Chávez para transferir $29 mil millones en
reservas internacionales de Suiza, Gran Bretaña y Estados Unidos a
bancos en los países que son los principales acreedores de crédito
venezolano, que son China y Rusia. Esta misma semana (nótese: 13 de
septiembre de 2011, Wall Street Journal), se reveló que Chávez tiene la
intención de renunciar a un panel mundial que se encarga de arbitrar
disputas de negocios, socavando aún más la confianza de los inversores
que podrían invertir en su país.

Estas decisiones tomadas por el líder enfermo y su séquito, sugieren que
están cada vez más preocupados por su capacidad para mantenerse en el
poder en vez de preocuparse por el bienestar de la economía venezolana.

En cuanto a las reservas, Chávez se apresuró a explicar que él solo está
preocupado por resguardar el capital de su país al retirarlo de países
con economías inestables, pero olvido mencionar que China y Rusia
mantienen la mayor parte de sus reservas internacionales en bancos de
EE.UU. y Europa. En cuanto a los $11 mil millones de dólares en oro que
se trasladarán físicamente a las bóvedas del Banco Central de Venezuela
– una operación de riesgo que va a costar alrededor de $400
millones-Chávez dice que esta es una "decisión saludable," pero sus
oponentes lo ven como un atraco a un banco por parte de un gobierno bien
conocido por su corrupción. Un economista venezolano me dijo que el país
se quedará literalmente sin reservas internacionales, poniendo en duda
su capacidad para funcionar en la economía mundial.

La reciente decisión de derogar los acuerdos con el Centro Internacional
del Banco Mundial para el Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones
(CIADI) es otra señal preocupante. Hay 18 demandas contra Venezuela que
suman un total de $40 mil millones ante el CIADI por empresas
extranjeras que fueron despojadas de sus inversiones durante el mandato
de Chávez. Aunque Venezuela no puede evadir estas demandas y la
responsabilidad que de ellas emana, la decisión de derogar el proceso
del CIADI sugiere lo que el régimen tiene en mente para las inversiones
extranjeras actuales o futuras. Sin algún arbitraje independiente como
el que ofrece el CIADI, cualquiera que quiera invertir capital en
Venezuela debería saber que la suerte está echada.

En conjunto, esta serie de medidas muy poco ortodoxas destruirán la poca
credibilidad que tiene Venezuela entre los inversores y en los mercados
mundiales . ¿Por qué Chávez, quien recientemente profesó su deseo de
gobernar hasta el 2031, haría tanto daño a la viabilidad económica de su
propio país?

Durante una década, muchos observadores dentro y fuera de Venezuela han
optado por sugerir que la incompetencia ha sido el principal factor en
la política económica de Chávez. Otros sugieren que estas políticas han
tenido como propósito el destruir la economía privada para diezmar a
posibles rivales – a excepción de unos pocos favorecidos plutócratas
oportunistas que se benefician de buenos acuerdos con el régimen.

Otra explicación completamente plausible es que Chávez es un socialista
devoto que ha decidido nombrar a burócratas estatales y que son
políticamente fiables al mando de industrias estratégicas. La purga de
2001-02 de la empresa petrolera estatal, Petróleos de Venezuela S.A.,
fue una decisión políticamente arriesgada que provocó una costosa huelga
y un levantamiento popular. Sin embargo, Chávez salió bien librado de la
crisis con Pdvsa y pudo mantener el control del trillón de dólares que
produce esta empresa como su fondo de caja chica. PDVSA está en serios
problemas, pero todo el mundo sabe quién es el jefe.

Sin embargo, es posible que exista otra causa que motivó la
transferencia de las reservas internacionales. Documentos confidenciales
del escritorio de Chávez, que se filtraron por parte de la oposición,
sugieren que el régimen está tratando de minimizar su vulnerabilidad
para evitar una situación similar a la de Libia, en caso que sanciones
internacionales tengan que ser impuestas si se recurre a la violencia o
al fraude electoral para mantenerse en el poder. Informes recientes de
que Gaddafi saqueó mil millones de reservas de oro de su país en un
intento desesperado para ganar tiempo es otro escenario que el equipo de
Chávez tiene en mente.

Cualquiera que sean las razones detrás de estos movimientos económicos
irracionales, el impacto sobre la viabilidad económica de Venezuela va a
causar un daño profundo y duradero al pueblo venezolano. Chávez no sería
el primer dictador que desprecia a su pueblo al anteponer sus intereses
personales. Eso es precisamente lo que hacen los dictadores.

Los venezolanos tendrán que esperar para despejar los escombros del
régimen de Chávez antes de obtener una explicación clara sobre las
recientes decisiones imprudentes de Chávez. Mientras tanto,
independientemente de que si Chávez sabe que está muriendo o no, es
evidente que no le importa el daño que le está haciendo al pueblo
venezolano o el desorden que dejará atrás.

Roger F. Noriega fue embajador ante la Organización de Estados
Americanos de 2001-2003 y Secretario Adjunto de Estado de 2003-2005. Él
es un investigador visitante en el American Enterprise Institute y
director ejecutivo de Vision Americas LLC, que representa a EE.UU. y a
clientes extranjeros, y contribuye en www.interamericansecuritywatch.com.

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/3164626.asp

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