Miguel Muñoz Silva
Miércoles, 21 de septiembre de 2011
Allí están nuestras instituciones políticas y administrativas
nacionales: Ejecutivo Nacional, Asamblea Nacional, Poder Judicial, Poder
Moral y Poder Electoral. Responda, con sinceridad, si la percepción que
de ellas se tiene por los resultados obtenidos en la solución de los
problemas de nuestro pais, es de satisfacción o más bien de insatisfacción…
Les ayudo para que afinen su respuesta.
Si al día de hoy, el Gobierno efectivamente gobierna; si la Asamblea
efectivamente legisla y controla; si la justicia es democrática y de
fácil acceso; si el Poder Moral es eficiente; si el Poder Electoral es
plenamente confiable y oportuno. Si sus respuestas son afirmativas
entonces el Poder Nacional es eficiente. Si sus respuestas son negativas
entonces el Poder Nacional es ineficiente…
Sigamos con las instituciones en los estados.
Hasta hoy, el Ejecutivo Nacional no ha transferido la totalidad de las
competencias constitucionales a los estados; muchos gobernadores no han
asumido su papel de jefes del poder Ejecutivo Estadal, y se han limitado
a ser gestores ante el Ejecutivo Nacional de las actividades a
desarrollar en sus entidades; los Consejos Legislativos Estadales por su
poca materia sobre las cuales actuar, lucen casi invisibles. Todo en
conjunto hace que las instituciones políticas y administrativas de los
estados sean percibidas en términos generales como poco útiles…
Continuemos con las instituciones en los municipios.
Según la Constitución, los municipios constituyen la unidad primaria
política y autónoma dentro de la organización nacional, pero por no
haberse dado el traspaso de competencias y de recursos no han podido
constituirse en la instancia ideal para la participación democrática del
ciudadano y de la administración de los intereses de las localidades,
Por ello, son percibidas también como ineficientes…
Con un Estado centralizado la democracia es imposible.
De allí, la necesidad de ir hacia la descentralización y
desconcentración del poder mediante la instauración de un sistema
escalonado de gobierno: nacional, estadal, municipal, metropolitano,
vecinal y comunal. Este proceso descentralizador y desconcentrador debe
abarcar a los ministerios y sus competencias sectoriales, teniendo
presente que los asuntos nacionales que sean de incumbencia o conciernan
a las regiones deben decidirse y resolverse en las regiones…
De un Estado centralizador a uno descentralizado y desconcentrado
Para poder iniciar, en el 2013, el paso de un modelo a otro se requiere
convicción, y debo señalar que les he escuchado, de viva voz, en
conversaciones y en presentaciones a Pablo Pérez y a Leopoldo López sus
firmes creencias en este segundo modelo. Ojalá que en la dinámica de la
competencia y de las negociaciones se logren acuerdos (dupla) entre
estos dos líderes y también ocurra un convencimiento por parte del resto
de las organizaciones políticas que históricamente han mantenido apego
al modelo centralizado de partidos para poder ir con pie firme hacia la
Venezuela que queremos y que en la practica nos funcione…
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