Saturday, September 3, 2011

Esperando al Caballero Blanco

Esperando al Caballero Blanco
Alberto Lossada Sardi
Sábado, 3 de septiembre de 2011

Me encontraba distraído, dando una ojeada a los diarios, cuando me
sorprendió una noticia…

Saltaron a mi vista los calificativos que utilizaban: "indeseable, mal
deportista, incitador de masas, cobarde, mentiroso, farsante, miserable"
y pensé que ¡por fin!, la prensa internacional había descubierto al
verdadero quimiondante y sentí una especie de alivio: pero en breves
segundos se deshizo éste al entender que se referían a Mourinho, el
entrenador del Real Madrid. Y me empezó otra preocupación… si estos son
los calificativos usados contra un entrenador por haber hecho algo
indebido en un momento acalorado de un partido de fútbol, ¿cuáles se
aplicarían al quimiondante? Porque, la verdad sea dicha, cualquiera (o
todos) los mencionados son perfectamente aplicables. Encontré algo
esclarecedor el final de este trozo " (…) sumerge al equipo blanco en
una auténtica crisis de valores". ¿Al "equipo blanco" o al mundo en
términos generales? Ya el simple hecho de que esto se aplique a un
entrenador de fútbol y nadie se atreva (en la prensa internacional) a
aplicárselo a quien ha acabado de la manera más miserable con un país
demuestra el poco interés por los sucesos que alteran la vida de
millones de ciudadanos de países en trances similares y la exagerada
importancia que se le da a un ¡pasatiempo! deportivo como lo puede ser
el fútbol.

Ante esto, mucho deberían reflexionar esa cantidad de personas que, para
no "involucrarse", prefieren esperar que venga el Caballero Blanco de
Ajax, los Templarios de Jerusalén, las Hermanitas del Manjar
Menospreciado o el glorioso ejército de Coriolanus el Amansador a hacer
el trabajo que ni por su propio país son capaces de hacer ellos mismos.
Esos mismos que exigen de los demás lo que no están dispuestos a hacer
porque "deben pensar en sus familias y su bienestar", eso sí, mientras
disfrutan de prebendas concedidas por las fuerzas de Darth Vader que
sirven para "pasar el mal rato".

¿Cuándo nos convertimos en este país hoy desconocido, sometido
voluntariamente al bozal de arepa, a la idolatría quimiondantesca y a
los disfraces rojorojitos? ¿Cuándo dejamos de ser ese "Bravo pueblo"
que, con orgullo, entonábamos en el colegio y en las actividades
cívicas? ¿Cuándo comenzó a parecernos de "viveza criollo" el más
descarado robo de los fondos públicos…? ¿Cuándo aprendimos a hacernos
partícipes de cuanta vagabundería se presentara a nuestras puertas?
¿Cuándo dejamos de lado los valores tradicionales con los cuales fuimos
criados para convertirnos en la más aberrante de las chusmas? ¿Cuándo
aprendimos a "disfrutar" de programas como "La hojilla" o "Los papeles
de Mandinga"? (por usar palabras menos soeces de las que utilizan los
tales Silva y Nolia fueron muchas las bocas que lavaron con jabón
nuestros padres)

Y lo más grave de todo es que por ningún lado se ve intención alguna de
modificar estas conductas. Queremos seguir en el país de la guachafita y
la riqueza fácil pero con otros dirigentes. Y tampoco veo por lado
alguno un programa serio de educación popular que cree un sentido de
responsabilidad, que exija los deberes correspondientes y que forme
ciudadanos en la verdadera extensión de la palabra. ¿Y queremos un país
mejor…?

No será bajo los usos actuales. Cambiarlos sólo depende de nosotros…

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/9581074.asp

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