Monday, April 22, 2013

Unasur y su visión de la democracia venezolana

Venezuela, Maduro

Unasur y su visión de la democracia venezolana
No en vano Ahmadineyad estuvo en Caracas en la asunción de Maduro, y los
presidentes de Corea del Norte, Siria y Bielorusia felicitaron
calurosamente al triunfador
Carlos Malamud, Madrid | 22/04/2013 9:30 am

La Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) fue creada en 2008 para
suceder a la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN o CASA). El cambio
de nombre fue una imposición de Hugo Chávez durante la I Cumbre
Energética de América del Sur celebrada en Isla Margarita en abril de
2007. Su mera existencia no ha resuelto el principal problema de la
integración regional, como muestra la compleja cohabitación con la CELAC
(Comunidad de estados de Latinoamérica y el Caribe). Por eso sigue
pendiente la pregunta de qué se debe integrar, América del Sur o América
Latina.

Pese a los orígenes y contradicciones de Unasur, sus principales
impulsores (Brasil y Venezuela) y la mayor parte de sus países miembros,
estiman que una de sus mayores virtudes es su capacidad para resolver
los problemas regionales sin la presencia tutelar de Estados Unidos u
otras potencias europeas. La sola existencia de Unasur constata la
mayoría de edad de América del Sur, una región que ya es capaz de actuar
por sí misma y en defensa de sus propios intereses. De esta forma, han
sido varias las ocasiones en que los 12 países miembros se han reunido
de urgencia para tratar algunas de las crisis nacionales en que la
estabilidad de la democracia regional se había visto amenazada por algún
"golpe de estado" o acción "destituyente". Ocurrió con Bolivia, con
Ecuador, con Paraguay y ahora nuevamente con Venezuela, pero siempre con
el mismo guión y el mismo "relato".

El país que ostenta la presidencia pro témpore convoca una reunión de
urgencia a la que acuden la mayor parte de los presidentes de la
organización. Tras la foto de familia y un encuentro más o menos breve
se emite un comunicado que pone de manifiesto la existencia de una
posición común en defensa de la democracia en América del Sur. Concluida
la Cumbre todo el mundo regresa a su país, salvo el pasado jueves 18 de
abril cuando los presidentes volaron de Lima a Caracas para participar
en el solemne acto de toma de posesión de Nicolás Maduro.

El siempre dicharachero José Mujica definió muy bien la satisfacción
colectiva que reinaba en el ambiente ante los logros alcanzados. Por
ello calificó de "rápido e inteligente" el respaldo de Unasur a las
elecciones presidenciales venezolanas. Según sus palabras se trató de un
pronunciamiento que por sus características no tiene antecedentes en
América Latina. En el pasado "en el mejor de los casos, se acudía a la
Organización de Estados Americanos y difícilmente se lograban acuerdos
globales".

En esta ocasión la Cumbre presidencial aprobó una declaración de cinco
puntos que comienza ratificando la "vocación democrática" del pueblo
venezolano, al que felicita "por su masiva participación en la elección
presidencial del 14 de abril" a la vez que "saluda al presidente Nicolás
Maduro por los resultados" electorales y su elección como presidente de
Venezuela (punto 1º). Una vez constatada la legitimidad del triunfo de
Maduro "insta a todos los sectores que participaron en el proceso
electoral a respetar los resultados oficiales de la elección
presidencial emanados del Consejo Nacional Electoral (CNE)", la
autoridad competente en la materia (2º).

Posteriormente se apoya en lo actuado por la Misión Electoral de Unasur
en Venezuela y su Declaración del 15 de abril para impartir doctrina. Se
da la casualidad que dicha misión electoral estuvo encabezada por el
político argentino Carlos "Chacho" Álvarez que desde antes de su llegada
a Caracas ya alababa la eficacia, la neutralidad y la legalidad del
sistema electoral venezolano. A diferencia de otras misiones electorales
que no pudieron realizar su labor, la de Unasur tuvo todas las puertas
abiertas. Por ello, los mandatarios concluyeron "que todo reclamo,
cuestionamiento o procedimiento extraordinario que solicite alguno de
los participantes del proceso electoral deberá ser canalizado o resuelto
dentro del ordenamiento jurídico vigente y la voluntad democrática de
las partes. En tal sentido, toma nota positiva de la decisión del CNE de
implementar una metodología que permita la auditoría total de las mesas
electorales" (3º).

En la misma línea llama "a deponer toda actitud o acto de violencia que
ponga en riesgo la paz social del país y expresa su solidaridad con los
heridos y las familias de las víctimas fatales del 15 de abril" e invoca
"al diálogo y a contribuir a preservar un clima de tolerancia en
beneficio de todo el pueblo venezolano" (4º). Y para ello crea una
comisión para investigar "los hechos violentos del 15 de abril" (5º). Se
da la circunstancia que tales hechos, según la interpretación del
gobierno de Maduro, fueron responsabilidad de la oposición.

Sin embargo, Unasur no se ha propuesto investigar las circunstancias
bajo las cuales se desarrolló la campaña electoral, ni las denuncias de
la oposición, ni las agresiones físicas sufridas por los parlamentarios
de la MUD (Mesa de Unidad Democrática) en el hemiciclo de la Asamblea
Nacional, ni que el presidente de la misma, Diosdado Cabello, le
retirara la palabra a los representantes opositores sin ningún sustento
legal ni reglamentario, hasta tanto reconozcan a Nicolás Maduro como
presidente legítimo de Venezuela.

La profunda satisfacción con que la mayoría de los presidentes
suramericanos analiza los logros de Unasur va acompañada de una total
descalificación de las críticas que se le formulan. Por lo general, se
afirma, éstas provienen de Europa y Estados Unidos y no tienen en cuenta
las peculiaridades de la democracia en la región. Este estado de
complacencia no refleja otro hecho preocupante: a diferencia de la
incomprensión de los anteriores, quiénes sí entienden perfectamente los
mecanismos que rigen el funcionamiento de la democracia en América
Latina son países como Rusia, China o Irán. No en vano Ahmadineyad
estuvo en Caracas en la asunción de Maduro, y los presidentes de Corea
del Norte, Siria y Bielorusia felicitaron calurosamente al triunfador.
Por si fuera poco, Alexander Lukashenko lo invitó a visitar su país
cuando le fuera posible. Con apoyos como éstos el futuro de la
democracia en América del Sur está totalmente garantizado.

Tomado de Infolatam. Se reproduce con autorización del autor.

http://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/unasur-y-su-vision-de-la-democracia-venezolana-283898

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