Oscar Hernández Bernalette
Viernes, 13 de abril de 2012
Lo que esta pasando en Venezuela en estos tiempos es una historia
increíble. Podría ser una mejor historia a todas luces.
No se cómo la evaluaran los analistas en el futuro pero lo cierto es
que podríamos afirmar que hoy vivimos en la Venezuela que la mayoría
de esta época no se merece. Esta realidad que nos toco en estos
tiempos es anárquica y percibo que la gente se cansa. No me limito solo
al deterioro social de estos últimos años sino que podemos afirmar que
desde hace décadas rondamos con una sociedad en camino hacia el
desastre. Estamos tocando fondo. En otras palabras, esta gran nación
colectivamente peco por ingenua.
La Venezuela de los años setenta se perfilaba hacia un futuro
envidiable para cualquier ciudadano del resto de americalatina. Por ello
también en esa época muchos emigraron a nuestra nación. Se percibía que
la patria de Bolívar seria la joya de la corona de esta región. Sin
embrago no ha sido así. El país se ha sumergido en una realidad de
estancamiento económico-social y el mas grave de todos, el moral. Quién
puede entender que en un año(2011) se hayan producido mas de diecisiete
mil homicidios. Que explica que nuestros servicios públicos sean un
desastre y que el estado excluya a sus ciudadanos que no comparte la
misma visión de su gobierno.
Irónicamente, el exceso de riqueza mal administrada, abuso del
presidencialismo y la existencia de Instituciones débiles nos han
llevado a esta suerte de petardo en donde pareciera que la brújula del
tiempo la hemos perdido y andamos al garete, de ensayo tras ensayo. Con
la trágica realidad de que muchos de los hombres y mujeres que podrían
ayudar a reflotarnos a la superficie se han marchado del país o
simplemente no tiene espacio para ayudarnos a salir de este atolladero.
Pero qué nos estará pasando. Muchas cosas en mi opinión. Tenemos un mal
gobierno, exceso de política y politiquería, instituciones fragmentadas,
una Fuerza Armada mas cómodas que nunca, una iglesia debilitada,
demasiado consumismo y poca productividad. El país esta golpeado. La
criminalidad esta llegando a niveles increíbles para cualquier sociedad
que se considere decente. La gente vive con miedo y sin rumbo. Una de
las naciones con mas ingresos de la región se convierte en el epicentro
de la una de las mayores corrupciones del mundo. Nuestra economía
productiva es inexistente y la patria pierde miles de sus mejores
hombres y mujeres que se van a otras latitudes en búsqueda de nuevas
oportunidades.
Lo insólito es que los actuales gobernantes, en buena medida
responsables de lo que pasa quieran seguir gobernando. Entonces nos
recordamos de esa frase del Presidente Lagos hace unos días cuando decía
que el político se prepara para las próximas elecciones y el líder
es el que piensa en las próximas generaciones. Frase simple pero llena
de verdades. Por qué se preguntara el lector?
Mis respuesta seria que muchos políticos piensan en cómo lograr el
triunfo electoral y los lideres son los que aportan a sus naciones sin
esperar la recompensa electoral. En estos tiempos necesitamos ciudadanos
mas exigentes con sus Gobiernos y con los políticos. No basta votar sino
también hay que aprender a botar a los que no sirven. Quien no tiene
vocación de servicio comprobada no se merece el apoyo de los electores.
A los pueblos los usan a su antojo, frustran la esperanza y la pobreza
se hace cómplice.Quién sea corrupto debe ser sancionado, quien no cumpla
las promesas debe ser electoralmente castigado. Utópico, puede ser. Sin
embargo, en otras naciones hay pueblos que aprenden a ser exigentes.
Se preocupan por evaluar a quienes los gobiernan. Hay sociedades que
entienden que los políticos trabajan para ellos y no son ellos súbditos
de estos. Venezuela necesita de muchos mas líderes en todos los campos.
Por suerte los vientos huracanados se alejan y los alisios regresan.
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