Publicado el domingo, 04.07.13
Elecciones venezuela
Capriles inunda Caracas a una semana de las elecciones en Venezuela
Jorge Rueda / AP
Caracas -- Cientos de miles de simpatizantes del candidato opositor
Henrique Capriles tomaron las principales calles de Caracas para
participar en una marcha que culminó en la mayor avenida del centro de
la capital el domingo con el fin de proclamar que votarán para sacar del
poder a los seguidores del fallecido presidente Hugo Chávez el próximo
14 de abril.
"Nos quedó pequeña la avenida Bolívar", dijo Capriles, emocionado por la
multitudinaria concentración en esa amplia avenida de más de un
kilómetro de largo.
"Hoy las calles de Caracas se llenaron de alegría, hoy las calles de
Caracas se llenaron de esperanza, hoy las calles de Caracas confirman lo
que va a ocurrir el domingo", dijo Capriles augurando su triunfo. El
también gobernador del estado central de Miranda es el candidato de la
llamada Mesa de Unidad Democrática, una coalición de grupos opositores
compuesta por partidos de izquierda, conservadores moderados y
tradicionales.
"Hace 20 días las personas pensaban que era imposible. Tenemos el poder
en contra pero tenemos la esperanza de millones de personas", exclamó el
líder opositor, refiriéndose a unas encuestas, aunque no dio más detalles.
Vestido con una camisa vinotinto –color de la selección deportiva
venezolana– y una gorra tricolor, acusó a los dirigentes oficialistas de
"falsos" y enfiló baterías contra Maduro, a quien tildó de "vago" y de
ser el "enchufado mayor" del gobierno.
"Usted ganará las elecciones en La Habana, yo voy a ganar las elecciones
aquí en Venezuela", señaló Capriles, aludiendo al apoyo del gobierno
cubano al fallecido presidente Hugo Chávez y a su sucesor.
Capriles también se dirigió a los chavistas, a quienes pidió su apoyo:
"Voten por mí. Nicolás no es Chávez. No soy la oposición, soy la
solución", afirmó.
Agitando banderas de Venezuela y portando pancartas en las que se podían
leer consignas tales como "¡No más odio, divisiones ni violencia!" y
"¡No queremos para Venezuela el Castro-Comunismo!", los manifestantes
partieron desde diferentes puntos de esta ciudad de seis millones de
personas, antes de concentrarse en la avenida Bolívar, un emblemático
lugar para los partidos políticos por sus grandes dimensiones.
La marcha se transformó en una de las mayores demostraciones de fuerza
de la oposición en los últimos años. El acto fue el cierre de campaña de
Capriles en la capital, aunque todavía se esperan eventos en otras
ciudades del interior del país antes de las elecciones.
Muchos de los partidarios del líder opositor bailaban al ritmo de la
canción Mentira fresca, cantada por el legendario salsero puertorriqueño
Willie Colón, quien en meses pasados desató la polémica en Twitter con
un chiste que decía que a Venezuela lo gobernaban dos mandatarios, uno
maduro (Nicolás Maduro) y otro podrido (Chávez), entre otras bromas
derivadas por el secretismo que rodeó la enfermedad del ahora fallecido
presidente y fuertes opiniones sobre el gobierno venezolano.
Colón volvió a la carga en la red de microblogueo con un tema de salsa
en el que se burla del presidente encargado y candidato oficialista
Maduro, y cuya letra incluye críticas tales como "Mentira fresca, cómete
tu ensalada. Le pusiste de todo pero no sabe a nada. Mentira fresca, tu
proyecto está fracasado. Que si Cristo, que Fidel, que si Stalin, que
Mao… mi pana, eso es un pulpo con tentáculos que llegan desde Irán hasta
el norte de Corea. Y amenazando toda América Latina y lo que trae es
sufrimiento y pobreza".
"Cuba está a cargo del embrollo, con su lacayo, el `toripollo'
(Maduro)", agregó Colón en la canción.
Capriles ha acusado repetidamente a Maduro de mentir sobre los
resultados de las iniciativas gubernamentales destinadas a resolver
problemas urgentes, incluyendo frecuentes cortes de energía, la
deteriorada infraestructura, la escasez de alimentos básicos y la
inflación de dos dígitos.
Aunque hay escasez de encuestas confiables, en parte por el limitado
tiempo para realizar un amplio trabajo de campo durante esta breve
campaña, la mayoría de los sondeos dan como favorito a Maduro para
vencer a Capriles en los comicios del 14 de abril. Un estudio de una de
las principales encuestadoras locales, Datanálisis, reveló que el
presidente encargado alcanzó en marzo un respaldo de 49.2%, y supera por
14.4 puntos porcentuales a su contendor opositor.
La encuesta de Datanálisis, que se realizó vía telefónica del 11 y 13 de
marzo entre unas 800 personas y que tiene un margen de error de 3.4%,
determinó que Capriles tiene 34.8%.
Algunos analistas estiman que los resultados electorales podrían ser
ajustados.
En octubre pasado, Chávez se impuso con más de ocho millones de votos,
mientras que Capriles, que entonces también fungió como candidato
unitario de la oposición, consiguió poco más de seis millones, aunque
nunca antes un contrincante del mandatario venezolano llegó a
acercársele tanto.
Maduro, por su parte, enfrenta las difíciles tareas de conseguir apoyo
en un país profundamente dividido y mantener la unidad dentro de las
filas de su partido, conformado por grupos que van desde los civiles de
izquierda radical hasta los militares poco dados al socialismo.
Se espera que Maduro, un ex conductor de autobús que comenzó su carrera
política de la mano de Chávez –fungió como vicepresidente y como
canciller por seis años–, sume masivamente los votos de los seguidores
del fallecido mandatario, muchos de los cuales se benefician de los
generosos programas sociales del gobierno que él creó bajo la bandera
socialista. Maduro fue escogido por Chávez como su sucesor en diciembre
en la que fue su última aparición con vida por televisión.
• Los medicos cubanos
Capriles afirmó que no les quitará nada a los beneficiarios de los
programas sociales del gobierno, incluyendo uno que ofrece atención
médica gratuita con la ayuda de médicos cubanos.
"Si hay un médico cubano que está prestándole servicio a los
venezolanos, yo les daré la nacionalidad, para que estén en un país
donde hay democracia. Eso sí, saldrán los militares cubanos que están
aquí", manifestó.
Muchos venezolanos sostienen que los programas sociales tienen un
marcado sesgo ideológico.
"Estamos marchando porque este país no se merece un régimen
castro-comunista, vine a marchar porque quiero para mi país y mis hijos
un régimen de libertades, sin sectarismos, donde no se discrimine a
nadie por lo que cree o por lo que dice", dijo Paola Rodríguez, una ama
de casa de 37 años que marchaba acompañada de sus dos hijos, de 12 y 9 años.
"Creo que podemos ganar, Chávez ya no está y hasta los chavistas saben
que los que quedaron, Maduro y su combo, son los mismos que el pueblo
chavista decía que ellos engañaban al presidente y que son los
responsables de que tantas cosas no se hicieran", dijo Jesús Martínez,
maestro jubilado de 69 años, quien marchó acompañado de su esposa María,
de 71 años, tres de sus hijos y dos de sus seis nietos.
"Los venezolanos añoramos paz y tranquilidad, estamos cansados de tanta
violencia y tanto odio que los chavistas sembraron y no ha hecho otra
cosa que cultivarlo con un discurso de división y enfrentamiento
permanente en estos últimos 14 años", acotó Román Velásquez, quien se
quejó de que estuvo varado en el tráfico casi cuatro horas, se mostró
sorprendido de que las calles de Caracas estuviesen desbordadas de
simpatizantes de Capriles.
La autopista que enlaza a Caracas con el occidente del país estuvo
parcialmente cerrada durante horas por la mañana.
"Cuando llegamos a Caracas vimos que la cola la provocaron unos
supuestos obreros que pintaban brocales y atravesaron unos camiones,
para colmo el metro tenía una falla eléctrica y estaba parado, todo por
supuesto por casualidad", ironizó.
"Hemos perdido el miedo y estamos demostrando que somos capaces de
superar cualquier obstáculo… Tengo fe que vamos a acudir masivamente a
votar", dijo Velásquez.
El candidato opositor pidió a los empleados públicos que salgan a votar
sin temor.
"Esta lucha es una lucha espiritual. Solamente el diablo es capaz de
usar el poder para amedrentar a un ser humano", dijo Capriles en su
arenga. "Tenemos un pueblo que está clamando por soluciones y un
gobierno que se llenó de corrupción, de maldad".
Un ama de casa de 46 años y esposa de un guardia de seguridad de la
corporación estatal petróleos de Venezuela S.A, afirmó que su marido
dice que en su trabajo "ellos tienen que vestir de rojo (el color del
movimiento oficialista) y nadie puede decir nada en contra del gobierno".
"Mi esposo no puede decir nada porque vive del gobierno. El va a votar
por Maduro porque dice que no puede perder el trabajo por un voto. Yo sí
voy a votar por Capriles porque soy rebelde", dijo la mujer, que no
quiso dar su nombre por miedo a que despidan a su esposo. Estaba
llegando a la marcha de Capriles con su hija de 14 años. Para la ocasión
compraron pitos y prendedores con la foto del candidato opositor.
http://www.elnuevoherald.com/2013/04/07/v-fullstory/1448977/capriles-inunda-caracas.html
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