Los demonios del totalitarismo
EDUARDO TRUJILLO ARIZA | EL UNIVERSAL
lunes 29 de abril de 2013 12:00 AM
Desde el evento electoral del 14 de abril y el anuncio de los discutidos
resultados publicados por la presidenta del CNE, el país se encuentra
inmerso en un clima de rareza luego de una elección que dejó un mal
sabor de boca a los venezolanos por las irregularidades allí
presentadas. En el marco de estos eventos se han dado en el país
reacciones de lado y lado, algunas moderadas y otras que distan mucho
del talante democrático que exige el ordenamiento jurídico nacional.
Pareciera que luego de esta elección, la posibilidad de disentir del
Gobierno se ha hecho más estrecha y solo permitida bajo la amenaza del
sector oficial y un grupo de sus partidarios. Bajo este represivo clima
hemos observado cómo en el órgano que por excelencia debe manifestar la
pluralidad y la representatividad del país como lo es la Asamblea
Nacional, su presidente ha indicado que no dará derecho de palabra en
plenaria a ningún diputado opositor que no reconozca a Nicolás Maduro
como Presidente de Venezuela, incurriendo en un claro acto de ilegalidad
e inconstitucionalidad.
Asimismo, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estella
Morales, en declaraciones difundidas en los medios de comunicación ha
expresado que la posibilidad de recuento de los votos es imposible, ya
que legalmente en Venezuela el voto manual fue eliminado. Esta
afirmación además de inexacta desde el punto de vista legal, constituye
a su vez una aberración jurídica, ya que la presidenta del máximo
tribunal del país ha adelantado públicamente opinión sobre un asunto del
que seguramente conocerá en razón de su investidura como magistrada de
la Sala Constitucional.
De igual forma, la declaración política de la presidenta del CNE durante
la proclamación del presidente bañado de ilegitimidad, no es más que un
espaldarazo político al candidato del retroceso y del estancamiento, sin
contar que dista mucho de lo que ha de esperarse de una persona llamada
a ser un árbitro independiente en la realidad política venezolana, más
allá que todo el país sepa que esa independencia es inexistente.
Estas tres declaraciones, entre muchas otras que han sucedido en los
días posteriores a la elección, demuestran que en nuestro país el
debilitamiento de la democracia está llegando a un punto en el que ni
las formas son guardadas por los miembros de los poderes públicos,
desconociendo el ordenamiento jurídico por impedir la pluralidad en el
Parlamento, en el caso del señor Cabello; pronunciándose anticipadamente
sobre un asunto controvertido del que posiblemente en un futuro deba
conocer y decidir, como lo hizo la señora Morales, y al dar un discurso
alejado de la ecuanimidad que debe caracterizar a un árbitro electoral,
como el dicho por la señora Lucena.
Nadie duda que democracia venezolana fuese un ejemplo positivo del
pasado, pero en el presente la democracia es tan solo una máscara que
esconde los demonios del totalitarismo entronizados en Venezuela.
etauk01@yahoo.com
http://www.eluniversal.com/opinion/130429/los-demonios-del-totalitarismo
No comments:
Post a Comment