Thursday, May 16, 2013

El desabastecimiento acorrala a Maduro

El desabastecimiento acorrala a Maduro
"La revolución importará 50 millones de rollos de papel higiénico",
anuncia el ministro de Comercio
El Ejecutivo sostiene que la oposición alienta una sobredemanda para
provocar desabastecimiento
Alfredo Meza Caracas 16 MAY 2013 - 13:52 CET1564

En Venezuela para llenar el carrito del supermercado hay que hacer una
procesión, como si se tratara de las visitas a los siete templos en
Semana Santa. Pero desde hace varias semanas el papel higiénico destaca
entre las ausencias. La escasez de este producto no es, sin embargo, tan
cíclica como la de harina, pollo, desodorante, aceite de maíz, azúcar y
queso. El papel higiénico está incluido en una lista de bienes vendidos
a precios regulados por el Ejecutivo, de acuerdo con lo dispuesto en
febrero de 2012 por la Superintendencia Nacional de Costos y Precios.
Desde entonces las empresas decidieron reducir el tamaño de los rollos y
seguir supliendo la demanda. Pero el pasado mes de abril las estanterías
se vaciaron.

Para aplacar el déficit el Gobierno anunció que importaría el
equivalente a 50 millones de rollos de papel higiénico. "Le decimos a
nuestro pueblo que se tranquilice y comprenda que no debe dejarse
manipular por la campaña mediática de que hay escasez", dijo el ministro
de Comercio, Alejandro Fleming, a la Agencia Venezolana de Noticias.

El funcionario justificó la ausencia de papel higiénico con una cuenta
que ha provocado toda clase de bromas en las redes sociales. Dijo que
"no hay deficiencia en la producción", porque el consumo mensual es de
125 millones de rollos "y hay una sobredemanda" de 40 millones. "¿Cómo
hizo para hacer ese cálculo?", se preguntó César Miguel Rondón, el
periodista más escuchado de la radio en Venezuela. A continuación leyó
un mensaje llegado a su cuenta Twitter: "Si esa cuenta es cierta habrá
que administrarse porque a los venezolanos les toca 1,5 rollos por persona".

El Gobierno considera que la escasez es consecuencia de las compras
nerviosas y de una campaña de la oposición para desestabilizar a Maduro,
cuya legitimidad ha sido cuestionada debido al estrecho margen que
obtuvo sobre su contrincante, Henrique Capriles, en las elecciones del
pasado 14 de abril, y las denuncias de irregularidades en el acto de
votación. En contrapartida, el empresariado afirma que el
desabastecimiento obedece al control de cambios vigente en el país desde
hace una década y a la inestabilidad política que ahuyenta la inversión.
Es una confrontación constante. La respuesta más clara a esta situación
la dio hace cuatro años, en una entrevista con el diario venezolano El
Universal, el ministro de Planificación, Jorge Giordani: "El socialismo
se construye a partir de la escasez".

En medio de esta crisis de desabastecimiento se produjo la esperada
reunión entre el jefe del Estado, Nicolás Maduro, y el presidente de
Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, principal productor de alimentos
básicos en Venezuela, que terminó con una cordialidad que no se auguraba
el fin de semana, cuando el mandatario sugirió que el conglomerado
privado estaba acaparando los productos y era el responsable del
generalizado desabastecimiento en el país.

El fin de semana el Gobierno declaró además que sospechaba que Mendoza,
dueño de la segunda fortuna del país y ocupante del lugar 329º en la
lista Forbes de los millonarios del mundo, había recortado la producción
para el mercado local de harina precocida, con la cual se elabora la
arepa, uno de los platos típicos de la mesa venezolana. Contra todo
pronóstico, contradiciendo el bajo perfil que suele cultivar, Mendoza
convocó una rueda de prensa para desmontar los argumentos del Ejecutivo
venezolano: dijo entonces que operaba a su máxima capacidad, que su
producto de harina precocida, Harina Pan —el líder del sector—,
representaba el 48% de la producción de Venezuela y que la escasez
obedecía a deficiencias de producción de los demás competidores. Y
sugirió al Gobierno que le alquilara o vendiera alguna de las plantas
que no funcionaban para ponerlas a trabajar. Maduro tomó esa respuesta
como una provocación. El martes, mientras conversaba con un grupo de
damnificados por las lluvias de 2010, dijo que la postura de Mendoza le
había parecido altanera y que en la reunión "le cantaría sus cuatro
verdades". "Dio declaraciones como un candidato, aunque él dice que no
es político", agregó Maduro. Fue el mismo tono retador que había
utilizado el domingo cuando escribió en su cuenta de Twitter: "Espero
que de esta reunión se establezca un compromiso de cumplirle al país.
Lorenzo Mendoza, te espero".

Todo eso pareció haber quedado superado ayer. Tanto el empresario como
el vicepresidente Jorge Arreaza coincidieron a la salida de la cita en
que habían hablado en términos diáfanos sobre el problema de la cadena
de distribución y que ambas partes estaban comprometidas a trabajar al
máximo de sus potencialidades. "La reunión fue tremendamente cordial y
se demostró claramente que estamos trabajando a toda capacidad", dijo
Mendoza posteriormente en un comunicado.

Para estimular la producción y hacer frente al desabastecimiento, el
Gobierno incrementó el martes un 20% los precios máximos de venta de
productos como el pollo, la carne de vacuno y todos los lácteos, una
medida solicitada por los productores de alimentos. Los precios de los
principales artículos de primera necesidad son regulados por el Estado.

Con el objetivo de fortalecer la reserva alimentaria, el ministro de la
Alimentación, Félix Osorio, quien propuso a Maduro la subida de los
precios, anunció que en el transcurso de esta semana llegará al país un
cargamento con 760.000 toneladas de alimentos. Los productos, dijo, son
aceite, leche completa en polvo, carne de res, atún y sardina en lata y
azúcar cruda, entre otros, valorados en 466 millones de euros.

http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/15/actualidad/1368609765_353868.html

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