Elides J. Rojas L
Jueves, 5 de abril de 2012
Chávez no tiene ningún proyecto de desarrollo. Lo que tiene es mucha
plata para cazar votos.
Hay un problema con la oferta electoral de micomandantepresidente. Y es
un problema grave. Después de 14 años haciendo las veces de gerente
general del país ¿qué puede hacer el salvador del mundo para
efectivamente salvar a Venezuela? En términos puros y simples de campaña
electoral ¿qué puede ofrecerle a la gente para que voten por él que no
sea regalar plata?
Nada. Tiene 14 años hablando lo mismo todos los días y ejecutando
políticas que están destruyendo lo poco que ya quedaba de país.
Su fuerte, como todo el mundo sabe, es el populismo duro y sin tapujos.
Regala plata. Inventa misiones, becas y bequitas para regalar dinero.
Ahí tiene una gran ventaja, pues que se sepa no existe nadie en el
mundo, y menos en Venezuela, que se niegue a recibir platica de la forma
que venga. Y más si no tiene que hacer nada por ganársela. Basta ser
pobre, madre, padre, desempleado, niño, joven o enfermo. Basta existir y
ser pobre para que Chávez apunte. No es un programa de desarrollo a gran
escala.
Elección que se anuncie, referendo que se anuncie, es la clave para
activar el plan plata pareja. Chávez le conoce la pata coja a la gente y
de inmediato abre el chorro. En los dos últimos años hubo restricciones.
Chávez guardaba la plata para soltarla toda en pocos meses. El objetivo:
reactivar las esperanzas de sus pobres y sacarles el voto. Chávez sabe
unir eso que llaman el niño que es llorón y la mamá que lo pellizca. Un
gobernante populista con una buena parte de la población pobre y con
ganas de que le den.
No hay que ser un experto para saber que por eso se han perdido 14 años
de gobierno chavista. Chávez ha sido incapaz de diseñar y ejecutar
alguna política a largo plazo que signifique desarrollo. Un gobierno que
tarda cinco años construyendo una cosa que llaman Buscaracas, se chupa
cuatro veces el presupuesto, genera un caos peor y ni siquiera puede dar
fecha para concluir ese desastre; jamás podrá hacer otra cosa que
comerse los dólares del petróleo que ya no le alcanzan.
Y es lo que hace. Recibió una Pdvsa ubicada entre las empresas más
competitivas del mundo. Se monta en ese tren y comienza a sacar y sacar
plata sin hacer ninguna inversión, sacando a los mejores talentos,
metiendo a lo peor del chavismo, expulsando a socios estratégicos.
Esa es su gestión. La realidad es que si no es por los precios altos que
ha mantenido la industria mundial durante buena parte de la estafa
chavista hace rato estaría al descubierto la quiebra de la empresa. Y
¿cómo la vende Chávez? Populismo puro: ahora Pdvsa es de todos, vamos
por la independencia energética. Esa es la oferta electoral otra vez. La
verdad es otra. Y más populismo.
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