Aipop
Martes, 20 de septiembre de 2011
Desde hace más de una década, se ha puesto en vigencia en Venezuela, un
agresivo plan para ir aceleradamente eliminando el esquema de desarrollo
capitalista, e irlo sustituyéndolo por un nuevo esquema de desarrollo
socialista, bajo el eslogan de "la revolución para los pobres".
Se trata nuevamente, de la vieja oferta comunista, disfrazada con
nombres tomados de las entrañas de la propia doctrina social de la iglesia.
Se promociona la palabra "socialismo" para diferenciarla de la llamada
cuarta república y se sataniza a partidos democráticos y fundamentales
en la historia política de Venezuela, sin tomar en cuenta que AD,
significa "SOCIAL-democracia" y COPEI, significa SOCIAL-cristianismo. Es
decir, nada nuevo, pero ahora, este nuevo proyecto llamado SOCIAL-ista,
viene cargado con unos contenidos, que lejos de lograr hacer que nuestro
país se desarrolle y vayamos sacándolo, todos juntos., de la pobreza en
que gran parte de la población, está sumergida, lo precipita hacia una
autodestrucción.
AIPOP, dada su línea no partidista, sino únicamente venezolanista, debe
dar unos toques de orientación a todo este embrollo que nos tiene muy
confundidos.
"Por las obras los conocerás". Sabia expresión, que debiera ser, algo
grabado en nuestras mentes para no dejarnos engañar, como hacían con los
antepasados ocupantes de estas tierras, los conquistadores con sus
espejitos y collares de bisutería.
El mundo desarrollado y los países decididos a desarrollarse, basan su
progreso en el trabajo, el crecimiento empresarial que genere empleo
estable y productivo, en la protección tanto laboral, como de la
propiedad y del trabajo en general. El estado no se convierte en un
empleador para tener votos amarrados, sino que reduce ese número a lo
mínimo y se dedica a sus auténticos trabajos; Dictar normas y leyes que
protejan sus principios de desarrollo, ocuparse con empeño en la
seguridad de personas y bienes, generar un excelente mantenimiento de
toda su infraestructura, haciéndola crecer proporcionalmente al
crecimiento del país, generando cada día más calidad de vida para los
gobernados.
Eso es lo que queremos todos, sin importarnos demasiado el nombre o
apellidos que se le ponga a esa forma de gobernar, que generalmente se
pone para tratar de embaucar a quienes son muy fáciles de engañar y que
siguen siendo comprados con los espejitos y los collares de miles de
ofertas engañosas y promesas incumplidas.
Necesitamos que se fortalezca el mundo empresarial, desde el simple
productor individual a las grandes empresas; Que se genere empleo
estable; Que se luche contra la especulación, el hampa y el crimen
organizado; Que se de Seguridad Social a todos los ciudadanos; Que la
Educación sea óptima y que se generen lugares y facilidades para el
esparcimiento y la distracción; Que se proteja a la familia; Que
nuestros servicios públicos sean eficaces, muy bien mantenidos,
disponibles para todos y de óptima calidad; Que nuestras vías de
comunicación sean seguras y que se proteja el valor de nuestra moneda.
En fin eso es lo que necesitamos, NO el "como se llama".
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