Saturday, September 10, 2011

Los hackers y la "primavera venezolana"

Los hackers y la "primavera venezolana"
Argelia Ríos
Sábado, 10 de septiembre de 2011

Al Presidente le sobran razones para la desazón: como siempre, sus
órdenes siguen pulverizándose en los entretelones del monstruo
burocrático que él mismo creó

Nadie la tiene fácil. La situación de cada polo es obvia. Ambos están
urgidos de ampliar sus radios de influencia y ambos experimentan
dificultades para hacerlo. La contienda candidatural dentro de la MUD ha
acentuado la convicción de que, en su interior, no existe una lectura
unitaria alrededor del fenómeno político al cual se enfrenta, y mucho
menos una propuesta estratégica compartida para darle batalla al
comandante...

En el terreno del chavismo las cosas tampoco lucen doradas: la
ineficiencia continúa siendo majestad, pese a las imploraciones del Jefe
del Estado, quien jamás había necesitado tanta ayuda de sus equipos
políticos y administrativos... En este mapa, la oposición y "el proceso"
no pueden sino apostarle a los errores del contrario, lo que condenará
la disputa a la mediocridad de un pobre torneo entre "malos y peores" y
a un resultado tan cerrado, que no garantizará el triunfo holgado de
ningún bando.

Las descalificaciones -abiertas o solapadas- que se profesan los
aspirantes opositores, desnudan la que tal vez sea el principal fallo
estructural de la oposición: no todos los adversarios del régimen
coinciden en su caracterización, ni piensan lo mismo sobre la forma más
adecuada para combatirle.

Las divergencias -que algunos justifican alegando el carácter
democrático de este polo- son, sin embargo, una muestra de la ausencia
de un debate serio y sereno, en torno de la estrategia que merece ser
aplicada, tanto en esta coyuntura, como en la que sobrevendrá tras la
selección del abanderado. El descuido ha dejado el campo libre a la
incorporación de temas cuyos efectos se reflejarán más tarde, cuando el
ganador necesite perder parte de su precioso tiempo en sanar las heridas
abiertas por las irresponsabilidades cometidas en la refriega interna.

Por su parte, al Presidente le sobran razones para la desazón: como
siempre, sus órdenes siguen pulverizándose en los entretelones del
monstruo burocrático que él mismo creó. En otros tiempos los déficits
gubernamentales y las grietas tectónicas de la revolución podían
invisibilizarse detrás de la potente figura del híper-líder. Ajetreado
con su tratamiento -que le exige distanciarse a ratos de la realidad
nacional, Chávez no puede evitar que esas deficiencias se hagan cada vez
más notorias.

Es todo un drama: no sólo porque mantiene viva la pregunta sobre la
conveniencia de reelegir a un hombre bueno pero enfermo (como dicen los
focus groups); sino porque un resultado parejo podría condenar a la
revolución al escenario de una "primavera venezolana!": los hackers que
atacan en el Twitter reconfirman, de hecho, que es a ésa hipótesis a la
que más le teme el gobierno bolivariano.

Argelia.rios@gmail.com

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/3387100.asp

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