Thursday, May 9, 2013

Nicolás Maduro, «patán»

Venezuela, Nicolás Maduro

Nicolás Maduro, «patán»
Las pasiones personales entre hombres con poder político suelen ser
extremadamente peligrosas
Félix Luis Viera, México DF | 09/05/2013 1:44 pm

Entre otros apelativos, con este calificó en días pasados la congresista
peruana Lourdes Alcorta al presidente venezolano en funciones Nicolás
Maduro. Esto a raíz de que Maduro llamara a consulta al embajador
venezolano en Lima, por la convocatoria que antes diera a conocer el
canciller de Perú, Rafael Roncagliolo, para alcanzar "tolerancia y
diálogo" en la convulsa Venezuela. Posteriormente, el diferendo quedó
rebasado por iniciativa del propio Maduro, quien decidió "dar vuelta a
la página" luego de que su embajador en Lima se entrevistara con el
presidente peruano Ollanta Humala.

En días pasados, Nicolás Maduro arremetió contra el canciller español,
José Manuel García Margallo: "Canciller español, saque sus narices de
Venezuela; canciller español, fuera de aquí; canciller español,
impertinente", luego de que aquel se brindara para cooperar de alguna
manera, si fuese necesario y si el gobierno venezolano se lo solicitaba,
con el fin de contener la disputa postelectoral en Venezuela. De paso,
Nicolás Maduro exhortó a "la clase obrera" de España a "salir a la calle
a luchar por lo que la derecha fascistoide les está quitando".

Asimismo, el presidente en funciones de Venezuela ha acusado
recientemente al expresidente colombiano, Álvaro Uribe, de fraguar un
asesinato en su contra "con el apoyo de sectores radicales de la
oposición venezolana", calificando a Uribe de "asesino". El actual
presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha declarado que defenderá
la "dignidad" de Álvaro Uribe por las vías diplomáticas.

Todos estos excesos y "verdades" incomprobables, propios de los
gobiernos absolutistas de izquierda, los hubiera llevado a cabo Hugo
Chávez en caso de que estuviese en el poder, y le habrían funcionado.
Pero a Maduro no le funcionan: se encuentra totalmente a la defensiva.

No le funcionan, entre otras razones, porque minuto a minuto va
creciendo la duda en cuanto a la legitimidad de las elecciones
presidenciales pasadas, algo que se ha encargado la oposición de poner
en evidencia, y también el propio Maduro con la cavernaria represión
verbal y física que viene instaurando al respecto; porque la crisis
material y moral que heredó de Chávez es prácticamente insalvable; y
porque Maduro es un ser, como hemos dicho en otra oportunidad, sanguíneo
y primitivamente sentimental y por lo tanto incapacitado para llevar las
riendas de cualquier país durante un tramo considerable.

Sentimental. Unido a su "padre", Hugo Chávez, por razones de
prosternación, idolatría, no por medio de la sustancia gris. Cuando
Nicolás Maduro se refiere a Hugo Chávez se le advierte un delirio
semejante, por ejemplo, al que expresa la presidenta argentina Cristina
Fernández al evocar al fallecido expresidente de aquel país Néstor
Kirchner, el mismo delirio que expresaba el desaparecido Hugo Chávez por
Fidel Castro. Las pasiones personales entre hombres con poder político
suelen ser extremadamente peligrosas. Ni hay que decir por qué.

En el caso de Nicolás Maduro, no creo que erraríamos al afirmar que él
está rindiendo culto amoroso a Hugo Chávez, lo cual haría de cualquier
manera aun si este hubiese sido de derecha extrema; igual lo hubiera
convencido el fallecido presidente de que la derecha extrema es lo
justo. El mal de la idolatría, que suele no dejar espacio para el
raciocinio. Le dejo a los psicólogos y sociólogos determinar si la raíz
de la idolatría puede o pudo hallarse, en principio, en una identidad de
idearios para luego, fascinación mediante, obnubilar al idólatra en
cuanto al idolatrado.

Falto de los ingredientes personales de Hugo Chávez, agobiado por la
crisis que vive el país y el bien que le están haciendo a la oposición
los bárbaros bajo su mando, como Diosdado Cabello, el ya debilitado
poderío de Nicolás Maduro se resquebraja a cada minuto debido a las
críticas que surgen sobre su conducta, en el plano nacional e
internacional. Así, ahora tenemos que según el diario brasileño Folha de
Sao Paulo, el popular cantante Roberto Carlos lo demanda por utilizar
sin su consentimiento unos versos, y las consiguientes notas, de su
autoría, durante una visita que hiciera Maduro al estado de Amazonas en
el mes de abril, para hacer pública la vida del nuevo presidente. La
canción se titula Detalles, con dos versos que dicen: "Detalles tan
pequeños de los dos/son cosas muy grandes para olvidar".

Así las cosas, la situación en Venezuela se acerca cada vez más a un
estallido. Para evitarlo, creo que es necesaria la misma contención que
hasta ahora ha mostrado la oposición y el efectivo trámite diplomático
de los organismos internacionales. Tomando en cuenta que el apasionado
no estará dispuesto a ceder, a la vez que evitará que cedan sus súbditos.

http://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/nicolas-maduro-patan-284148

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