Wednesday, May 9, 2012

La mentira tiene pies de barro

La mentira tiene pies de barro
Asdrúbal Aguiar
Miércoles, 9 de mayo de 2012

Durante los últimos 14 años avanzamos hacia la dictadura usando medios
democráticos e imaginamos el paraíso comunista sin renunciar a la
grosera concupiscencia que hacemos de los recursos e instrumentos del
capitalismo. Es lo característico de esa baratija que nos venden como
oro y titulan socialismo del siglo XXI.

No es ocioso recordar que Vaclav Havel, fallecido expresidente checo,
luego de padecer la experiencia comunista de su nación, reclama
construir sociedades al servicio de la verdad. ¡Y es que el comunismo
corre a contravía de la ética de la democracia, que demanda medios
legítimos para fines legítimos, no lo contrario ni a la inversa¡

También el Papa Ratzinger predica, en su célebre encíclica Caritas in
veritate, que "defender la verdad, proponerla con humildad y convicción
y testimoniarla en la vida son formas y exigencias insustituibles de la
caridad", en otras palabras, del respeto y amor por nuestros semejantes.

Los venezolanos, cabe decirlo como autocrítica, nos acostumbramos a
trajinar con la mentira, alegremente. Por un defecto de genética social
y política adherimos con normalidad y a costa de nuestra dignidad a los
traficantes de ilusiones, a los mesías, quienes hablan y nos distraen
-nos ayudan a escapar de la realidad- mientras las aguas fétidas pasan a
nuestro lado; que eso son y han sido los "gendarmes necesarios" de los
que trata la sociología pesimista de Laureano Vallenilla.

Durante los últimos 14 años avanzamos hacia la dictadura usando medios
democráticos e imaginamos el paraíso comunista sin renunciar a la
grosera concupiscencia que hacemos de los recursos e instrumentos del
capitalismo. Es lo característico de esa baratija que nos venden como
oro y titulan socialismo del siglo XXI.

Acostumbrados a vivir de la mentira y solazarnos con ella, a nuestro
lado ocurren 19.000 homicidios cada año y pensamos que quien miente es
el juez Aponte al dibujarnos como narcorrepública, en cuya construcción
él participa aliado con o bajo la tolerancia de los demás poderes
públicos. Dado lo cual llega otra vez y de sus viajes repetidos a La
Habana el prestidigitador de nuestra comarca, y crea otras ilusiones que
nos distraen. Anuncia nuestro retiro de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos para el rescate de nuestra soberanía patria maltratada
por el Imperio. Y el engaño se hace espacio y lo expanden los plumíferos
de esta enorme cárcel, gobernada por pranes, en la que se ha convertido
Venezuela.

Uno y otros afirman que la Comisión es pagada por Norteamérica. Falso,
pues los aportes mayores al magro presupuesto de ésta provienen de
donaciones europeas y latinoamericanas. Arguyen que EEUU no se somete a
los dictados de la Comisión. Falso, pues si bien dicho Estado no es
parte de la Convención Americana de Derechos Humanos, la Comisión, que
es órgano de ésta, también lo es de la OEA, que es cosa distinta. No
pocas veces la CIDH dirige sus quejas a la Casa Blanca por violaciones
de derechos humanos en territorio norteamericano, tanto como lo hace al
Palacio de Miraflores.

Dicen los áulicos de nuestro ilusionista barinés, además, que la
Comisión sólo conoce los casos de ricos y empresarios. Falso de toda
falsedad. Todos los casos tratados por la Comisión y las mismas
decisiones de la Corte tienen que ver con muertos y desaparecidos, con
víctimas de torturas o de malos tratos carcelarios, con el uso abusivo
de la justicia militar para perseguir a civiles, en su mayoría víctimas
de dictaduras latinoamericanas. Y se trata de gente pobre, como los
caídos en El Amparo o durante el Caracazo, en plena democracia
venezolana y que motivan la condena de nuestro Estado como responsable
internacionalmente.

Cierran su hemorragia de falsedades -que muestran desprecio profundo por
la gente común, ignorante de estas exquisiteces diplomáticas- señalando,
por si fuese poco, que la Comisión la carga contra los sandinistas y no
contra Somoza, siendo que es ella y la OEA las que le dan la estocada
mortal al dictador nicaragüense bajo liderazgo venezolano y en tiempos
de Luis Herrera. Agregan que la manida Comisión no apoya a Zelaya ni
atiende su denuncia cuando es derrocado como presidente de Honduras. Más
que falso. Ningún caso dentro de la CIDH logra saltarse los plazos a los
que están sometidas las más de 5.000 denuncias que hoy cursan contra los
demás países del hemisferio -las de Venezuela no llegan al centenar-
como el del pintoresco expresidente.

Los informes que emite la Comisión contra Honduras son de antología,
salvo por una diferencia. El sucesor de Zelaya prefiere padecer la
andana de críticas que le dirigen los comisionados y hasta les permite
visitar el territorio hondureño, en tanto que nuestro gobernante enfermo
no los acepta. ¡Ya lo veremos pidiéndoles auxilio una vez como llegue al
fin de su abismo y para que le protejan como lo hacen aquéllos el 11 de
abril, a pesar de que lo niegue tozudamente, engañándose a sí mismo¡

correoaustral@gmail.com


http://www.analitica.com/va/politica/opinion/8410473.asp

No comments:

Post a Comment