Monday, September 5, 2011

¿Qué hacer?

¿Qué hacer?
Fernando Ochoa Antich
Lunes, 5 de septiembre de 2011

Garantizarle a los sectores populares del chavismo su destino político,
es un punto fundamental en la estrategia que debe definir la oposición
ante el plan "B" de esta camarilla. Esa acción permitiría que ese
bendito plan termine sin el apoyo necesario para lograr su éxito.
¿Qué hacer?

¿Qué hacer ante el plan "B" de Hugo Chávez? Lograr una respuesta a esta
interrogante es vital para el destino de Venezuela. Lo primero que hay
que saber es que la camarilla militar y política del régimen,
desesperada por no tener candidato y convencida de una segura derrota en
las elecciones de 2012, se encuentra buscando una solución de cualquier
orden con tal de no perder el poder. Una derrota sería trágica para sus
miembros, comprometidos en tan graves hechos de corrupción
internacional, que difícilmente podrán obtener asilo. También, es
necesario aceptar que esta trágica situación no tiene porque sufrirla
los amplios sectores populares del chavismo, que pueden transformarse en
una alternativa de poder en un régimen pluralista y democrático.

Garantizarle a los sectores populares del chavismo su destino político,
es un punto fundamental en la estrategia que debe definir la oposición
ante el plan "B" de esta camarilla. Esa acción permitiría que ese
bendito plan termine sin el apoyo necesario para lograr su éxito. Un
segundo aspecto fundamental es conocer su orientación estratégica. Eso
no es difícil: Hugo Chávez es un bocón que todo lo dice. Claramente ha
ratificado dos objetivos: demostrar a los cuadros militares que "la
oposición apátrida los odia" a objeto de convencerlos que su acceso al
poder significaría la destrucción de la Fuerza Armada, y desmoralizar a
la oposición para limitar su asistencia a votar en las elecciones
primarias, organizadas por la Mesa de la Unidad, y en las nacionales del
año 2012.

Tratemos el primer punto: el supuesto odio que los sectores democráticos
sienten por la Fuerza Armada. Ese planteamiento es relativamente fácil
de rechazar, ya que sencillamente es falso. En todo momento, la
oposición ha sentido un profundo respeto por la institución militar. Lo
que sí ha hecho es rechazar con fuerza la posición inconstitucional de
algunos jefes militares. Eso es totalmente diferente. Su criterio, de
cuál debe ser el papel de una Fuerza Armada, es muy claro. Se basa en el
contenido de los artículos 328, 329, 330 y 331 de la Constitución
Nacional. No existe ninguna posibilidad de sorpresa en el momento de
ejercer el poder. La relación es transparente: la Fuerza Armada es una
institución al servicio de la nación y nunca de una persona o
parcialidad política.

De todas maneras, el problema no es sencillo. El chavismo tiene a su
favor esa inmensa maquinaria de propaganda que utiliza abusivamente para
transformar la dura realidad que vive Venezuela en Disney World. Se
requiere de un esfuerzo sostenido de todos los ciudadanos que aspiran a
recuperar la libertad y la democracia. Es necesario discutir con los
miembros de la Fuerza Armada sobre los grandes problemas nacionales. No
es conspirar. Es explicarles la dura realidad que diariamente tienen que
enfrentar los amplios sectores populares y de nuestra clase media, para
que entiendan la tragedia nacional y sensibilicen su espíritu. Estoy
seguro, que todos mis lectores conocen a algún militar. Dedíquenle
algunos minutos de su tiempo para decirle la verdad.

El segundo punto también es complejo. Allí vuelve a funcionar la
maquinaria de propaganda. Es relativamente sencillo desmoralizar a la
oposición, haciéndole ver lo innecesario que es ir a votar ante el
seguro triunfo del chavismo. Se han cometido muchos errores, pero
también se han tenido grandes aciertos. La oposición tomó el camino de
la victoria desde hace varios años. La mejor demostración de esta verdad
fueron los importantes triunfos alcanzados durante el referendo
aprobatorio de la reforma constitucional y en las últimas elecciones
parlamentarias. La oposición fue mayoría. Es verdad, que con
triquiñuelas obtuvieron más diputados, pero eso no puede ocurrir en una
elección presidencial. Se gana o se pierde. Eso sí, a votar masivamente.

Es verdad que Hugo Chávez y su camarilla militar y civil harán lo
imposible por conservar el poder. Por suerte, para Venezuela y la
democracia, los vientos no soplan a su favor. El mismo lo reconoció
cuando afirmó que el triunfo podría darse por un solo voto e insinuó que
la oposición podría desconocer el resultado. Eso no está planteado. Eso
sí, que el Consejo Nacional Electoral cumpla cabalmente sus
obligaciones. En caso contrario, la oposición democrática, con una
sólida mayoría de votos, saldrá a la calle a reclamar su triunfo. En ese
momento, Hugo Chávez y sus generales sufrirán una ingrata sorpresa: la
Fuerza Armada respetará y hará respetar el resultado electoral. El
llamado a la sedición que han hecho algunos generales no pasará de ser
un mal recuerdo...

fochoaantich@gmail.com


http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2250427.asp

No comments:

Post a Comment