Thursday, April 25, 2013

Venezuela enfrentada por supuestos ataques

Publicado el jueves, 04.25.13

Venezuela enfrentada por supuestos ataques
Por VIVIAN SEQUERA y MICHAEL WEISSENSTEIN
Associated Press

CARACAS, Venezuela -- Horas después de ganar por estrecho margen las
elección presidencial de Venezuela, el partido gobernante comenzó a
inundar los medios de comunicación oficiales con acusaciones de que
provocadores de la oposición estaban lanzando cócteles molotov contra
puestos de salud vecinales en todo el país, donde trabajan en su mayoría
médicos cubanos, en venganza por el resultado electoral.

Más de una semana después, la disputa se intensifica y la oposición
lanza una exitosa contraofensiva en los medios de comunicación, en la
que asegura que las acusaciones están siendo seriamente exageradas y en
algunos casos son falsas. Con fotografías de aficionados meticulosamente
fechadas de las clínicas sin daño alguno, los que apoyan a la oposición
han ilustrado vívidamente cómo cámaras de teléfonos móviles, Twitter y
Facebook pueden ayudar emparejar el campo de juego contra un gobierno
que llegó a dominar los medios de información en los 14 años de
presidencia del fallecido Hugo Chávez. ONGs también han dicho que si
bien hubo acosos de personas a los puestos, no hubo la destrucción que
denunció el gobierno.

La pelea está alimentado la tensión en un país que está profundamente
polarizado y dividido casi por la mitad entre partidarios del gobierno y
una oposición que dice que le robaron la elección presidencial del 14 de
abril. La ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, declaró el
martes que está preparando una celda para el candidato opositor Henrique
Capriles por supuestamente orquestar los presuntos ataques a las
clínicas y otros actos de violencia contra sedes del partido oficialista
y los puestos de salud, ente otros.

Chávez era conocido por hacer afirmaciones que nunca comprobó,
denunciando decenas de supuestos planes para asesinarlo antes de
sucumbir a un cáncer en marzo. Incluso su heredero, Nicolás Maduro, se
ha mostrado proclive a acusaciones todavía más graves. La semana previa
a las elecciones afirmó varias veces que mercenarios colombianos y
salvadoreños habían entrado a Venezuela a crear caos. El gobierno no ha
presentado evidencias para respaldar esas acusaciones.

Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de
Venezuela, dijo que el gobierno parece que no entiende del todo que la
gente desconfía de los medios controlados por el Estado y sigue cada vez
más la información de la internet.

El uso de internet en Venezuela creció de 4,6% de la población en 2011 a
40,2% en 2011, de acuerdo con el Banco Mundial. Las suscripciones de
teléfonos móviles se duplicaron de 47 por cada 100 personas a 98 por
cada 100 entre 2005 y 2010, en tanto que el número de celulares con
planes de acceso a internet crecieron de menos de 1 por cada 100
personas a más de 25 por cada 100 en el mismo periodo.

"En el gobierno evidentemente están equivocados en entender que el
pueblo es pendejo. Entonces cuando piensan que el pueblo es tonto, creen
que lo pueden engañar y manipular", indicó Guía.

Funcionarios del Ministerio de Salud no respondieron a las solicitudes
de entrevista, pero otros ministros del gobierno aseguraron que los
centros de salud fueron reparados más rápido de lo que se pudo
documentar el daño. Algunos acusaron a los escépticos de cuestionar las
afirmaciones oficiales simplemente porque se oponen al gobierno chavista.

El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, escribió la
semana pasada en Twitter que "medios y ONG se unen para hacerse
cómplices del acoso a médicos y pacientes asediados por caceroleros,
pistoleros y arrolladores al volante".

El 16 de abril, dos días después de la elección, Maduro anunció que un
número no precisado de Centros de Diagnóstico Integral (CDI) habían sido
incendiados por rufianes operando bajo órdenes directas de Capriles.
Villegas dijo que ocho clínicas fueron atacadas. El número creció con
los subsecuentes conteos de los funcionarios, con la que entonces era
ministra de Salud, Eugenia Sader, informando para el 20 de abril que 25
clínicas habían sido atacadas. Sader fue reeemplazada el domingo al
nombrarse un nuevo gabinete.

Tan pronto como se hicieron las primeras acusaciones, partidarios de
Capriles acudieron de prisa a por lo menos cinco clínicas y tomaron
fotos de las fachadas, las cuales estaban intactas. Se cuidaron de
incluir fotos de los diarios de esa mañana para que no hubiera duda de
que las imágenes fueron tomadas después de los supuestos ataques.
Entonces subieron las fotografías a Twitter y Facebook.

Las imágenes se volvieron virales rápidamente y fueron publicadas en
periódicos de la oposición como El Nacional y El Universal. Un sitio en
internet de sátira política, El Chigüire Bipolar, subió un artículo
titulado "Maduro denuncia que oposición quemó, reparó, pintó y dotó a 11
CDI". Fue tuiteado al menos 4.200 veces y colgado muchas más en Facebook.

A pesar de la temprana insistencia de algunas autoridades de que el daño
no pudo documentarse, un grupo vinculado con el gobierno publicó el
miércoles 10 fotos que asegura son evidencia de los ataques a los
edificios públicos, la mayoría mostrando daños menores en su interior,
como marcas de quemaduras en paredes o puertas de madera astilladas. Una
toma del exterior mostró varias manchas de daño por fuego sobre un
edificio blanco, otra revelando quemaduras menores en la parte baja de
un letrero de la clínica y una pared sin daños.

El lunes 22 de abril el oficialismo -el secretario de la Organización de
Círculos Bolivarianos de Venezuela, capítulo Zulia, José Camargo- en la
ciudad de Maracaibo, en la provincia petrolera del Zulia, al noroeste
del país, denunció que al menos 3 personas fueron heridas con cuchillos
cerca de un CDI en Maracaibo el 15 de abril.

La alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo, dijo el lunes a la AP en
entrevista telefónica desde Maracaibo -la segunda ciudad del país con
2,5 millones de habitantes, que no era cierto. "Eso es falso, no es
cierto que hubo acuchillados...Es una locura", dijo la alcaldesa.

En Maracaibo, donde funcionan 11 CDI, "ningún CDI ha sufrido daño
material", agregó la alcaldesa.

Este miércoles la Fiscal General Luisa Ortega ratificó en una
conferencia de prensa los daños a por lo menos una veintena de CDI del
país y que al menos nueve personas murieron y otras 78 resultados
heridas en disturbios callejeros el 14, 15 y 16 de abril por lo que dijo
fue el llamado "irresponsable" de la oposición de desconocer los
resultados. Ya en el pasado la fiscal ha dicho que todos los muertos y
heridos eran simpatizantes del chavismo.

La fiscal expresó que si bien habían recibido denuncias de agresiones
por parte de cuerpos de seguridad, como la guardia nacional, estas
habían llegado sólo hasta esta semana el 22 y el 23 de abril y en
algunos casos incompletas. Ortega había sido consultada por uno de los
casos más divulgados, el del joven estudiante Ehisler Vásquez, de 19
años, quien fue herido gravemente en la mejilla izquierda con perdigones
disparados a corta distancia en la ciudad central de Valencia el 16 de
abril tras participar en una manifestación de opositores pidiendo una
auditoria a las autoridades electorales, según indicó a la AP la madre
del muchacho, María Elisa Caridad.

Las 561 clínicas abiertas por Chávez son un poderoso símbolo del
esfuerzo de Venezuela por aliviar la profunda pobreza transformando al
país con las reservas petroleras más grandes del mundo en una economía
socialista con profundos lazos con Cuba. Bajo un acuerdo entre Chávez y
el líder cubano Fidel Castro, miles de médicos de la isla se han mudado
a los barrios y villas remotas para atender a los pobres. Venezuela por
su parte provee a Cuba de miles de millones de dólares en petróleo.

Autoridades del gobierno cubano no respondieron a las solicitudes de
comentarios, pero el diario del Partido Comunista, Granma, reportó la
semana pasada que médicos cubanos seguirán con su trabajo en Venezuela
pese a lo que calificó de "agresivas protestas" en algunos centros de
salud cubanos. El periódico cubano indicó que nadie salió herido y
tampoco habló de daños.

La agencia de noticias estatal de Cuba, AIN, después informó que los
centros de salud tomaron medidas de seguridad de precaución debido a las
"acciones provocativas de algunas personas". Agregó que más de 32.000
profesionales de la salud están dando servicio actualmente en la misión
cubana en Venezuela, que este año cumplió una década.

Durante la campaña, Capriles indicó que quería dejar de subsidiar el
petróleo que Venezuela entrega a Cuba.

La supuesta quema de esas clínicas se volvió el "vehículo simbólico
perfecto para el caso del gobierno contra la oposición", que las
autoridades han intentado retratar como "antidemocrática, inhumana y una
amenaza para los avances en política social en años recientes",
manifestó David Smilde, experto en Venezuela en la Universidad de Georgia.

Provea, el grupo independiente de derechos humanos más destacado en el
país, recabó imágenes de cinco clínicas que no estaban dañadas y que
fueron incluidas en el reporte del 18 de abril, con lo que puso en duda
las aseveraciones del gobierno.

"Ningún centro asistencial del país mostraba signos de haber sido
quemado o vandalizado en la intensidad sugerida en la denuncia difundida
tanto por medios oficiales como por alguno de los altos voceros del
Ejecutivo", dijo el reporte del Programa Venezolano de Educación-Acción
en Derechos Humanos,Provea.

Gabriela Ramírez, defensora del Pueblo, dijo que un número no
especificado de centros de salud habían sido alcanzadas por bombas
incendiarias pero fueron reparadas en la madrugada y un día después de
las elecciones.

Maduro mencionó al menos dos clínicas que habrían sido atacadas en el
distrito Baruta de la capital. Ramírez indicó el 20 de abril que una en
el estado de Barinas, en el suroeste, resultó quemada en un 90%.

Reporteros de The Associated Press visitaron una de las clínicas de
Baruta el 16 de abril y una en Barinas al día siguiente y no había daños
visibles de fuego o humo en sus fachadas. Vecinos de ambos centros de
salud dijeron que no las habían visto dañadas.

Villegas, el ministro de Información, acusó a Provea de cuestionar las
afirmaciones del gobierno sólo porque el director de la organización se
opone en secreto al movimiento chavista, acusación que niega Marino
Alvarado.

"Lástima que Provea actúe como retaguardia del fascismo, certificando
que 'no hay pruebas' de los desmanes de bandas que atacaron al pueblo",
dijo Villegas en un mensaje de Twitter el 19 de abril.

Alvarado, jefe de Provea, indicó que Chávez alguna vez acusó a la
organización de mentir sobre violaciones a los derechos humanos
cometidas por personal militar después de los mortíferos deslaves en
1999 que mataron a miles en el estado costero de Vargas. Semanas
después, reconoció que los activistas estaban en lo cierto y pidió una
investigación que encontró que se habían tirado cadáveres en una fosa común.

El activista sugirió a las autoridades tratar de recuperar la
credibilidad perdida admitiendo que se equivocaron o informaron mal
sobre el supuesto ataque a las clínicas.

"Esperamos que este gobierno tenga capacidad de rectificar en cuanto de
las acusaciones que ha hecho", indicó Alvarado.

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Los periodistas de The Associated Press Christopher Toothaker, Frank
Bajak y Jorge Rueda en Caracas y Peter Orsi en La Habana colaboraron con
este despacho.

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Vivian Sequera está en Twitter como: http://twitter.com/VivianSequera

Michael Weissenstein está en Twitter como: http://twitter.com/mweissenstein

http://www.elnuevoherald.com/2013/04/25/v-fullstory/1462148/venezuela-enfrentada-por-supuestos.html

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