Wednesday, April 4, 2012

Cambio de rumbo o caos

Cambio de rumbo o caos
José Toro Hardy
Martes, 3 de abril de 2012

Ahora, tratándose de un año electoral el gasto público está creciendo a
más de un 30% intermensual. Somos más dependientes que nunca de las
importaciones, pero los dólares para atenderlas provienen en un 95% del
petróleo.

A partir del año 2007, cuando estalla la crisis de los créditos
"subprime" en EEUU, se ha venido suscitando una situación que
rápidamente se contagió a Europa y que ya algunos han llegado a
calificar como crisis económico-financiera global. Inevitablemente tuvo
coletazos en Latinoamérica.

El caso de Venezuela es muy particular. Aunque para el año 2007 ya la
situación había adquirido en el mundo un cariz crítico, no fue así en
nuestro país. Mientras las bolsas mundiales se derrumbaban, los
inversionistas optaron por darle un nuevo destino a su dinero. En lugar
de comprar acciones, se dedicaron a comprar contratos de petróleo a
futuro. No estaban comprando un petróleo que fuesen a utilizar; lo que
en realidad estaban comprando eran contratos que esperaban vender con
pingües ganancias algún tiempo después. Eso se tradujo en un crecimiento
inusitado en los precios del petróleo en los mercados. Mientras en el
mundo se consumían 86 millones de barriles diarios de crudo, en el
mercado se estaban transando cerca de 150 millones de barriles diarios
en los mercados a futuro. Por esta vía, los precios del petróleo se
duplicaron en menos de un año, pasando el WTI de unos US$ 70 por barril
a la increíble cantidad de 147,20 dólares por barril hacia julio del año
2008.

Para el gobernante venezolano el maná se duplicó también, hasta que en
agosto del 2008, se revienta la "burbuja petrolera" y los precios del
producto se desmoronan.

Tratemos ahora de analizar el efecto que tuvo la crisis en Latinoamérica.

En términos generales hubo un fuerte impacto inicial durante el año
2009, debido a una masiva salida de capitales, especialmente en países
como México y Brasil. Veamos algunas cifras:

En el 2009 en México el PIB cayó en -6,1%, en Chile -1,5%, en Argentina
-1,5%, en México -6,1%, en Perú 0,9% y en Venezuela -3,3%.

Pero en el 2010, la situación había cambiado. Los países
latinoamericanos apegados a la ortodoxia económica, recurrieron a los
mecanismos anticíclicos requeridos. Un año después mostraban una
recuperación sorprendente.

En el 2010 el PIB brasileño había crecido 7,5%, el chileno 5,3%, el
argentino 5,3%, el colombiano 4,2%, el mexicano 4,9%, el peruano 8,7%.

Más aún, la inflación en estos países estuvo totalmente controlada en el
2010: Brasil 5,9%, Chile 3%, Argentina 3%, Colombia 3,2%, México 4,4%
Perú 2,1%.

Lamentablemente el caso venezolano fue totalmente diferente. Dándole la
espalda a lo que los conocimientos económicos señalan como el camino
racional, nuestro país se embarcó en unas políticas pro cíclicas que
terminaron por profundizar la situación. De hecho, para el año 2010 el
PIB seguía cayendo a razón de -1,9% en tanto que la inflación batía
todos los récords al alcanzar niveles del 27%. De hecho, entre el 2007 y
el 2010 los flujos financieros externos en Venezuela fueron de -79.357
millones de dólares, en tanto que la América Latina alcanzó un flujo
positivo de 403.961 millones de dólares.

Paralelamente, según cifras de la Cepal, entre los años 2009 y 2010
Venezuela experimenta las mayores caídas del salario medio y del salario
mínimo real en el sector formal en toda Latinoamérica y el Caribe.

Ahora, tratándose de un año electoral el gasto público está creciendo a
más de un 30% intermensual. Somos más dependientes que nunca de las
importaciones, pero los dólares para atenderlas provienen en un 95% del
petróleo. Mientras tanto Pdvsa, endeudada y mal manejada, se ha
transformado en un Estado paralelo cuya ineficiencia ha llegado a
superar las del sector público. Por su parte las reservas operativas del
BCV alcanzan para apenas dos meses de importaciones.

El sector agrícola del país está fuertemente afectado, pues después de
haber expropiado más de 3,6 millones de hectáreas -buena parte de las
cuales han pasado a ser improductivas- ya no es capaz de producir lo que
consumimos. La expropiación de Agroisleña viene a agravar la situación,
porque el sector se ha quedado sin insumos.

El sector manufacturero atraviesa por una situación similar, con el
agravante de que Cadivi no está proporcionando los dólares que se
requieren para la importación de materias primas e insumos.

Para colmo viene una LOT por vía habilitante, que a juzgar por lo que se
conoce de ella, vendrá a transformarse en una destructora de empleos.

Nos aguardan tiempos difíciles.

pepetoroh@gmail.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/7196751.asp

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