"El Presidente no quiere parar rumores sobre su enfermedad"
06:13 am 28-Abr de 2012|Maru Morales
"Un día dice que está muy mal y al otro dice que se ha curado. Un día
dice que está muy enfermo y luego dice que está fuerte", afirmó la
profesora de Opinión Pública de la UCV y de la UCAB Mariana Bacalao
La credibilidad de algunos voceros oficiales ha quedado en entredicho
tras ser desmentidos por Chávez
En los últimos 10 meses los venezolanos han visto al presidente Hugo
Chávez anunciar dos veces que está enfermo y por lo menos seis, que está
curado. Han sabido de al menos 12 viajes a Cuba para ser examinado y que
lo mediquen. Han advertido su rostro hinchado por efecto del tratamiento
y presenciado en cadena nacional su trote con cadetes, peregrinación a
santuarios y la celebración de consejos de ministros. Lo han visto tomar
medicamentos en reuniones de trabajo y hablar por casi 10 horas en la
Asamblea Nacional. El martes pasado fueron testigo de un juego de bolas
criollas con dos ministros y un hermano transmitido desde La Habana.
"Un día dice que está muy mal y al otro dice que se ha curado. Un día
dice que está muy enfermo y luego dice que está fuerte. El Presidente
podría, si quisiera, acabar con esa ambigüedad, pero no quiere y eso
propicia los rumores", afirmó la profesora de Opinión Pública de la UCV
y de la UCAB Mariana Bacalao.
Enfatizó que como jefe del Estado y protagonista de los rumores Chávez
está obligado a ser transparente sobre su situación. "Al dejar correr
los rumores, busca reservarse un espacio de maniobra para la
improvisación, para ganar tiempo y decidir sobre la marcha cómo actuar".
Bacalao advirtió que el manejo informativo del cáncer del Presidente
afirma una práctica comunicacional sectaria que podría revertirse en su
contra.
"No todos los venezolanos, ni siquiera la totalidad de sus
colaboradores, tienen acceso al mandatario. Para verlo hay que viajar a
Cuba, pero no todos los que viajan son recibidos.
El Presidente está segmentando a sus propios partidarios, estableciendo
castas muy obvias, lo cual sin duda produce malestar y crea divisiones
internas en el PSUV", sostuvo.
Cuchicheos. El politólogo Hebert Koeneke vaticina que la del pasado fin
de semana no será la última ola de rumores sobre el agravamiento de
Chávez. "Cada vez que desaparezca de los medios surgirá esta especie de
cuchicheos de pasillo que se producen en un contexto de incertidumbre
marcado por las elecciones de octubre. Dentro de su propio partido hay
expectativas sobre un escenario sin Chávez como candidato".
El otro elemento que incide, a su juicio, es el escándalo causado por
las declaraciones del ex magistrado Eladio Aponte.
"Es un tema que el oficialismo necesita minimizar ante la opinión
pública porque podría derrotar al Gobierno".
Bacalao difiere en este último punto. No cree que los rumores sobre la
muerte o empeoramiento del primer mandatario sean una cortina de humo
para sacar de la agenda el tema Aponte, sino que se compaginan con el
estilo poco transparente de gobernar que caracteriza a Chávez.
Sostuvo que, aunque no benefician a ningún sector, los rumores revelan
la existencia de grupos dedicados a generar zozobra en la ciudadanía,
así como la tendencia de la gente a aceptar los comentarios infundados
con naturalidad.
"Esa vocación del Gobierno de segmentar quiénes reciben la información
verdadera y quiénes no es la misma vocación que hace que Cadivi otorgue
dólares para ciertas carreras o que frente a la inseguridad se anuncie
una policía especial para los diplomáticos. Este Gobierno
permanentemente crea ciudadanos élite con privilegios por encima de los
demás", dijo Bacalao.
http://www.el-nacional.com/noticia/32908/16/El-Presidente-no-quiere-parar-rumores-sobre-su-enfermedad.html
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