Saturday, September 17, 2011

La ruina de un país llamado Venezuela

La ruina de un país llamado Venezuela
José Rafael López Padrino
Sábado, 17 de septiembre de 2011

El modelo de capitalismo estatista impuesto por el tte coronel ha
conducido a un desplome de la economía del país, así como a un deterioro
notable en la calidad de vida de los venezolanos

La "robolución bolivariana" se ha transformado en una pesadilla y en
un calvario para todos, pero en especial para los más desposeídos.

Cuando la economía mundial sufrió los embates de la crisis generada por
la burbuja inmobiliaria en los EEUU, el tte coronel y su coro de
seguidores, tuvieron la desfachatez de afirmar que Venezuela estaba
blindada frente a la crisis del capitalismo, y que la Nación saldría
airosa de las turbulencias generadas por el desplome de la economía
Norteamericana y sus aliados financieros. Tiempo después estas falaces
aseveraciones fueron desmentidas por el propio Banco Central de
Venezuela (BCV), quien no tuvo más remedio que aceptar el deterioro de
nuestra economía a pesar de los esfuerzos del iletrado de Misia Jacinta
por maquillar las cifras. La economía se contrajo en el 2010 y entró en
una fase de recesión, el producto interno bruto (PIB) cayó en un 1,9%, y
la inflación cerró en un 26,9%, a pesar de las predicciones del monje
Jorge Giordani quien había estimado un crecimiento de 0.5% y una
inflación de un solo digito. Hoy cuando la economía mundial da signos de
transitar hacia una nueva crisis, el discurso "Goebbeliano" del gobierno
se hace escuchar. De nuevo afirman que nuestra economía no será afectada
por esta nueva crisis global. Sin embargo, ya hay evidencias
inquietantes: la economía tuvo una expansión de 4,8% en el primer
trimestre, pero en el segundo creció apenas la mitad 2,5%, demostrando
una franca desaceleración de la cual el régimen no habla.

Nuestra tragedia económica responde en gran medida a la errática
política neoliberal que ha implementado el régimen, a través de un
capitalismo de Estado compulsivo e improvisado, que ha permitido el
deterioro del aparato productivo del país. Ello aunado a un desenfrenado
endeudamiento interno y externo, que en algunos casos ha implicado el
uso de nuestras riquezas petroleras como garantía para la aprobación de
prestamos en el exterior (China). Así a pesar de que en los últimos
meses el precio de la cesta petrolera venezolana ha registrado un
incremento (alrededor de los 100 dólares el barril), la deuda externa de
la República no ha dejado de crecer velozmente. Las estadísticas del BCV
indican que las cuentas por pagar, en dólares, registraron un salto de
un 37%, desde 61 mil 714 millones hasta 84 mil 719 millones al
contrastar el primer semestre de este año con el mismo lapso de 2010 y
en los últimos cinco años, el salto ha sido de 150%. La magnitud de la
deuda hoy compromete el 49,3% del PIB, porcentaje nada despreciable para
cualquier economía. Además, se ha registrado un aumento en los
compromisos en bolívares a través de la venta de letras del tesoro y
bonos a los bancos del país.

Esta devastadora situación económica se ha traducido en un incremento en
las cifras de desempleo abierto y encubierto (informalidad), así como de
puestos de trabajo precarizados (cooperativas, empresas sociales, fundos
zamoranos, etc.) lo cual representa aproximadamente un 65% de la fuerza
laboral. El país vive una inflación galopante (la más alta de
Latino-américa) cuya cifra acumulada en el primer semestre del 2011 fue
de un 14%, versus 0,8% en México, 2% en Canadá, 0.6 en el Perú en el
mismo periodo. Además, de una caótica situación financiera de PDVSA,
reflejada por una contracción del 9.5% en sus ingresos, a pesar de los
precios internaciones del crudo y del aumento de la demanda petrolera en
el plano mundial. En el primer semestre de este año el PIB petrolero fue
un 13% menor que en 1998 mientras que Pdvsa, de no deber nada en aquel
año, ahora tiene compromisos por el orden de 29 mil millones de dólares.
En parte este endeudamiento ha sido para impulsar el capitalismo de
Estado depredador que publicita el enfermo tte coronel. Hoy más que
nunca nuestra economía es mucho mas dependiente de la renta petrolera
petróleo, al margen de las mentiras del régimen. Igualmente, destaca la
incapacidad del gobierno en satisfacer las justas demandas
socio-económicas de los trabajadores, a quienes intimida y reprime
mediante la militarización de empresas y centros de trabajo.
El blindaje de nuestra economía es de papel, vulnerable y frágil ante
los avatares de la crisis global del capitalismo y por ende de los
precios petroleros. Desafortunadamente, los únicos que han resultado
estar muy bien blindados son los representantes de la mafia boliburguesa
que engordan sus bolsillos a expensas del socialfascismo del Siglo XXI.
La "robolución" bolivariana se reduce a un Alí Baba enfermo, que reside
en Miraflores junto a sus cuarenta ladrones con franela y boina roja que
vociferan "Patria, Socialismo o Muerte", perdón, la muerte a solicitud
del tte coronel fue recientemente sustituida por viviremos y venceremos.

lopez@zeus.bwh.harvard.edu

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/8984831.asp

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