Saturday, April 27, 2013

Un limbo para Caracas

Un limbo para Caracas
Raúl Rivero | Madrid | 27 Abr 2013 - 7:55 am.

No se aprecia la búsqueda de salidas coherentes y negociadas, sino una
cadena de denuncias de golpes y contragolpes, militarización de sectores
de la economía, represión y amenazas: empezó la caída del socialismo del
siglo XXI.

Nicolás Maduro tuvo que convertirse en un imitador de Hugo Chávez para
llegar a la presidencia de su país. Ahora, después de copiar a uno de
sus jefes, tiene que tratar de reproducir el régimen de sus otros
mentores, los hermanos Castro, para resistir un tiempo en el palacio de
Miraflores.

La realidad de ese país sudamericano muestra la acción de un político
falso, sin personalidad, improvisado, que liquida los últimos espacios
de la verdadera democracia para tratar de instalar el modelo de la
dictadura que arruinó a Cuba y ha convertido la libertad en un sueño de
más de 50 años.

Hay un entramado que sigue un guión escrito en La Habana para que Maduro
pueda gobernar sin oposición. Se prepara un proceso contra Henrique
Capriles, acusado de promover la violencia en las protestas contra el
pucherazo del 14 de abril. En los medios oficiales los altos dirigentes
lo llaman abiertamente asesino y fascista. La señora ministra de los
centros penitenciarios anunció que le prepara una celda especial.

En ese mismo camino, el presidente de la Asamblea Nacional, el teniente
retirado Diosdado Cabello, dijo que los diputados que no reconozcan la
presidencia de Nicolás Maduro no tendrán derecho a hablar en el parlamento.

Los expertos coinciden en que la única forma de salir de la crisis
general que padece la nación es mediante la unidad de todas las fuerzas
y de los diversos sectores de la sociedad más dividida hoy que nunca en
dos mitades perfectamente identificables después de los resultados de
las elecciones. Pero Maduro mantiene el tono que aprendió de Chávez y de
sus jefes cubanos que es el de manejarse con sus adversarios como una
pandilla en un bar del puerto.

No se aprecia la búsqueda de salidas coherentes y negociadas. Lo que se
puede ver es una cadena de denuncias de golpes y contragolpes,
militarización de sectores de la economía, represión, amenazas y esta
cifra productora de insomnios y miedos: 3.400 asesinatos en los primeros
tres meses de 2013.

En Venezuela empezó la caída del socialismo del XXI. Y en este tiempo es
imposible montar otra vez el estalinismo tropical de la Cuba de 1959.
Maduro tiene que reinventar el limbo.

Este artículo apareció en El Mundo. Se reproduce con autorización del autor.

http://www.diariodecuba.com/internacional/1367009681_2980.html

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