Saturday, September 24, 2011

¿Cuál enfermedad venciste?

¿Cuál enfermedad venciste?
Enrique Pereira
Sábado, 24 de septiembre de 2011

Tal como siempre hace, corre hacia delante para huirle a los problemas.

El presidente está enfermo. Chávez lucha contra un cáncer. Eso de que lo
tuve y ya lo vencí es una buena forma de darse ánimo y de mantener
cohesionados a sus seguidores. No se puede afirmar en el mismo minuto
que ya vencí al cáncer y que el lunes comienza la cuarta sesión de la
quimioterapia. Probablemente sea en Cuba, donde se sabe poco de lo que
pasa. No soy médico pero no hay que serlo para darse cuenta que tiene
algo más que un dolor de uñas. A esa enfermedad no se le espanta a gritos.

Así será de grave la situación, que desde su centro de recuperación nos
anuncia que se incorporará a la campaña electoral en febrero del año que
viene. Es obvio que el presidente no está en condiciones de trabajar, ni
por su campaña, ni por el país. Los esfuerzos de sus segundos para
hacernos ver que está pendiente de todo y trabajando, son inútiles. Una
invasión química en el organismo quita hasta las ganas de pensar.
Hinchado por los esteroides, que acompañan a la quimioterapia, con una
capacidad visual disminuida y enfrentado a un mal que no le deseo ni
siquiera a mis enemigos.

El país se mueve en esta destructiva inercia en manos de cualquier otro,
menos del presidente. A decir verdad, es más o menos lo mismo. El no
sabe hacer, pero ellos tampoco. Razón tiene la oposición en solicitar
una transición para acabar con este desgobierno, producido entre otras
cosas, por la enfermedad del presidente.

Lo que si saben hacer es acabar con lo que está aún en pie. La ley que
regula el alquiler de viviendas va a la calle. En la exposición de
motivos debería aclarar que el objetivo de la misma es acabar con la
posibilidad de que alguien desee alquilar una vivienda. Esta aberrante
regulación es la más clara y firme demostración de que nos estamos
moviendo abiertamente a la perdida de los derechos de propiedad. La ley
es obligante hasta extremos que rayan en lo inconstitucional, incluyendo
la obligación de abrir una cuenta en un Banco del estado –que se chupe
esa mandarina el Indepabis- el plazo mínimo de arrendamiento, y otras
minucias con las que la falta de cumplimiento llevaría por sanción la
expropiación.

A un año de distancia, los venezolanos tenemos la posibilidad de
demostrarle a este gobierno nuestra opinión sobre su gestión, sobre su
revolución y sobre su conducta autoritaria. A un año de distancia Chávez
–si tiene fuerzas para hacerlo- se presentará a las urnas, para que le
demos la oportunidad de gobernarnos por veinte años. Nos acordaremos
entonces de la electricidad, de la vivienda, del mazeite, del cemento,
de las cabillas, de la comida podrida, de la leche en polvo, del café
nicaragüense, de los hospitales, de la escuela sin reparar y del dinero
que hemos regalado a los compinches revolucionarios.

Adelante presidente, siga huyéndole a los problemas.


vienegrande@yahoo.es

http://www.analitica.com/va/politica/opinion/4572250.asp

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