Venezuela después de Chávez
Por: Mary Anastasia O'Grady.
La batalla contra el cáncer que libra Hugo Chávez podría ser una lección
para los admiradores del sistema de salud cubano, considerado por
algunos, incluido el cineasta estadounidense Michael Moore, como un
modelo para Estados Unidos. Aparentemente, no es tan bueno como lo pintan.
También se pueden extraer otras lecciones. Si pronto llega el día en el
que Chávez ya no pueda gobernar, eso no sería necesariamente una buena
noticia para los venezolanos. De hecho, es probable que el declive a
largo plazo del país continúe. Eso se debe a que una muerte temprana
podría convertir al chavismo en casi una religión en Venezuela, tal como
la muerte de Eva Perón dio origen a su imagen mesiánica y al culto
argentino al peronismo. Pobres los países que caen en las garras de un
demagogo.
La salud de Chávez es un secreto de Estado, aunque al parecer mucha
gente tiene información al respecto. Cuando se sometió a su primera
cirugía en junio de 2011, no admitió que los médicos hubieran retirado
un tumor canceroso grande de su área pélvica. El gobierno aún no ha
revelado qué tipo de cáncer padece.
En febrero, el presidente reveló que los médicos habían descubierto una
nueva "lesión". Desde entonces, ha viajado dos veces a Cuba para
someterse a radioterapia. Regresó brevemente a Venezuela la semana
pasada en medio de rumores de que viajaría a São Paulo en busca de
mejores resultados. Sin embargo, el sábado regresó a Cuba para someterse
a una tercera ronda de radiación.
Puede ser que para cuando los médicos cubanos examinaron a Chávez y le
retiraron el tumor, la enfermedad ya hubiera estado muy avanzada como
para obtener un tratamiento exitoso. Sin embargo, según José Rafael
Marquina, un médico venezolano que asegura tener información
confidencial, Chávez se equivocó al pensar que el sistema de salud
cubano podría siquiera hacerle ganar un poco de tiempo.
Marquina le dijo al periódico digital ABC, de España, que cuando Chávez
regresó a La Habana este año para someterse a la radioterapia, los
cubanos hicieron mal el procedimiento. Para que sea efectiva, la
radioterapia requiere que el paciente se apegue a un estricto cronograma
de sesiones. Sin embargo, de acuerdo con el médico Marquina, Cuba
suspendió el tratamiento cuando el presidente colombiano Juan Manuel
Santos visitó la isla, supuestamente para que el líder venezolano
pudiera asistir a las reuniones. También asegura que las áreas en las
que se aplicó radiación no se marcaron de manera apropiada, algo que él
asegura que es importante para garantizar su eficacia. Marquina indicó a
ABC que los médicos cubanos pensaron que era innecesario tatuarlo, pero
que un médico brasileño lo recomendó posteriormente.
Marquina dijo a ABC que el cáncer de Chávez ha hecho metástasis en el
hígado, en las glándulas suprarrenales y en el área retroperitoneal y la
vejiga, y que, tras una laparoscopia, los médicos cubanos no quisieron
operar en las glándulas suprarrenales por temor a complicaciones. Eso
dejó a la radiación como la última esperanza. Si Chávez responde bien a
la radioterapia, indicó el doctor venezolano a ABC, podría vivir hasta
abril de 2013. De otra forma sólo hasta noviembre o diciembre de este año.
Predecir este tipo de cosas no es sencillo, incluso cuando los registros
médicos del paciente están disponibles. Así que es importante reconocer
que en este punto el análisis independiente debe ser tratado como
especulación.
Chávez insiste en que su tratamiento en Cuba está funcionando y que está
listo para gobernar al país por otros seis años si gana las elecciones
presidenciales de octubre. Pero durante la misa de Jueves Santo en su
estado natal de Barinas, dejó entrever que las cosas podrían tomar otro
curso. "Dame tu corona, Cristo, dámela que yo sangro, dame tu cruz, cien
cruces, que yo las llevo, pero dame vida porque todavía me quedan cosas
por hacer por este pueblo y por esta patria. No me lleves todavía",
suplicó Chávez entre lágrimas.
En un país liderado por un solo hombre por los últimos 13 años, es
imposible sobreestimar el apetito popular de información sobre el estado
de salud de Chávez. Incluso a aquellos que no simpatizan con el
mandatario les preocupa lo que sucedería con el país si el presidente no
se prepara para su deceso y nombra un sucesor.
El resultado más probable sería un escalada de la violencia. El Partido
Socialista Unido de Venezuela y el gobierno de Chávez son casi uno solo
y ambos se han radicalizado. Las disidencias están totalmente
prohibidas, como quedó en evidencia el mes pasado con la expulsión del
gobernador del estado de Monagas del partido por su audaz
cuestionamiento de la salubridad del agua de un río local después de un
derrame de crudo.
Los analistas ahora contemplan la posibilidad de una lucha entre el
ejército y las facciones civiles armadas. Independientemente de las
fuerzas armadas, la Guardia Nacional dirige rutas de tráfico de drogas a
través del país y lucrativos negocios de contrabando de gasolina en la
frontera con Colombia. También tiene un interés financiero en determinar
quién sucederá a Chávez.
Chávez ha logrado mantener a estos grupos a raya, pero su muerte sin un
testamento probablemente provocaría una lucha de "todos contra todos".
El ganador podría asumir el legado del revolucionario canonizado y
usarlo para volver a concentrar el poder. Chávez moriría, pero el
chavismo seguiría vivo.
(Fuente: Wall Street Journal Americas)
http://www.generaccion.com/noticia/151009/venezuela-despues-chavez
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