Wednesday, September 28, 2011

Chávez para siempre o Chávez por ahora

Chávez para siempre o Chávez por ahora
Roberto Giusti/El Universal
Miércoles, 28 de septiembre de 2011

No sería extraño que dejara su lecho de enfermo y emprendiera una
furibunda campaña electoral. La salud amenazada del Presidente ha
invadido la tranquilidad de los venezolanos para convertirse en un tema
obsesivo y cargado de las consiguientes dosis de morbo y fatalidad

(En general los rumores sólo plantean las peores perspectivas). El
cáncer nuestro de cada día parece ser el cáncer del Presidente, quien ha
convertido su enfermedad en una novela por entregas con acompañamiento
mediático, aliñado por toda clase de espectáculos, que van desde la
administración de la Extremaunción (un acto íntimo y de sumo
recogimiento transmitido en vivo) hasta un Bilongo, que bien podría
haber sido un quilombo.

La morbosa expectativa, alimentada con todo tipo de elementos, menos con
la información precisa y veraz se ha caracterizado por dos mensajes
procedentes de una misma fuente. Uno, el oficial y optimista, cuyo
vocero fundamental es el propio Chávez, según el cual la enfermedad está
remitiendo y ya está en fase de recuperación. El otro, el oficioso de
radio bemba, apocalíptico y de negros augurios que apenas le conceden
meses, semanas, no digamos días, de dolorosa agonía.

En principio uno podría pensar que la imbatible negativa a divulgar un
diagnóstico que le pondría punto final a las especulaciones es una
demostración de cuán mal podría encontrarse el ilustre paciente. Máxime
cuando ya hay un aparente delfín dejándose ver en hospitales cuán
silvestre precandidato. Pero eso no deja de ser una especulación más,
negada por otra cuyo argumento sería que, más allá de la gravedad y
extensión del mal, sólo el Presidente y sus acólitos disponen de una
información cuya carencia desorienta y confunde a la oposición.

En fin, y seguimos especulando, Chávez, grave, relativamente grave, sano
o relativamente sano, Chávez para siempre o Chávez por ahora, tiene la
sartén por el mango, maneja la información básica y dispone sus piezas
de acuerdo con una estrategia de la cual sólo se puede extraer una
variedad infinita de combinaciones y escenarios.

Por eso y me perdonan la postrera especulación, no sería extraño verlo
levantarse súbitamente de su lecho de enfermo, condenado a una falsa
defunción por la conseja popular, clamar milagro y salir a la calle para
emprender una furibunda cruzada mágico religiosa que le permita la
resucitación de algo que le resulta tan caro como su propia vida: el
liderazgo y el triunfo electoral.

Lo se. Lo he dicho hasta el cansancio. Se trata de una especulación.
Pero no dejo de pensar en aquellos días de abril cuando el "mesías" bajó
de los cielos (en helicóptero) y aferrado a un crucifijo nos recordó que
se había ido para regresar aunque no lo pudiéramos creer. Claro, el
argüiría que no nos engañó, que lo dijo una y mil veces: "me estoy
recuperando. Seré candidato. Voy a ganar".

rgiusti@eluniversal.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/6163129.asp

No comments:

Post a Comment