Wednesday, May 8, 2013

Bajos precios del petróleo no ayudan a Maduro

Publicado el martes, 05.07.13

Bajos precios del petróleo no ayudan a Maduro
Por FABIOLA SANCHEZ
Associated Press

MORON, Venezuela -- Sólo las aguas sucias que brotan de las tuberías
rotas del alcantarillado contienen el polvo frente al almacén de
estatuas de santos y otros objetos religiosos de Ramón Boet.

A la distancia se ven las enormes tanquetas de petróleo frente a la
refinería El Palito, que tiene más de 50 años de existencia y produce
varios millones de dólares al año.

"No nos ayuda para nada", dice Boet, de 58 años, en momentos en que un
apagón ciega los bombillos y luces de su almacén. El comerciante cierra
antes de que anochezca. Teme que lo roben.

El valor del petróleo que hoy se vende de El Palito es cinco veces más
alto del que se pagaba en el mercado internacional cuando Hugo Chávez
asumió la presidencia del país en 1999. Ahora que Chávez murió, la
compañía petrolera Petróleos de Venezuela (PDVSA), la vaca lechera que
paga casi todas las cuentas del país, se encuentra en tal estado de
desidia que analistas consultados dicen que aún si el barril de petróleo
se vendiese a más de 100 dólares no va a ser suficiente para mantener a
flote el país.

Sólo se podrá seguir contando con las ganancias de la compañía petrolera
si se hace una completa revisión y modernización de la infraestructura
petrolera, afirman los entendidos.

La situación ahora es más urgente que nunca, dicen los analistas
consultados. El precio del crudo ha bajado en las últimas semanas y el
heredero de Chávez, el presidente Nicolás Maduro, poco ha hecho para
recuperar la producción que está en declive, reducir una deuda de miles
de millones de dólares y mejorar una infraestructura obsoleta, que el
año pasado registró varios accidentes, incluida una explosión que mató
al menos a 42 personas en la refinería más grande del país.

Maduro no ha innovado por ahora. Confirmó al ministro de Petróleo y
presidente de la petrolera estatal, Rafael Ramírez, y su gobierno se
comprometió a seguir enviado a sus 16 socios de Petrocaribe petróleo y
productos derivados, en condiciones preferenciales, a cambio de dinero y
bienes tales como carne, atún, aceite, azúcar, café, frijoles negros,
pastas y pantalones.

De hecho, una reunión de esa agrupación sostenida en Caracas el fin de
semana incorporó a Honduras y Guatemala a ese acuerdo, según anunció
Maduro. El primero hacía parte de la organización hasta que militares
derrocaron al presidente Manuel Zelaya, quien era apoyado por Chávez.

El programa requiere actualmente que los miembros paguen 60% del
petróleo al contado y financia el resto a 25 años con un interés del 1%
anual.

El dinero que recibe PDVSA, que constituye el 96% de los ingresos del
país por exportaciones, "no está generando suficientes ingresos para
cubrir la totalidad de sus costos y poder entonces financiar con ellos
sus compromisos", de acuerdo con Pedro Rodríguez Sosa, profesor del
centro internacional de energía y ambiente del Instituto de Estudios
Superiores de Administración en Caracas.

Es más, ahora la compañía ha tenido que recurrir a préstamos del Banco
Central de Venezuela, algo que jamás se había visto en la historia de la
industria petrolera de la nación.

Ello se debe al creciente gasto público venezolano que es pagado con el
dinero de PDVSA, que aumentó en más de 30% en medio del proceso
electoral de 2012, según el economista José Guerra, ex gerente de
investigaciones del Banco Central.

Guerra también atribuyó la difícil situación económica de la empresa a
los problemas que enfrentan algunas empresas públicas como la
Corporación Venezolana de Guayana y el sector eléctrico, que también se
han convertido en una pasada carga para el gobierno y están incidiendo
sobre el déficit fiscal.

Si bien la corporación estatal PDVSA logró en el 2012 cerrar sus
balances en azul al alcanzar ganancias por 4.215 millones de dólares, la
merma de 95.000 barriles diarios en su producción, combinada con el
aumento de las deudas con los proveedores y el endeudamiento de unos
26.190 millones de dólares con el Banco Central de Venezuela han
generado dudas sobre la salud de la empresa y sus perspectivas futuras.

La empresa ha tenido que usar buena parte de sus ingresos para financiar
el gasto público, además de las millonarias pérdidas que ha tenido que
absorber por la venta subsidiada de la gasolina local -la más barata del
mundo- y los acuerdos petroleros internacionales poco beneficiosos que
ha tenido que asumir PDVSA, la cual está siendo utilizada por el
gobierno como herramienta geopolítica para mantener las alianzas regionales.

Durante el año pasado, PDVSA logró ingresos totales por 124.459 millones
dólares, muy parecidos a los del año anterior, que fueron de 124.754
millones de dólares. Pero su deuda con proveedores subió un 35% en el
2012 y alcanzó los 16.747 millones de dólares, mientras que las
acreencias con el Banco Central se multiplicaron por ocho en los últimos
dos años.

El descenso del precio del barril petrolero se dio en el mes pasado en
medio de una compleja situación económica que viene enfrentando
Venezuela desde finales del año pasado, producto de un fuerte
desequilibrio entre los ingresos y gastos del gobierno, y la merma en el
suministro de las divisas oficiales, generada por un salto de casi 27%
de las importaciones, que ha desatado severos problemas de
desabastecimiento de bienes.

La ralentización de las grandes economías y una creciente sobreoferta de
crudos han originado un descenso de alrededor de 10% del valor del
barril en las últimas tres semanas y las proyecciones de los analistas
indican que los precios petroleros podrían estabilizarse en 90 dólares,
lo que para Venezuela y su industria petrolera no resultaría nada alentador.

Venezuela padece esta situación en medio de una inflación galopante que
alcanzó en marzo una tasa anual de 25%. En los últimos siete años
Venezuela ha registrado la mayor tasa de inflación de la región a pesar
de tener control de precios y de cambio desde hace una década.

Luego de reportar el año pasado un crecimiento de 5,6% del PIB, algunas
bancas de inversión y organismos internacionales como el Banco Mundial y
el Fondo Monetario Internacional prevén que la economía venezolana
crecerá menos de 1% como consecuencia del desequilibrio en las cuentas
fiscales.

Si bien PDVSA logró en el 2012 cerrar sus balances en azul al alcanzar
ganancias por 4.215 millones de dólares, la merma de 95.000 barriles
diarios en su producción combinada con el aumento de las deudas con los
proveedores y el endeudamiento de unos 26.190 millones de dólares con el
Banco Central de Venezuela han generado dudas sobre la salud de la
empresa y sus perspectivas futuras.

El ministro Ramírez destacó que el año pasado Venezuela terminó
produciendo 3 millones de barriles diarios.

Pero algunos organismos independientes como la OPEP estiman que la
producción de Venezuela está por debajo de los cálculos oficiales y que
ronda los 2,7 millones de barriles al día.

Ramírez dijo recientemente a la prensa que la corporación está enfocada
en mantener la cuota de producción impuesta por la OPEP, "y no me voy a
salir de ahí".

"Lo que nosotros estamos es construyendo capacidad de la faja (del
Orinoco)", indicó el ministro al asegurar que esa región del oriente del
país, donde se concentran las mayores reservas petrolíferas del mundo,
se está generado 1,23 millones de barriles al día con el apoyo de
importantes empresas internacionales de China, Rusia, Estados Unidos,
Italia, Vietnam, Malasia, India, Japón y España.

PDVSA tiene proyectado incrementar este año su capacidad de producción
petrolera en 250.000 barriles diarios y llevarla a 4 millones de
barriles en el 2014 y a 6 millones en el 2019.

El presidente de PDVSA atribuyó el incremento de las deudas con los
proveedores a una mayor actividad de explotación, que se evidenció en el
aumento en la cantidad de pozos, que pasaron de 868 en el 2011 a 2.010
el año pasado.

Ante la tendencia a la baja de los precios y el desempeño que tuvo PDVSA
en el 2012, los analistas consultados por la AP ven un panorama poco
favorable para la corporación estatal.

El consumo interno de combustible en Venezuela está en unos 640.000
barriles diarios. PDVSA debió importar de Estados Unidos hasta inicios
de este año cerca de 154.000 barriles por día de derivados petroleros,
entre los que se incluye gasolina, para cubrir las deficiencias en el
sistema refinador local, según cifras del Departamento de Energía
estadounidense.

Las importaciones petroleras de Estados Unidos sufrieron una fuerte
caída en febrero pasado y se ubicaron en 58.000 barriles por día.

Ramírez ha negado que Venezuela haya importado gasolina de Estados
Unidos, pero ha reconocido que a consecuencia de la trágica explosión
que ocurrió en agosto del año pasado en la refinería occidental de
Amuay, la mayor del país, donde perecieron 42 personas, PDVSA tuvo que
importar algunos componentes de combustible.

El ministro admitió recientemente que por efecto del aumento del consumo
interno, que se espera que este año supere los 650.000 barriles diarios,
las exportaciones petroleras podrían sufrir este año una merma de unos
200.000 barriles por día, 7,8% en comparación con el 2012, y cerrar en
2,36 millones de barriles diarios, que inevitablemente afectará los
ingresos del país y de la corporación estatal.

Rodríguez Sosa dijo que según los estados financieros de la empresa
correspondientes al 2011, PDVSA debió destinar cerca del 42% de su
producción para atender el consumo interno y cumplir los diversos
acuerdos pendientes con China, Petrocaribe, Cuba y otros países
suramericanos que no reportan mayores beneficios financieros a la
empresa, y que sólo "58% pareciera estar libre de acuerdo...(y) se paga
en totalidad".

A pesar de las tensiones que han dominado las relaciones entre Venezuela
y Estados Unidos en los últimos 14 años, el mercado estadounidense sigue
siendo el principal destino del crudo venezolano.

Venezuela exporta a Estados Unidos entre 800.000 y un millón de barriles
diarios.

Jorge Piñón, director asociado del programa de América Latina y el
Caribe de la Universidad de Texas con sede en Austin, afirmó que el
gobierno venezolano "utiliza PDVSA como su caja chica para dirigir los
programas sociales populistas", y sostuvo que la corporación ha "perdido
su enfoque en la gestión de su negocio".

"Se está extrayendo más de PDVSA, dejando poco dinero para el
mantenimiento y la inversión de capital", dijo Piñón a la AP en
entrevista telefónica.

Durante el año pasado PDVSA dispuso 28.830 millones de dólares para
diversos proyectos estatales tales como planes masivos de construcción
de viviendas. Los aportes a programa sociales y proyectos estatales
superaron en el 2011 los 30.000 millones de dólares.

Rodríguez Sosa indicó que ante las dificultades financieras que mostró
PDVSA el año pasado, el descenso de producción y el escenario de bajos
precios petroleros, el gobierno de Nicolás Maduro debería asumir una
postura más "pragmática" y liberar a PDVSA de las pesadas cargas
fiscales para que pueda concentrarse en su negocio medular y recuperar
sus actividades de generación de crudos y refinación.

El periodista de The Associated Press Michael Weissenstein contribuyó a
esta nota

http://www.elnuevoherald.com/2013/05/07/v-fullstory/1471229/bajos-precios-del-petroleo-no.html

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