Publicado el viernes, 04.11.14
Cuba y Venezuela, las lecciones de la historia
ARIEL HIDALGO
Hasta 1958 en Cuba y Venezuela gobernaban dos dictadores salidos de las
filas militares. En ese año Venezuela se liberó mediante un movimiento
cívico-militar y luego abrió sus puertas solidariamente a los exiliados
cubanos, con quienes cooperó hasta el logro del fin de la dictadura
caribeña. Los acontecimientos posteriores llevaron lamentablemente a
ambos países a una situación semejante por caminos muy diferentes, pero
a un nivel dramáticamente mucho más grave de esta espiral. ¿Se repetirá
la historia? Es preciso aprender de ella para que cuando lleguen nuevas
alboradas tanto en Cuba como en Venezuela, ese sol no vuelva a apagarse
jamás.
Pero este vínculo viene de mucho más lejos. Entre 1822 y 1823 se tejió
en Cuba la Conspiración Rayos y Soles de Bolívar contra el colonialismo
español originada en las logias masónicas cubanas bajo el liderato de
José Francisco Lemus, quien ya se había entrevistado en Philadelphia con
representantes del gobierno de la Gran Colombia. Participaron numerosos
cubanos célebres, así como varios latinoamericanos, entre ellos el
venezolano Juan Peoli, cuya esposa mantenía correspondencia con el
propio Bolívar. Tenían como objetivo apoyar el desembarco de un
contingente de tres mil soldados bajo el mando del general bolivariano
Manuel Manrique. Pero la expedición se frustró, tanto por la fuerte
oposición de Gran Bretaña como de los Estados Unidos. La conspiración
fue descubierta y sus principales dirigentes, deportados a España.
Cuando José Aniceto Iznaga, patriota cubano que intentó revivir la
conspiración, se reunió con Bolívar en Caracas en 1927, éste le dio todo
su apoyo, pero para entonces los hacendados de la Isla favorecían mucho
más la anexión a los Estados Unidos. Bolívar, por su parte le escribió a
Iznaga acerca de la oposición angloamericana: "Si los cubanos
proclamasen su independencia, presentando siquiera un simulacro de
gobierno, y pidiesen auxilio al Gobierno de Colombia, entonces ni el
Gobierno de Inglaterra ni el de los Estados Unidos se opondrían, ni
aunque se opusieran Colombia se detendría". En 1850, un venezolano,
Narciso López, ondea por primera vez la actual bandera cubana que él
mismo había ayudado a diseñar. José Martí, el más prominente héroe
nacional de Cuba, vivió seis meses en Caracas en 1981, a la que llamó
"cuna de América". Publicó una revista, colaboró asiduamente en la
prensa venezolana, impartió clases de Literatura y Gramática Francesa,
creó una cátedra de oratoria, pero se vio obligado a salir del país por
negarse a dar loas al entonces presidente Guzmán Blanco. En carta de
despedida al director de la Opinión Nacional, diría: "Deme Venezuela
en qué servirla: ella tiene en mí a un hijo". Actualmente hay una
estatua suya en una plaza con su nombre en Chacaito, Caracas, desde cuya
plataforma habló el líder opositor Leopoldo López antes de entregarse a
las autoridades del régimen de Maduro.
Lo nuevo en el paralelo entre Cuba y Venezuela es la participación de
efectivos militares de la actual dictadura cubana en la represión brutal
contra los manifestantes venezolanos, en particular las Tropas
Especiales, creadas en 1986 bajo el asesoramiento de oficiales
soviéticos y vietnamitas, más conocidas como "Avispas Negras" por la
avispa negra en sus escudos con el aguijón listo para el ataque,
formados en grupos de cinco, integrados lo mismo por hombres que por
mujeres, y actuando en territorio ocupado por el enemigo, en particular
motines y disturbios. Decenas de mártires ha costado en las últimas
semanas la lucha pacífica de los venezolanos en las calles por una
Venezuela mejor. Los cubanos tenemos una gran deuda con Venezuela.
Cubanos y venezolanos debemos marchar juntos en la lucha por la libertad
para que ambos pueblos conquisten juntos un nuevo amanecer, y el camino
ha sido ya trazado por los estudiantes y los principales líderes
opositores venezolanos: la lucha pacífica. Dejemos la responsabilidad de
la violencia en manos de los represores, pues como dijera Leopoldo
López, "la violencia es el lenguaje de los que no tienen la razón". Como
ha demostrado hartamente la historia de nuestros países, lo que llega
por la violencia se mantiene por la violencia y es incapaz de fundar un
reino de paz.
Infoburo@aol.com
http://www.elnuevoherald.com/2014/04/11/1722225/ariel-hidalgo-cuba-y-venezuela.html
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