López Obrador y Capriles
Martes, 30 de Abril de 2013 02:21
Escrito por Osmar Laffita
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) Situados en campos
ideológicos diferentes, Andrés Manuel López Obrador y Henrique Capriles
Radonsky tienen en común que ambos dicen haber sido víctimas de fraudes
en elecciones presidenciales.
Andrés Manuel López Obrador militó por un tiempo en el Partido de la
Revolución Democrática (PRD). Se presentó en dos ocasiones como
candidato a la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos; en la
primera, por el izquierdista PRD, pero perdió por un estrecho margen con
Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN); la segunda
vez fue en la elecciones presidenciales de julio de 2012, aupado por una
complicada agrupación de partidos de izquierda, y donde fue derrotado
por Manuel Peña Nieto, postulado por el Partido Revolucionario
Institucional (PRI). En esta segunda oportunidad, el triunfo de Peña
Nieto fue totalmente inobjetable.
En el caso de Henrique Capriles Radonsky, también se presentó en dos
ocasiones como aspirante a la presidencia de Venezuela. En la primera,
en octubre de 2012, fue derrotado por Hugo Chávez con la alta diferencia
1,5 millones de votos. En la segunda, celebrada el pasado 14 de abril,
el presidente encargado Nicolás Maduro, postulado por la vario pinta
agrupación chavista, derrotó a Capriles por el estrecho margen de poco
más de 100 000 votos.
Después de escrutados el 99,17% de los votos, el Consejo Nacional
Electoral (CNE) informó que Maduro había recibido 7 559,349 para un
50,75%. Por Capriles, postulado por una agrupación de partidos y
movimientos de izquierda, centro izquierda y de derecha agrupados en la
Mesa de la Oposición Democrática (MOD), votaron 7 296,876 venezolanos,
lo que representó el 48,98% de los votos válidos emitidos.
En el caso de la primera derrota de López Obrador, ocurrida en las
elecciones de julio de 2006, la protesta surgió en el momento en que el
Instituto Federal Electoral (IFE) de México dio como ganador para la
presidencia al candidato del PAN. El líder del PRD impugnó los
resultados, los calificó como un gran fraude y de inmediato congrego en
la Plaza El Zócalo a miles de sus partidarios para exigir un nuevo
conteo de los votos.
Ante la magnitud de la protesta, las autoridades electorales contaron
solamente el 9% de las cajas que contenían las boletas. Los resultados
confirmaron a Felipe Calderón Hinojosa como presidente electo de México
por el estrecho margen de 230 000 votos. Si bien López Obrador continuó
con sus protestas y denuncias, las autoridades judiciales y electorales
las desestimaron y se puso fin a tan lamentable situación.
Sucedió diferente en el caso del candidato a la presidencia de Venezuela
postulado por segunda ocasión por la MOD. De los cinco integrantes del
CNE, solo uno representa a la oposición; los restantes responden sin
ocultarlo al oficialismo. Por eso, cuando se dio a conocer el resultado
de la votación, inmediatamente Tibisay Lucena, presidenta de la máxima
autoridad electoral venezolana, sin esperar el resultado del conteo de
los votos de los100 000 venezolanos que viven en el extranjero, ni
responder al pedido de Capriles de que se hiciera un nuevo conteo de
votos, proclamo a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones.
La decisión tomada por la presidenta del CNE, tanto Capriles como la
MOD, la calificaron de precipitada e ilegal y dejaron claro que tal
proclamación es un acto de cobardía. Por tanto, a Maduro lo consideran
un presidente ilegitimo y espurio y han advertido que no cejarán en su
lucha hasta que se cuenten nuevamente todos los votos.
Más allá de las reclamaciones de la oposición y de que Maduro no sea
reconocido como presidente de Venezuela por casi la mitad del pueblo
venezolano, lo que no pueden negar los chavistas es que lo ocurrido el
14 de abril significó su mayor derrota electoral y política desde que el
difunto Hugo Chávez Fría fue electo por primera vez presidente de
Venezuela en 1998.
El primero en reconocer la debacle fue uno de los más connotados
chavista, Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional, el cual
planteó que los resultados de la votación exigirán una profunda
autocritica. También reconoció que el trasvase de más 700 000
partidarios del chavismo fue determinante para que Capriles alcanzara
tan elevada votación.
La votación del 14-A dejó claro que la población venezolana está
dividida en dos proyectos políticos totalmente incompatibles.
La revolución bolivariana y el aun pendiente socialismo del siglo XXI se
derrumbaron estrepitosamente, algo que no esperaban los chavistas.
La pírrica vitoria de Maduro, sin que haya sido la intensión de los
chavistas, posibilitó el relanzamiento de Capriles como el líder
político inobjetable de un importante segmento de la población venezolana.
Quiéranla o no los chavistas y sus serviles aliados del ALBA, el
MERCOSUR y la CELAC, con el prácticamente empate técnico entre Maduro y
Capriles ocurrido en la votación, se abrió una nueva página en la
historia de Venezuela.
Para Cuba actualidad: ramsetgamdhi@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/internacional/52-mundo/7273-lopez-obrador-y-capriles.html
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