Monday, September 12, 2011

Ud. No es trovador ¡Es Presidente!

Ud. No es trovador ¡Es Presidente!

La gente no quiere saber más de coplas, fábulas o lamentos que evaden la
realidad
ORLANDO VIERA-BLANCO | EL UNIVERSAL
lunes 12 de septiembre de 2011 12:00 AM

Impresionan los niveles de homicidio del país en los últimos 12 años.
Más 157.000 almas han perdido la vida en manos de la violencia. Ni se
dice ni se escribe fácil, como tampoco ligero debería ser, entonar
baladas, echar chistes o exhibir dolencias en degradantes cadenas,
cuando el pueblo se está muriendo en la calle, como si se trataran de
simples cosas o de cosas simples...

Mientras Ud. ríe, canta o llora (por cierto, más por los niños de
Libia), cientos de jóvenes venezolanos se baten en nuestros barrios y
dejan la vida, sin haberla comenzado a vivir. Mientras usted ríe, canta
y llora (más por lo que sufre Fidel), los niños de nuestra tierra, se
inician en el jibarato, aun sin haber cambiado la voz. Mientras usted
ríe, canta o llora, más las penas del pueblo palestino, muchas de
nuestras niñas, en un jamás, una muñeca de trapo... Mientras usted ríe,
canta o hipea, más por la caída de Gadafi, miles de madres se redoblan
de dolor recogiendo a sus muertos en la morgue, claro, si ésta no
colapsa, y se los pueden dar.

Si las cuentas son como van (12.000 muertos por año), cada media hora un
lugareño, muere en Venezuela... Saque usted la cuenta cuantos han caído
en manos del hampa en más de 3000 horas de alocución en cadenas, viajes
o Aló Presidentes, mientras sólo minutos se han dedicado a hablar de
inseguridad. Horas y horas entonando, "yo no soy monedita de oro", el
lagrimear de las cumaraguas o esa bella balada, "canción-Venezuela"-que
por cierto termina con una alegoría al sufragio de la vida, pidiendo
enterrad mi cuerpo, cerca del mar, en Venezuela- cuando la realidad
registra un pueblo en tinieblas, entre ajusticiamientos, arrebatos y
odios. El río deja de ser manso Presidente y se enfrenta al mar (así lo
pongan de felicidad), cuando el despojo no tiene dolientes, ni los
deudos, justicia... Ni semerucos en el cielo, ni cantos de turpial.
Mucho menos más siembra de mansas revoluciones... por lo que serán esos
techos de cartón, que triste ven la lluvia caer, los que volverán a
reventar, cansados de oír lo mismo que ayer y de tener una vida, sin
mañana y sin amanecer.

La gente no quiere saber más de coplas, fábulas o lamentos que evaden la
realidad. Son nuestros niños, nuestros hijos, nuestras mujeres y hombres
"color de la tierra, con sus mismas cicatrices" y huérfanos de paz,
quiénes no pueden seguir muriendo impunemente, mientras se canta, se ríe
o se llora, sin otro sufrimiento que el propio o el que nace de la
preocupación de perder el poder. No luzca usted comandante, como el que
viene de donde usted no ha ido... porque a fin de cuenta, los trovadores
saben de oficios, que los presidentes no.

vba@vierablanco.com

Twitter: @ovierablanco

http://www.eluniversal.com/2011/09/12/ud-no-es-trovador-es-presidente.shtml

No comments:

Post a Comment