Publicado el lunes, 03.31.14
Gobernador de Florida Rick Scott: a Obama no le importa Venezuela
MARC CAPUTO
MCAPUTO@MIAMIHERALD.COM
Ruth Alcalá sólo desea que el presidente por el cual votó dos veces,
Barack Obama, hable decididamente sobre la opresión contra los
manifestantes.
Pero por más de un mes, ella y otros nativos de Venezuela han estado
"decepcionados" con el relativo silencio de la administración, aun
cuando ella reunió 1,000 para una carta que pide a Obama que actúe – o
al menos que se pronuncie.
"Al menos, queremos oír al presidente decir algo", dijo Alcalá, quien no
es una figura pública sino una instructora de computación en Miami.
El lunes, la Demócrata de 57 años se halló parada junto a un aliado poco
probable: el gobernador Republicano, Rick Scott, quien prometió entregar
personalmente una carta a la Casa Blanca.
"Sr. Presidente, usted tiene que declarar sanciones económicas. Tiene
que mostrarse", dijo Scott a una multitud entusiasmada de exiliados
venezolanos en Don Criollito, un restaurante de Kendall.
Scott contrastó la diplomacia conservadora de Obama con respecto a
Venezuela, con su discurso ante Rusia por la invasión y anexión de la
región ucraniana de Crimea.
"A él le importa Ucrania. Pero no le está importando Venezuela", dijo Scott.
Los Demócratas se apresuraron a condenar el llamado de Scott,
calificándolo como una estratagema en año de elecciones para atraer el
voto hispano debido a que está en dificultades en las encuestas.
Pero a Alcalá y a aquellos a quienes les importa Venezuela la motivación
de Scott no les importa. Quieren que la Casa Blanca actúe.
"Esta súplica y esta lucha son por la democracia", dijo Alcalá. "No
importa si eres Republicano o Demócrata".
Jonathan P. Lalley, un vocero del Concejo de Seguridad Nacional de la
Casa Blanca dijo en un correo electrónico que la administración no ha
descartado sanciones.
"Nuestro enfoque inmediato está en incentivar el comienzo de un dialogo
significativo entre el gobierno de Venezuela y su gente. Con nuestros
aliados internacionales, continuamos buscando para ver qué más podemos
hacer para apoyar ese esfuerzo", escribió Lalley.
"Al mismo tiempo, hemos sido claros acerca de la necesidad de que los
manifestantes sean liberados y de que las libertades fundamentales como
la libertad de expresión y el derecho a la libre asamblea sean
protegidos y respetados", dijo él, señalando que la Organización de
Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) comparten esa posición.
"El futuro de Venezuela debe ser decidido por el pueblo de Venezuela.
Ellos tienen quejas legitimas que deben ser atendidas".
Las protestas en Venezuela estallaron a principios de febrero en
respuesta a la mala economía y a la aparente incapacidad del gobierno de
poner freno a la criminalidad. Pero, posiblemente con la ayuda de sus
aliados en Cuba, el gobierno de Venezuela reacciono arrojándoles gas
lacrimógeno a los manifestantes, disparándoles con municiones reales a
algunos manifestantes y apresando a sus oponentes políticos.
Alcalá, quien se mudó a los Estados Unidos hace 34 años, dijo que
decidió primeramente escribirle a Obama como "una madre extendiendo una
súplica" el 24 de febrero. Ella copió la carta 100 veces, dijo, y logró
que varias personas de su comunidad la apoyaran. Entonces las envió a la
Casa Blanca "una por una. Aún no he recibido respuesta", dijo.
Pero la gente se enteró y pronto, el vice gobernador Carlos
López-Cantera, un residente de Miami-Dade, supo al respecto y prometió
ayudar.
Mientras tanto, el cercano amigo de López-Cantera, el Senador
Republicano Marco Rubio, ha estado denunciando ferozmente los abusos en
Venezuela, desde la sala del Senado.
Rubio unió fuerzas con el Senador Demócrata Bob Menéndez de New Jersey
para co-patrocinar una propuesta de ley para imponer sanciones
económicas a los más altos funcionarios del régimen de Venezuela.
"Este gobierno está rodeado de individuos que están viviendo vidas
lujosas, no sólo en Venezuela sino también en Florida", dijo Rubio la
semana pasada en la sala del Senado durante un debate acerca de la ayuda
a Ucrania.
"Hay gente vinculada al gobierno de Venezuela que está comprando iPads
enchapados en oro", dijo Rubio, y agregó que algunos "están invirtiendo
en enormes propiedades y mansiones en Miami con dinero que le están
robando al pueblo de Venezuela, con la ayuda del gobierno de Maduro, lo
que llevó a estas protestas".
Rubio y Scott aparecieron a finales de febrero en un restaurante
venezolano de Doral para hacer un llamado a que se impusieran sanciones.
La legislación de Rubio, propuesta el 13 de marzo, no ha sido sometida a
votación. Una medida similar en la Cámara, propuesta por los
Representantes Republicanos de los Estados Unidos, Mario Díaz-Balart e
Ileana Ros-Lehtinen, tampoco ha tenido mucho movimiento.
También el mes pasado, la Representante Demócrata de los Estados Unidos,
Debbie Wasserman Schultz, indicó que apoyaba las sanciones y dijo que la
administración las estaba considerando.
Para la recién convertida en activista, Alcalá, el apoyo del congreso
ayuda, pero es hora de que Obama se pronuncie acerca de Venezuela.
"No puedo entender por qué si él defiende la democracia de la manera en
que yo sé que lo hace, no ha podido ni siquiera mencionarlo", dijo ella.
"Sólo mencionarlo".
http://www.elnuevoherald.com/2014/03/31/1715509/gobernador-de-florida-rick-scott.html
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