Isabel Pereira Pizani
Cuba: SOS capitalismo
7 Abril, 2014
Quizás el documento que debió haber planteado la MUD hace ya tiempo, lo
acaba de hacer público la Conferencia Episcopal Venezolana, en la voz
del Arzobispo de Cumaná Diego Padrón, al reconocer el verdadero origen
de la crisis que hoy sacude nuestro país:
opinan los foristas
"El episcopado consideró que la causa actual de la crisis nacional es la
aplicación del llamado Plan de la Patria (propuesta de gestión
gubernamental 2013-2019), que según el criterio de la Iglesia católica
venezolana esconde la promoción de un sistema de gobierno de corte
totalitario, que pone en duda su perfil democrático cuando por ejemplo
reprime a la disidencia política".
Agregan: "otros ejemplos de que el partido oficial y autoridades del
país pretenden imponer una administración de corte totalitario son las
restricciones a las libertades ciudadanas -en especial las de
información y opinión-, así como la falta de políticas públicas
adecuadas para enfrentar la inseguridad jurídica y ciudadana".
Padrón y otros obispos se solidarizaron con las poblaciones de aquellas
ciudades que, a su juicio, más han sufrido la violencia y la
militarización como: San Cristóbal, estado Táchira.
Este comunicado sitúa el problema en su raíz, porque no es cierto, tal
como declaró hace poco el periodista Jon Lee Anderson, que Venezuela
vive un periodo de caos y degradación política, es todo lo contrario,
Venezuela vive un periodo de búsqueda ferviente de la regeneración
política. En las protestas subyace el rechazo a todo lo que ha
significado implantar el comunismo en Venezuela. Si se reconoce el
origen de la crisis como el intento de implantar el comunismo, entonces
es cierto como insiste el episcopado que "el gobierno se equivoca al
querer resolver la crisis por la fuerza" el problema estructural creado
por el levantamiento de toda una arquitectura jurídica promotora del
totalitarismo, destructora de la propiedad privada, de la libertad de
opinión, no se resuelve tirando bombas brasileñas, ni metiendo en
prisión y torturando a miles de estudiantes. Se resuelve en las fuentes,
en el cuestionamiento de la inconstitucionalidad que significa imponer
el comunismo en un país cuyas leyes fundan una democracia, plural y de
libertades. El dialogo, sí es posible, tiene que partir del
reconocimiento del gobierno que tiene un sólo camino: acatar el mandato
constitucional.
Las causas de la crisis no pueden disfrazarse ni evadirse porque sus
consecuencias están vivas en la realidad: La inviabilidad económica del
socialismo ha producido la desaparición de cerca de la mitad de nuestro
tejido industrial; el "Dakazo" como medida pre-electoral de compra de
votos ha causado el total desabastecimiento de productos del hogar; las
estatizaciones y controles han destruido la agricultura y la ganadería,
generando una carestía de alimento básicos nunca antes conocida,
situación que afecta sobre todo a los sectores populares. El ataque a
las universidades y la quiebra de la economía deja sin futuro a los
jóvenes. Podrían seguir enumerándose los grandes fracasos de esta triste
revolución, que debemos reconocer son los propios de todos los
experimentos socialistas y que han sido causante de grandes tragedias
humanas en todos los países donde se ha intentado imponer este sistema
político.
Pero, como a nadie le falta Dios, al grupo en el poder, Maduro, Cabello,
Vivas, García Plaza, Padrino, Rodríguez Torres, Benavides, militares o
pragmáticos de la política -no-universitarios- el chance les viene de
Cuba, se les abre una ventanita de oportunidad y esta viene del "Mar de
la felicidad". Tienen enfrente la gran ocasión de ver los efectos del
socialismo en vivo y en directo. Podrían, con honestidad, detenerse a
pensar en la significación de la promulgación de la ley cubana de
atracción del capital extranjero, en otras palabras, por qué echar el
carro más de 50 años atrás y negar todo lo que ha servido de fundamentos
a la revolución cubana. Estos personajes, dueños del gobierno, deberían
preguntarse, ¿Por qué Cuba lanza ese trágico y urgente SOS al
capitalismo? ¿Será sólo porque ven el subsidio venezolano en peligro, o
porque no les queda otro camino? No queda más que concluir que la
imposición de esta ley en Cuba no es ni más ni menos que el
reconocimiento del más grande robo histórico que se ha hecho a cualquier
sociedad. El robo de medio siglo de crecimiento, prosperidad y
desarrollo humano.
Maduro, Cabello y su combo, tienen enfrente dos caminos: seguir adelante
con sus intentos de engañar al pueblo, repitiendo -al modo Chávez- que
el Socialismo es la vida, la felicidad, o asumir un momento de
sinceridad que los lleve a buscar la significación de esta gran estafa
cometida por los Castro contra el pueblo de Cuba. La ira desenfrenada de
Cabello no le permitirá establecer una conexión, por amarga que ella
sea, entre lo que plantea la CEV "la implantación de un sistema de
gobierno de corte totalitario" al viejo estilo cubano, como el núcleo
del fracaso y de las revueltas populares, con la vuelta en U de Raúl
Castro que impone el regreso del capitalismo a Cuba.
Podrán estos hombres que circunstancialmente tienen el poder en sus
manos, pedir que alguien les explique, ¿Por Dios, qué está haciendo Raúl
Castro? Podrán estos militares y adoctrinados en Cuba, sentar a
Giordani, Merentes, Farías y otros diputados formados en la Unión
Soviética y exigirles explicación sobre ese gran misterio. Por qué
Castro llama desesperado a los capitalistas a salvar a Cuba después de
más de medio siglo de "gloriosa revolución". Diosdado tendría la gran
oportunidad de brillar en la TV, Maduro podría realizar una cadena de 5
horas explicando esta realidad al pueblo ¿Cómo Cuba se devuelve al
capitalismo, cuándo aquí lo queremos implantar a la fuerza? ¿Cómo está
Cuba pidiendo ayuda al capital, no importa de dónde venga, de USA,
Europa, pero que por favor venga? después de destruir el capitalismo y
de lanzar al mar a millones de ciudadanos. Tendrá el valor Rodríguez
Torres de sentarse a reflexionar sobre este estruendoso fracaso de Cuba
y repensar la inutilidad diabólica que representa continuar reprimiendo
a la población para defender un gobierno de espaldas a la historia, o
reconocerá que está en un callejón sin salida, escudando un gobierno sin
futuro, destruido por su fracaso económico y social.
Señores de gobierno, Cuba no es el mar de la felicidad es el espejo del
SSXXI.
El comunicado de la CEV ha puesto el dedo en la llaga, el problema en el
cual no puede haber transacción alguna es la obligación del gobierno de
parar ya la implantación del comunismo. Agradezcan Maduro, Cabello,
Vivas, García Plaza, Padrino, Rodríguez Torres, Benavides y el resto, la
ayudadita que les están dando sus hermanos cubanos al abrirse a mostrar
la dimensión abismal del fracaso de su revolución que ni siquiera el
petróleo venezolano ha podido salvar.
http://www.noticierodigital.com/2014/04/cuba-sos-capitalismo/
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